L7 — Scatter The Rats

“Cariño, no tienes que twerkear. Puedes crecer para ser doctor, o L7”, Donita Sparks.

En la historia de la música, los 90 quizá sean recordados como la época en que la figura femenina tomó por asalto los escenarios para mostrarle al mundo –desde un lado salvaje– que las mujeres también podían colgarse una guitarra para exorcizar su rabia y conjurar al poderoso instinto que nace de la crudeza.

Sí, es cierto, el punk ya había iniciado el motín, pero en su caldo de cultivo nació una generación de féminas amantes también del metal y el noise, una generación que –aunque no fuera abiertamente política, a través del escenario y los estereotipos que lograron romper al pisarlo– le dejó en claro muchas chicas que las cosas podían ser diferentes.

En la vanguardia de toda esta agitación siempre estuvo el cuarteto californiano conocido como L7, un pandemónium de estrógeno que –aunque no hayan logrado la trascendencia mediática de otros grandes nombres como Nirvana– marcó un hito indeleble en la era del grunge.

En el 85, Donita Sparks y Suzi Gardner encontraron afinidad en su obsesión con el sonido de bandas como Motörhead, Black Sabbath y The Ramones, así que –armadas de un par de guitarras– reclutaron a Jennifer Finch (mención especial por ser una de las bajistas más aguerridas que se haya visto) y Dee Plakas en la batería, para darle vida no solo a una banda, sino a un capitulo indispensable del empoderamiento femenino.

Aunque me encantaría, no es momento aquí para hablar de su historia (si lo desea, favor de consultarL7: Pretend We're Dead documental del 2016); lo que sí es preciso mencionar, es que tras seis discos de estudio, algunos cambios de alineación e infinidad de conciertos memorables alrededor del mundo –busque usted el famoso incidente del tampón o indague en los varios videos caseros que hay en la red–, L7 anunció un alto indefinido en su carrera a principios de los 2000.

Slap-Happy (1999) fue su último material de estudio y aunque la nostalgia las hizo regresar hace un par de años para tourear, fue apenas este mes que el botón de pausa se desactivó oficialmente con Scatter The Rats, su primera producción de larga duración tras 20 años, en donde solo dos sencillos (“Dispatch From Mar-a-Lago” y “I Came Back to Bitch”) calmaron nuestras ansias de su sonido.

Realizado a través de una campaña de crowfounding hecha por PledgeMusic y producido por Norm Block (Jenny Lee, Paper Cranes, Plexi) y Nick Launay (Nick Cave & the Bad Seeds, Yeah Yeah Yeahs) en Los Ángeles; Scatter The Rats es un disco que a través de los 11 temas que lo componen, despliega con destreza esa particular mezcla de metal, pop, punk y garage que hace del sonido de L7 un trazo casi inconfundible.

En su ADN, fuzz y distorsión revisten robustas lineas de guitarra que se cimentan en una base rítmica sólida y precisa, mientras que las voces –que no han logrado escapar del todo al paso del tiempo– saltan indómitas del desenfado sarcástico, al dulzor melódico, entreverándose con el alarido hirsuto.

Mujeres perdiendo los modales, proyectando el lado imperfecto e iracundo que tanto reprimimos/nos reprimen.

Es cierto, Scatter The Rats (editado bajo el sello de la gran Joan Jett, Blackheart Records) tal vez no sea el disco más agresivo en la historia de L7 e incluso algunos pensarán que el nivel de energía pudo haber bajado de tono –¿Posible? Sí, tres décadas de trayectoria no pasan en vano–. Otros podrán decir que no hay nada en él que no haya sido dicho en los 90 y se empeñarán en dejarlo en la clasificación de la mera nostalgia.

Sin embargo, hay algo irrefutable y es el efecto que la crudeza de su sonido nos genera. La crudeza de cuatro mujeres en sus 50 años que continúan refutando todo estereotipo y se atreven a habitar ese espacio sagrado invadido de testosterona. Políticas sin buscarlo, irremediablemente feministas a su manera.

De los 11 tracks sobresalen "Burn Baby" con su síntesis exacta del sonido grunge de los 90: riffs poderosos y sutiles guiños de pop en las voces, solos de confección sencilla y precisa, fuzz desorbitante; "Proto Prototype" y su estructura de sucio punk, en donde las guitarras solidas y rugientes cautivan a la alza en tanto más atención les vas poniendo –las decisiones en torno a las líneas musicales, su producción, el cuerpo hercúleo de su sonido–.

En "Holding Pattern" las revoluciones bajan para entregarnos el momento más intimo del disco, la distorsión da un pasito atrás y la melodía de armonías aniñadas te contagia en tres minutos.

Tan sencillo como suena, y tan complicado como todas las implicaciones hay de por medio, Scatter The Rats, tiene que ver con quitar el botón de pausa y retomar con magistral naturalidad el camino.

Nadie está tras el eslabón perdido y esa falta de pretensión engreída se agradece, sobre todo en una era donde todo el mundo está tan urgido por sobresalir que se olvida de la subversiva e incomoda honestidad que debería formar parte de todo arte.

Pulso GNP 2019

Querétaro necesitaba su propio festival y con la segunda edición se consolida el sueño llamado Pulso GNP.

Tras un debut soñado, la segunda edición de Pulso GNP superó las expectativas. En 2018, cuando se anunció que MGMT y The Vaccines (ambos proyectos en plena promoción de sus respectivos nuevos discos) regresaban a México para encabezar este naciente festival, los reflectores cayeron de inmediato sobre Querétaro. Gran acierto para descentrar la escena musical de la República. El estado ha tenido un rápido crecimiento poblacional y comercial en los últimos años; necesitaba su propio evento masivo musical.

Manteniendo el mismo perfil de ofrecer exposición a bandas nacionales y complementar con proyectos internacionales de gran convocatoria. Este año en el cartel, figuraban los nombres de Los Blenders, Little Jesus, Siddhartha, Camilo Séptimo, Mon Laferte, Wolfmother, Caifanes e Interpol. Mención aparte para Mi Banda el Mexicano.

La logística de los espacios y los horarios fue dinámica. En los dos extremos opuestos del lugar, se instalaron los escenarios grandes. El principal y masivo del lado izquierdo respecto del acceso; el secundario, de similares dimensiones, del derecho. Al centro, dos pequeños, de espaldas uno del otro. La música no paró en ningún momento. Hubo buena sincronía entre los dos escenarios grandes; en terminando la actividad en uno, comenzaban las operaciones del otro. Mismo caso con los pequeños. De esta manera, el sonido nunca estuvo en competencia o se vio empañado. Lo complicado, como en todo festival, es decidir si ver un acto completo o salirse antes para alcanzar buen lugar en el siguiente. Eso sin contar los tiempos para descansar, comer, comprar cerveza o pasar al baño.

Los sets de los primeros actos duraron 30 minutos; los de media tarde fueron de 40 y 50. Los headliners tuvieron una hora. Caifanes y Mi Banda el Mexicano recibieron una hora con 10 minutos, por trayectoria y repertorio, obviamente.

En punto de las 14:00 H, Budaya se encargó de inaugurar formalmente la jornada. Jugando prácticamente de local, el dúo guanajuatense reunió a su fanbase del área, en su mayoría integrado por jóvenes debutantes. También, recibió y sorprendió al público que se apresuró a llegar desde temprano a las inmediaciones del Antiguo Aeropuerto de Querétaro para evitarse el congestionamiento vial. Con su ligero synth pop con mixtura dream pop, Maya Piña y Tulio Almaraz vestidos de rosa pálido pusieron a bailar a la gente. A muy pocos molestaron los 29º C de un calor seco.

Del otro lado, S7N estrenó el escenario principal. Puso a headbangear a los pocos metaleros de playera negra que había por allí. Aplauso por ofrecer opciones para gustos variados. Regresando al secundario, el surf rock de Los Blenders refrescó el ambiente. Parecía como si estuviéramos a media playa, paleando el rigor de los rayos UV con una cerveza fría. Los destellos country de su interpretación en directo hacían mucho sentido con los sombreros que se agitaban por encima de la mirada. Los de playeras floreadas se sacudían a cada cambio de riffs con "Ha sido". Las chicas murmuraron la letra de "Amigos". Para cuando sonó "Amor prohibido II" nadie se resistió a bailar, cantar y saltar. Dos años han pasado desde su participación en el Coachella y a los de Coapa aún les falta dar otro gran paso. Ojalá que no demoren tanto en realizarlo.

De camino a Los Mesoneros me topo con el cierre de Barco. Los argentinos traen ese sonido revival noventero. Deudores de Soda Stereo, cierran su presentación con un cover de "Cuando pase el temblor". Además de buen acento y entonación cadenciosa, el vocalista y guitarrista Alejandro Alvarez tiene el carisma que se necesita para enganchar con el público. Se bajó del escenario y se subió a la baya para poner a corear a su gente; se quita la camisa y la arroja como muestra de agradecimiento. Incluso regaló agua.

Pocos se resisten al encanto romántico de Los Mesoneros. La banda venezolana se ha establecido en México capital, agradece a cada oportunidad la calidez con la que su música es recibida en este país. En Querétaro se entregaron al público. Sacaron lo mejor de su catálogo, "Solo", "Exprópiese", "Algo bueno", "Dime como tú quieras" y por supuesto "Te lo advertí". Su buen temperamento y honestidad son palpables, la semana pasada formó parte del lineup de Live SOS VZLA, un evento en el que se recaudaron fondos para apoyar la compleja situación social, económica y política en Venezuela.

Justo cuando el calor alcanzó su máximo de 32 grados fue momento de disfrutar un interesante combo de tres proyectos mexicanos que atraviesan por un gran momento. Al rededor de las 17:00 H, "La magia" de Little Jesus se hizo presente en Pulso GNP. Fue una gran sorpresa ver que de pronto el aforo del festival había crecido muchísimo. El escenario principal se vio muy nutrido y dispuesto para la fiesta. Luego de las primeras cuatro canciones el audio dejó de estar saturado. Para cuando sonaron "Mala onda", "Los años maravillosos" y "Disco de oro" (su nuevo sencillo) el problema con el audio estaba casi resuelto. Santiago Casillas, el vocalista reconoció estar enfermo de la garganta; la ayuda no se hizo esperar y la audiencia comenzó a entonar la letra de "Azul". "¿Quién más va a creer tus historias del mundo al revés? Quiero convencer-te de lo que sé"...

A las 17:15 H, el Antiguo Aeropuerto de Querétaro se transformó en un arenal. De pronto, una ráfaga de viento levantó una cortina de tierra. Llegar al escenario secundario se volvió una travesía desértica. Había que darse prisa para no llegar "Tarde" para ver a Siddhartha. Entre la nube de polvo y el sol que pegaba de frente, era complicado ver lo que sucedía sobre el entarimado. Al igual que la mayoría, me conformé con disfrutar de la música por sí misma. "Bacalar" fue esa rola con la que las parejas se abrazaron y se miraron como cómplices. Jorge González se tomó un tiempo para agradecer el cariño de Querétaro. Recordó que después de su natal Guadalajara, éste fue el primer estado en el que se presentó.

Camilo Séptimo abarrotó el escenario principal. Centenares de parejas fueron atraídas como abejas al polen. Es totalmente lógico, "Eres", "Ser humano", "Miénteme" y "Vicio" son el soundtrack de las historias de amor de toda una generación. Con su disco Óleos, la banda de Manuel Mendoza se ha apuntalado en el gusto del público mexicano. Ha pasado de tocar en lugares pequeños como el Foro Indie Rocks! a la masividad del Pepsi Center WTC, pasando por el Teatro Metropólitan y El Plaza. En Pulso GNP, los tórtolos bailaron, cantaron y se prometieron afecto incondicional.

El sol comienza a perder intensidad; tímido, se esconde tras el único cúmulo de nubes que hay en el cielo. A las 18:40 H, algo estaba fallando en el Escenario Pulso. Luego de un retraso de 10 minutos, Rhye tomó el micrófono y dijo "OK, let's try it". Al parecer un cable hacía tierra y dificultaba el monitoreo en los auriculares. Comprensible. Un músico tan de academia y perfeccionista como lo es el propio Mike Milosh está siempre atento a los aspectos técnicos para entregar la mejor experiencia a su audiencia.

Acompañado de violín, piano y violonchelo, despuntó una progresión instrumental. El ritmo atravesó como viento ligero por las regiones de un suave funk, incluso hubo destellos de psicodelia. Su voz iluminó y guió el alma a través de la oscuridad de la melancolía. El tiempo apremia. El día previo había abarrotado El Plaza; ahora solamente contaba con 40 minutos. Músico total, durante su performance tomó la batería y se puso al piano para envolvernos en seda. Como era de esperarse, "Open" y "The Fall" fueron momentos de clímax.

Contraste. Luego de la sutileza melódica de Rhye, pasamos a la locura salvaje de Wolfmother. La expectativa era directamente proporcional a la ansiedad que se respiraba. Los cuerpos se preparaban para entrar en colisión. Las hostilidades comenzaron con "Victorious". El publicó se mostró hiperactivo desde el minuto uno. Sin esperarlo, llegó "Woman" y aquello se volvió una locura. De pronto, toda la agente se abalanzó hacia el frente como cuando un tsunami toca tierra. Los vasos de cerveza salieron volando; codazos y empujones para todos. Golpe de adrenalina directo a las venas. En el rostro de Andrew Stockdale era evidente el goce, como si se alimentara de la euforia del público que arremetía en el mosh. La rola fue llevada a su máximo potencial, la aceleraron y la aletargaron para terminarla con una tormenta de riffs. Continuaron "New Moon Rising", "Gypsy Caravan" y la explosiva "Joker And The Thief". Destrucción.

El amor del público mexicano por Interpol es incondicional y recíproco. Abarrotan cualquier lugar en el que se presentan. Si bien es cierto que la banda ha hecho de nuestro país un centro de operaciones geoestratégico para apuntalarse en América Latina, es igualmente verdadero su aprecio sincero por el folclore de este país. Paul Banks residió parte de su adolescencia rebelde en la capital.

El viernes, la banda lanzó a nivel global un nuevo EP bajo el rótulo de A Fine Mess y ofreció una sesión fotográfica con 300 afortunados fans en una plaza comercial al sur de la Ciudad de México. El sábado, consolidó a Pulso GNP como un festival al que se le augura mucho éxito. El setlist abrió enérgico y potente con "C'mere", siguió "If You Really Love Nothing" (sencillo de su más reciente álbum).

Sobrevinieron "Public Pervert", "Not Even Jail" y "Evil", todas del Antics que este 2019 cumple 15 años. Momento cumbre. Muchos sacan su teléfono para capturar el instante, quieren llevarse un pedazo de Querétaro a casa. Para la mayoría, un alud de memes y selfies sepultará este archivo de video en la memoria de silicio. Otros, quizá los menos, lo atesoraremos y volvamos a mirarlo para recordar con alegría aquella noche en la que compartimos anécdotas, sonrisas y cerveza con una persona especial.

 

"Rest My Chemistry", "The Rover" y "Slow Hands" anunciaban el final. Pese a que las pausas fueron pocas, 56 minutos de programación se habían ido volando. En perfecto español, Banks agradeció a México en general y a Querétaro en particular por todo el amor. Vino "Roland" y se terminó. Faltaron canciones más potentes para despedir; nos quedamos con la expectativa de un cierre más épico. El reloj nos traicionó. El tiempo se había terminado. Cronos nos había devorado a todos.

Festival Marvin 2019

Entre leyendas de la música y viejos amigos.

A tan solo un año de alcanzar su décimo aniversario, el Festival Marvin se encargó de curar un cartel tan ecléctico como los lectores que han acumulado a lo largo de los años y el público que ha asistido fielmente a todas y cada una de sus ediciones en el circuito Roma-Condesa.

Desde muy temprano los diferentes venues acumularon personas ante sus puertas, comenzando con el Pata Negra que inauguró actividades con la presentación del rapero mexicano Aczino, mientras que Belafonte Sensacional, banda encargada de abrir el escenario del Caradura al mismo tiempo, sufrió un retraso de casi una hora, el cual se vio reflejado en el resto de los actos que estaban agendados para ese lugar.

El concepto del festival, que a la vez es su maldición y su encanto, hace que tengas que correr de un lado para otro, dificultando la posibilidad de poder ver los sets completos de todas las bandas que anotaste en tu itinerario. Tras visitas fugaces al Foro Bizarro para ver a Kill Aniston y al Foro Indie Rocks! para disfrutar de Niña, llegó la hora del primer headliner y muy esperado: Damo Suzuki.

Las presentaciones de Damo Suzuki’s Network son especiales e irrepetibles, pues los ensambles de músicos que lo acompañan son siempre diferentes. En esta ocasión, integrantes de Tajak y Exploded View fueron los encargados de acompañar al ex integrante de CAN en la que fue su segunda visita a México, la cual no decepcionó en lo absoluto.

Antecedido por una inmensa nube de hielo seco y sonidos de agua, el músico japonés tomó el escenario con la sencillez que lo caracteriza para regalarnos un ininterrumpido jam de 50 minutos en el que su voz se mezcló perfectamente con la energía de una banda con la que ensayó una sola vez antes de la presentación. Después de unos minutos de descanso, que se confundieron con el final de la presentación y provocaron que varios salieran de la sala, Damo y compañía volvieron para seguir durante 20 minutos más, poniéndole punto final a una espera que duró más de 10 años.

Eran ya las 17:20 H y los tiempos estaban apretados otra vez. Tras probar fallidamente la teletransportación no quedó más remedio que correr nuevamente hacia el Foro Bizarro para ver un poco de la banda promesa de Nashville, Bully, y luego salir corriendo de regreso hacia el Foro Indie Rocks! para poder ver el proyecto solista de Eleanor Friedberger, quien, a pesar de habérselo pedido a San Judas, no tocó mis canciones favoritas de The Fiery Furnaces.

Ya de regreso en SALA, Lydia Lunch había tomado el escenario con la autoridad y poderío que solo un icono del underground neoyorkino puede poseer. A diferencia de su anterior visita al lado de Marc Hurtado, en esta ocasión estuvo acompañada por una banda de jóvenes músicos que si algo tenían de sobra era energía.

Entre clásicos y canciones de su disco Retrovirus, además de la grandiosa “Fields of Fire”, un cover a “Final Solution” de Pere Ubu, conocida por muchos en voz de Peter Murphy; y el cierre con “Frankie Teardrop” de Suicide, Lydia dio un show que se nos quedará grabado en la memoria por mucho tiempo.

La noche ya había caído y quedaba una difícil decisión por tomar: Wire y The Membranes tocaban exactamente en el mismo horario en venues ubicados en lugares prácticamente opuestos. ¿Cómo elegir entre dos bandas icónicas del post punk británico? ¿Cómo echar un volado para decidir una oportunidad única en la vida? ¿Por qué siempre me perseguía la desgracia?

Después de una batalla interna, más un rápido análisis de pros y contras, Wire fue quien se coronó en mi corazón. Para esta presentación SALA lució por primera vez en el día casi a su total capacidad, entre viejos amigos, algunos conocidos, uno que otro famoso y varios músicos de otras bandas.

Si más preámbulo o elaboradas introducciones, Colin Newman, Graham Lewis y Robert Grey, además de Matthew Simms que se encarga de la guitarra del 2010 para acá, tomaron sus instrumentos y arrancaron con “Be Like Them”, seguida de “Mindhive” y “Three Girl Rhumba”, tal vez una de las más esperadas si consideramos que forma parte de su ya clásico álbum debut.

Conforme avanzaba el show la gente se aglomeraba cada vez más cerca del escenario, tanto que para cuando tocaron “Short Elevated Period” incluso se formó un ligero y torpe slam. Seguramente, las canciones más esperadas por muchos eran las de Pink Flag, sin embargo; se limitaron solo a dos, entre ellas “1 2 X U” que fue la elegida para cerrar con broche de oro un show tan especial que es muy probable que jamás se vuelva a repetir.

La selección de headliners había concluido su participación pero el festival seguía en marcha y quienes aún no tenían los pies hinchados se encaminaron hacía Departamento para bailar con el DJ set de Barry Fratelli, quien, al igual que otros fans de The Fratellis, preguntaron a la organización sobre las posibilidades de que el próximo año sea la banda completa quien se encargue de cerrar el festival.

El Festival Marvin es una jornada maratónica para la cual hay que prepararse con antelación, comer bien y calentar los músculos antes arrancar, pero sabemos que, pase lo que pase, todo saldrá bien. Si así de increíble estuvo esta edición, ¿qué nos deparará para celebrar sus primeros 10 años de vida?

Solar GNP 2019

El festival que no sabíamos que necesitábamos.

La expectativa era enorme para este fin de semana. Paisajes llenos de colores, un lineup lleno de leyendas de la música y una oferta gastronómica que merecía su propio festival.

Minutos después de las 13:00 H, las puertas se abrieron y la fila que ya esperaba ansiosa el disfrutar de la música y la comida, ingresaba a Jardines de México con una sonrisa y bloqueador solar embadurnado por toda su piel. El sol parecía no tener misericordia y con hasta 40 grados centígrados, el sudor hacía su recorrido hacia el suelo sin necesidad de un esfuerzo siquiera mínimo.

Gente de todas las edades llegaba al lugar, vestidos con bermudas, shorts, faldas, pareos… con la ropa más fresca que encontraron (hubo incluso quien se paseó en ropa interior durante todo el festival) bailaba en los alrededores disfrutando del delicioso sonido de Los Músicos de José, que nos pusieron a mover los pies desde las 15:25 H. El funk, el jazz y un exquisito groove encendieron los ánimos de la gente en el área General y en la VIP (gran desatino para mi gusto que esta última estuviera justo entre el escenario y el resto de los espectadores), quienes descalzos y llenos de alegría se contoneaban al ritmo de temas como “Amaneceres”, “Thanks Jaime” y “La Virgen de la Macarena”.

El ambiente era más bien familiar, habían desde niños pequeños hasta personas de la tercera edad. En sus dos escenarios: Vivir es Increíble y Bermuda que fueron tan dispares durante todo el festival, que mientras en uno escuchábamos a Diego El Cigala y bailábamos a su compás, en el otro apenas un par de personas escuchaban a Gordo’s Project sin grandes ánimos.

Hablando de El Cigala, lo que uno de los más grandes cantaores de la historia nos regaló fue simplemente sublime. Rodeado de músicos de primerísima categoría que tocaban salsa, son cubano y ritmos latinos; su característica voz inundó toda la extensión del terreno ubicado en Morelos y al tiempo que bailábamos, lágrimas y suspiros salían de manera involuntaria de nuestros cuerpos. Un par de caballeros a mi lado con nula noción de cómo marcar el “un, dos, tres” no se contuvieron y a como el cuerpo les pedía, movían los pies y las caderas. Eso se repetiría a lo largo del festival con los diferentes actos. Canciones como “Si te contara”, “Inolvidable”, “Lágrimas negras” o “Indestructible” fueron parte del setlist que el Español nos ofreció como regalo para alegrar nuestras almas y llenar de congoja a nuestros corazones, logrando que al término de su show, la gente lo despidiera entre gritos y ovaciones.

En el tiempo en el que se preparaba todo para el siguiente acto, una música característica de la región se alcanzó a escuchar desde detrás. Los Chinelos, originarios de Morelos, hicieron su aparición y con trajes típicos y su tradicional sonido sonando por todo lo alto, hicieron un recorrido entre el público haciéndolos sonreír y bailar mientras llenaban el lugar de color y emoción.

El calor apenas cedía y la temperatura descendió a los 36 grados para cuando, después de hacer un recorrido por la oferta culinaria de Solar (un 10 de 10), Kool & the Gang salió corriendo y brincando a la tarima para llenarnos de vibras de los 70 y 80. Con un sonido limpio y claro, “Tonight” fue la pieza encargada de abrir el espectáculo e iniciar la fiesta en la que se convirtió toda su presentación. No hubo un solo momento en el que la energía bajara ni en el que el show se sintiera pesado, todo lo contrario. Los 75 minutos de espectáculo nos supieron cortos, pero no por culpa de los de New Jersey, sino porque nos hubiese encantado tener una hora más llena de funk, soul, disco y R&B. Los éxitos de toda una época como “Joanna”, “Take My Heart”, “Ladies Night” y “Get Down On It” se encargaron de hacernos olvidar de que estábamos en un espacio abierto y sentirnos llevados a un salón disco con luces y atuendos llenos de color. Pero el carnaval musical tenía que llegar a su fin y “Celebration” fue el broche de oro con el que se cerró una de las presentaciones más especiales y mejor llevadas que he podido presenciar en mi vida: músicos tocando de manera magistral, una conexión con el público que pocas veces se da, el ánimo arriba en todo momento… todo logrado de manera excepcional.

La gente se movía alrededor de todo el parque, buscando bebidas, comida o simplemente disfrutando de la vista que nos regalaba el atardecer. El cielo se había nublado un poco, pero aunque un par de gotas cayeron, la lluvia no hizo presencia real y el viento terminó despejando las alturas para que un azul intenso nos llenara los ojos.

DJ Reborn detrás de las tornamesas se encargó de hacernos saber que era hora de uno de los momentos que más se esperaban: Ms Lauryn Hill tocando por primera vez en México. Previo a que la reina saliera a escena, la versatilidad de esta DJ se hizo notar mezclando R&B, rap, cumbia, reggaetón e incluso sonidos norteños. Y llegó por fin el tiempo de que Ms Lauryn apareciera frente a nosotros: ataviada con un vestido blanco, entre gritos y ovaciones, la originaria de East Orange nos emocionó cuando el “Intro” de su único disco (y uno de los más importantes de toda la industria) The Miseducation of Lauryn Hill, sonó por los altavoces acompañado de imágenes de niños y niñas afroamericanas en las pantallas. “Everything Is Everything”, “Superstar”, “Lost Ones”, “Forgive Them Father” (con un arreglo en música latina increíble), “Ex-Factor”, “Zion” y “That Thing” fueron las piezas que durante una hora nos hicieron vibrar y llorar sin dejar de saltar o bailar. Los arreglos y reinterpretaciones de cada pieza hicieron aún más especial su espectáculo. En ningún momento hubo algo predecible y las pocas intervenciones de la rapera y cantante, en español e inglés, nos hicieron sentirla cercana y verdaderamente entregada a sus fans en México. La figura de Ms Lauryn Hill en el escenario es algo que sin duda quedará en la memoria para todos quienes la vimos. Registros increíbles, delivery y flow en su rapeo, la manera en la que domina la tarima; todo es una muestra de cómo debe hacerse un show.

Comenzaba a enfriarse la temperatura en el recinto y la gente abarrotaba los espacios. Para cuando los primeros acordes de “Everybody Wants to Rule The World” sonaron, personas corrían para estar lo más cerca posible a Tears For Fears. La energía con la que los británicos tomaron el escenario fue brutal: se adueñaron de la atención de todos y lograron que cada alma en su presencia se rindiera a su música. “Sowing Seeds of Love”, “Mad World”, un cover a “Creep” de Radiohead, “Head Over Heels” y demás temas hicieron que la nostalgia creara una atmósfera de intimidad y pasión que permeaba en cada uno de los presentes. Tras un encore obligado por dificultades técnicas, “Shout” sonó con toda la fuerza y las luces hicieron que, una vez más, el público se explotara de emoción. Pareciera que los años no pasan por el duo inglés, pues aunque sus rostros ya reflejan la edad, su energía y técnica musical siguen intactos.

Lamentablemente uno de los actos que más esperábamos tuvo que ser cancelado y Dimitri From Paris no pudo hacernos bailar por el resto de la noche.

En conclusión, lo vivido en Jardines de México para Solar GNP fue un momento único. Si de quien escribe estas líneas dependiera la decisión de hacer una segunda edición en este momento estaría invitándolos a Solar GNP 2020.

Vampire Weekend estrena el clip "This Life"

Como parte de su más reciente LP, Vampire Weekend presenta un nuevo metraje.

Hace unos días se dio a conocer Father of the Bride, el cuarto álbum de estudio de Vampire Weekend. Para seguir con la promoción del LP, la agrupación ha compartido el videoclip de "This Life".

En el visual dirigido por Emmett Malloy podemos ver a Ezra Koenig, Danielle Haim y Ariel Rechtshaid recorriendo California. ¡Dale play a continuación!

Hace unos días la banda de indie rock estrenó la versión japonesa de su más reciente álbum. Los residentes del continente asiático pueden escuchar tres canciones extras: “Houston, Dubai”“I Don’t Think Much About Her No More” y “Lord Ullin’s Daughter”, esta última con la colaboración de Jude Law. 

Vampire Weekend visitará México los días 21 y 22 de octubre como parte de la gira promocional de Father of Bride. Los boletos ya están disponibles en preventa en el sistema Ticketmaster. Esto marcará el regreso de la banda luego de seis años.

Si no has escuchado su placa puedes hacerlo y leer nuestra valoración dando clic en la imagen.

Tom Morello y Serj Tankian le rinden homenaje a Chris Cornell

A propósito del segundo aniversario luctuoso de Chris Cornell, los músicos interpretaron el clásico de Audioslave: "Like a Stone".

Hace unos días, se cumplieron dos años del lamentable deceso de Chris Cornell. El músico, vocalista de bandas como Soundgarden y Audioslave, dejó una gran marca en la escena del grunge. Y muestra de ello es la diversa cantidad de homenajes que se le han realizado al artista. A propósito, este fin de semana, Tom Morello y Serj Tankian —vocalista de System of a Down— unieron esfuerzos para conmemorar al intérprete.

Durante el Sonic Temple Festival, el guitarrista de Audioslave, Tom Morello comenzó a tocar algunos riffs de Rage Against the Machine. Sorpresivamente, el también compositor tocó los primeros acordes del clásico de 2002, "Like A Stone". A los pocos segundos, Serj Tankian se integró al escenario para cantar la canción. Aquí te compartimos este gran momento.

La primera vez Morello y Tankian interpretaron juntos este tema fue meses después del fallecimiento de Cornell, durante el festival Rock Im Park. Sin embargo, la emoción que desató este momento fue como si hubiese sido la primera vez. Y en el video se puede comprobar.

Para conmemorar la huella que dejó Chris Cornell, te compartimos "Can't Change Me"; canción con la que recibió una nominación a un Premio Grammy como mejor presentación vocal de rock masculino.

 

Jonny Greenwood presenta dos temas de música clásica

Ensemble Signal interpretó por primera vez, dos temas compuestos por el músico e integrante de Radiohead. Escucha aquí "Three Miniatures from Water" y "88 (No. 1)".

No es sorpresa que Jonny Greenwood —guitarrista principal de Radiohead— lleve su amor por la música al género clásico. En distintas ocasiones, ha estado a cargo de las bandas sonoras de películas como: We Need To Talk About Kevin (2011) o There Will Be Blood (2007). Y este año, el músico y compositor tiene preparada una presentación especial como parte del BBC Prom; donde estrenará "Horror Vacui", una nueva pieza musical.

Pero antes de ello, durante su sesión para NPR, Ensemble Signal —ensamble neoyorquino— presentó dos temas compuestos por Greenwood: "Three Miniatures from Water" y "88 (No. 1)". Esta última, escrita en 2015 y estrenada en un festival en Suiza, así lo menciona la líder del grupo, Lisa Moore. Aquí los puedes escuchar.

"88 (No. 1)" es una pieza escrita específicamente para piano. Y Moore es la que se encarga de interpretarla. El título refiere a las 88 piezas que puede tener un piano y que son utilizadas en la composición. En entrevista para NPR, Jonny Greenwood comentó que pese a las especificaciones de la obra, el tema refiere a la alegría.

Hace casi un año, las partituras de esta pieza fueron publicadas por el músico. Así que si quieres intentar interpretarla, aquí las puedes adquirir. Y no olvides que la presentación para el BBC Prom será el 10 de septiembre, checa la página oficial para más información.

New Order anuncia nuevo álbum en vivo

En colaboración con el artista visual Liam Gillick, la agrupación inglesa lanzará un material en vivo con 18 temas.

Hace unas semanas, salió a la venta el box set edición especial de Movement (1981), álbum debut de New Order y que está cerca de cumplir 40 años. Ahora, la agrupación anunció el lanzamiento de un álbum en vivo: ∑(No,12k,Lg,17Mif) New Order + Liam Gillick: So it goes...

El material fue grabado en 2017, durante el Festival Internacional de Manchester; y Liam Gillick fue el encargado de los visuales, así que estén pendientes del DVD. Esta presentación es recordada por su increíble setlist, en el cual tocaron desde canciones de Joy Division, algunos temas olvidados y claro, éxitos de New Order.

En conjunto con el anuncio, el grupo de synth pop nos comparte un adelanto con "Sub-culture (Live at MIF)". Aquí la puedes escuchar.

∑(No,12k,Lg,17Mif) New Order + Liam Gillick: So it goes.. estará disponible a partir del 12 de julio. Además del formato CD, saldrá a la venta una colección de vinilos transparentes en color rojo, verde y azul. Así que, junta todos tus ahorros y pre ordénalos enseguida porque son edición limitada. Te compartimos el link del sitio oficial y también, el tracklist de este álbum.

 

        ∑(No,12k,Lg,17Mif) New Order + Liam Gillick: So it goes..

  1. "Times Change (Live at MIF)"
  2. "Who's Joe (Live at MIF)"
  3. "Dream Attack (Live at MIF)"
  4. "Disorder (Live at MIF)"
  5. "Ultraviolence (Live at MIF)"
  6. "In A Lonely Place (Live at MIF)"
  7. "All Day Long (Live at MIF)"
  8. "Shellshock (Live at MIF)"
  9. "Guilt Is A Useless Emotion (Live at MIF)"
  10. "Sub-culture (Live at MIF)"
  11. "Bizarre Love Triangle (Live at MIF)"
  12. "Vanishing Point (Live at MIF)"
  13. "Plastic (Live at MIF)"
  14. "Your Silent Face (Live at MIF)"
  15. "Decades (Live at MIF)"
  16. "Elegia (Live at MIF)"
  17. "Heart & Soul (Live at MIF)"
  18. "Behind Closed Doors (Live at MIF)"

Nick Murphy — Run Fast Sleep Naked

La evolución de Nick Murphy / Chet Faker.

Chet Faker vuelve a ser Nick Murphy ¿Por qué? Cuando comenzó su trayecto musical se hacía llamar Nick Murphy, pero ya había un artista con ese nombre. Por eso decidió cambiar y llamarse: Chet Faker, como un homenaje al trompetista Chet Baker. Pero en 2015 dejó atrás a Chet y se volvió a convertir en Nick Murphy.

El 26 de abril, de este año, salió a la luz su álbum titulado Run Fast Sleep Naked. Desde antes de que apareciera, ya nos preguntábamos por la identidad que iba a decidir tomar este artista. Es arriesgado cambiar tu nombre, porque existe la posibilidad de que tu identidad se pierda o cambie. Que la gente te olvide o simplemente se confunda.

¿Pero qué creen? A Nick Murphy no le pasó eso, al contrario.

En este álbum podemos ver la esencia del artista y una evolución en sus letras, melodías y todo lo que lo envuelve. Yo lo considero una versión más autentica de él.

No hay que olvidar la participación de Dave Harrington (la otra mitad del proyecto musical Darkside). Fue el productor y es de gran ayuda que los dos compartan un amor por los sonidos orgánicos y análogos, que lucen mucho dentro de estas 11 canciones que nos inundan de sentimientos, ritmos, expresionistas y más.

Es curioso cómo el tema de la edad se mantiene presente en este disco, incluso hay una frase que lo dice todo: “You´are not too old to sing this song out loud”. ¿Será que Murphy piensa que hasta Chet Baker disfrutaría de esta propuesta?

Pero vayamos a la música y a cada uno de sus temas.

Empezamos con “Hear It Now”. Una combinación de percusiones, sintetizadores, e incluso un saxofón, que congenian entre sí y hacen algo realmente espectacular. La voz de Nick destaca en cada segundo de esta canción, esa voz única que reconocemos de inmediato. A comparación de otros discos, en este su voz se escucha pura.

Él siempre se ha destacado por sus letras, por la profundidad de los temas y por hacernos creer que escribir sobre nuestros sentimientos, es fácil. Este álbum no es la excepción. A través de cada canción viene una historia diferente, creando un espacio más cálido y conmovedor conforme se van reproduciendo.

En este conjunto de canciones, llama la atención “Sunlight”. Se destaca de las otras por su ritmo diferente, con un toque agresivo, y sobre todo por la explosión de sonidos, que colorean un espacio sonoro que nos transporta a diferentes estados mentales.

Después se genera un cambió de dinámica, dejamos atrás las rolas saturadas y entramos a la calma “Novocaine and Coca Cola”. Una canción que pretende abarcar un tema que no es relevante, pero conforme vas escuchando cada letra, cada palabra, se va adentrando a tu corazón y cuando menos te lo esperas, ya la estás cantando y ya no puede salir de tú cabeza. Sin duda mi canción favorita del álbum.

Durante las siguientes canciones continúa con la misma dinámica, canciones más calmadas, en donde destacan las letras y Nick Murphy se pone un poco romántico.

Sin darnos cuenta llegamos a la parte más profunda del disco, esa que toca el corazón y hace llorar hasta al más fuerte. Una canción que nos hace recordar un poco el jazz: “Believe (Me)”.

Con una tonada de trompeta y piano, acompañada por una voz melancólica, y frágil. Es una canción triste pero realmente hermosa, que no dela atrás la vibra electrónica que siempre ha acompañado a Nick Murphy.

Cerramos este gran álbum con "Message You At Midnight". Una canción que merece ser acompañada por el video, una presentación en vivo en la ciudad de Nueva York. Las imágenes nos hacen comprender todo, nos hacen entrar en sintonía con Nick Murphy. La proyección de sus sentimientos a través del lenguaje corporal y sobre todo a partir de tocar un instrumento. Logran conectarse la música con la imagen y generan algo único.

No importa si se llama Nick, Chet o como quiera, la música lograda en este álbum es lo que vale la pena y siempre será así.

Entrevista con Damo Suzuki

Entre el poder de crear y los actos de amor: Damo Suzuki.

Todo es energía, todo se transforma y todo tiene una razón de ser. En el caso de la música, para algunas personas es una energía curativa sumamente poderosa. Para Damo Suzuki va mucho más allá. Previo a su presentación en el Festival Marvin tuvimos la oportunidad de platicar a distancia con el ex vocalista de Can y figura icónica del krautrock sobre la espiritualidad, el poder de crear y por supuesto, México.

“La música es comunicación y lleva consigo muchos mensajes. Es capaz de revelar la verdadera personalidad de su creador, ese ser humano que está parado frente a ti. Lo que piensa, lo que come, cómo habla y cómo se cuida... la música brinda identidad”.

Las enfermedades crónicas no solo debilitan el cuerpo de quien las padece, sino también su espíritu. Para el músico japonés, que fue diagnosticado con cáncer de colon hace cinco años y aún se encuentra en proceso de recuperación, no fue diferente; sin embargo, logró encontrar una fuerza particular que lo ayudó a salir adelante.

“No fue la música en sí misma, sino lo que hay detrás de ella. Estar de pie en un escenario me hace sentir muy agradecido con quienes dedicaron un poco de su tiempo a estar conmigo. Compartir tu tiempo es un acto de amor y también el nivel más alto de comunicación, cuando estas personas te rodean puedes curarte de cualquier tipo de enfermedad o problema. Simplemente te hacen ganar”.

Aunque borrosa, hay quienes aún recuerdan aquella distante etapa de Damo Suzuki con los Testigos de Jehová. Desde entonces, esta influencia religiosa y espiritual ha permeado su vida, tanto personal como compositor, de manera muy particular.

“Cada uno tiene su propia misión en este mundo: de dónde vienes y a dónde vas. Las palabras en la Biblia son importantes, pero si no las traduces en acciones carecen de valor. Dios es creativo e hizo al ser humano para que sea creativo, dándole la libertad de elegir lo que quiere hacer. Este poder es uno de los grandes componentes de mi vida diaria y mi base como compositor instantáneo".

La historia nos ha demostrado que los entornos hostiles son una gran oportunidad para el desarrollo de las artes y la creatividad. Debido al contexto actual del mundo algunos pensamos que podrían abrirse las puertas de una nueva era dorada para la cultura; sin embargo, puede que Damo Suzuki no lo crea así.

“La creatividad existirá mientras exista el ser humano, solo hay que estar conscientes y para que suceda debemos ser provocativos. Hay que nadar contra corriente, impulsados por esa energía positiva y creadora que nos hace libres. Si la generación que viene decide llamarla ‘La Era Dorada de la Creatividad’ porque el término es importante para ella, está bien”.

Desde 1983 Damo adoptó una forma particular para salir de gira, armando bandas improvisadas ​​con músicos locales en las ciudades en las que se presenta. Después de tantos años de hacerlo de esta manera, existen un sinnúmero de anécdotas y aprendizajes, además de la irrepetible mezcla de vibraciones y energías que se produce en cada show.

“Compartir escenario con músicos locales, siempre cambiantes y aleatorios, trae consigo múltiples desafíos, accidentes y aventuras. Sabemos que no hay vuelta atrás, por eso creamos el momento juntos. Compartir esa energía con la audiencia es uno de los factores más importantes y es lo que hace que cada actuación sea maravillosa y muy especial”.

 A más de una década de su primera y única visita, Damo Suzuki’s Network volverá a nuestro país de la mano del Festival Marvin. Sabemos que la banda que lo acompañará aquí está lista, que las expectativas son altas y que será un concierto memorable, ¿pero qué es lo que espera Damo Suzuki de México esta vez?

“Las coloridas plantas, sus jugosas salsas, el tequila, el mezcal y la comida; todas las cosas que se viven bajo el sol. En realidad no sé mucho sobre México, vivo al otro lado del Atlántico que es más brumoso y espeluznante, por eso me gusta el arte de Frida Kahlo. Sus pinturas tienen el típico color mexicano que puedo imaginar”.

Pero la novena edición del Festival Marvin no solo significa una de las últimas oportunidades que tendremos para ver a esta leyenda en el continente americano, sino que también nos regalará la posibilidad de ver a dos iconos del post punk británico en una misma noche: Wire y The Membranes. Así que sobra decir que si aún no tienen boletos, tarde o temprano se van a arrepentir.