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Sacred Bones / 2022
Cinco años de cambios, cinco años de introspección, cinco años de búsqueda desbloquearon la creatividad de Zola Jesus (Nika Rosa Danilova) para gestar su nuevo álbum, Arkhon. El primer disco de la artista en el que se aventura a colaborar. De la mano de Randall Dunn (coproductor) y Matt Chamberlain (percusiones), muestra un espíritu más esperanzador.
A través del disco, notamos que Zola no es la misma que conocimos en Okovi (2017). Esta vez hay un balance entre la desolación y la fuerza de lucha, entre la pérdida del rumbo y la promesa de las oportunidades en el futuro, entre tocar fondo y dar un salto de fe. Mientras Okovi fue una sublime muestra de resonancia, oscuridad y complejidad en el mejor sentido, Arkhon es observación y aceptación.
En 10 canciones, subimos y bajamos en energía, encontramos varios lugares. “Lost” y “The Fall” caminan en la delicada línea de sonidos ambientales que transportan a un bosque frondoso y solitario, escenario familiar en la música de Zola Jesus. Más adelante ese bosque se oscurece con “Sewn”, “Fault” y “Efemra”, las tres piezas más destacadas sin duda. Audazmente incorporan acordes y composiciones más complejas. Un dejo de dance yace entre el ritmo general. Las percusiones son inmersivas, ascendentes y catárticas, lo que acompaña a la perfección la intensa voz de Zola. Estamos en presencia de una especie de ritual.
Por otro lado tropezamos con “Dead and Gone” y “Desire”, sencillas composiciones en piano que dejan esperando una especie de punch line, tanto en lírica como en arreglos. Sin embargo, algo se redime con “Into the Wild", en la que transmite un sentido de entrega total y el descubrimiento de que al dejar ir también se puede encontrar un aspecto de control. “Let the walls fall, cause every step is yours into the wild”. Y lo mismo pasa con “Undertow”, que con un bellísimo intro transporta a un mindset de calma y redención.
Arkhon decae en complejidad en ciertos momentos, pero nunca en emotividad. Nos muestra una artista en balance interno, abierta a la recreación y a la co-creación. Después de la tormenta en Okovi, llegó la calma de Arkhon.