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300 Enterteinment / 2016
Desde inicios de la década pasada un joven de Atlanta conocido como Young Thug, comenzó una interesante carrera dentro del mundo del hip hop, pues a diferencia de los tipos rudos que suelen adentrarse en esta escena, el look andrógino de Thug le dio un lugar especial dentro de la música afroamericana. Este año ha lanzado tres LPs y el último de ellos, Jeffery, es un trabajo con una producción sublime acompañada de un grupo de lyrics que demuestran por qué el hip hop tiene la fama de develarnos la crudeza del mundo real.
Young Thug presenta su producción desde un alterego. No estamos escuchando los pensamientos de Young Thug sino que es Jeffery quien nos acompaña en el viaje sonoro, por ello no hay necesidad de presentar un disco con grandes colaboradores, pues, el centro de la obra está en este personaje creado ipso facto para el disco. Leer el tracklist nos muestra de inmediato que hay muchos nombres conocidos dentro del mundo pop y mainstream pero la canción que se lleva el disco es "Harambe", pues, la melancolía sonora y lírica combinada con el recuerdo del gorila Harambe nos hace pensar en el hip hop como fue en sus orígenes. También en una serie de artistas que están regresando a él, es decir, que le vuelven a dar importancia al mundo real, a los problemas, a la vida más allá del llamado bling-bling.
“Kanye West”, “Floyd Mayweather”, “Wyclef Jean” y “Swizz Beatz”. Cuatro nombres muy relevantes dentro del mundo afroamericano, ¿por qué aparecen en Jeffery? Al igual que Harambe, el hecho de que estos cuatro personajes aparezcan, va más allá de una idolatría por ellos, se trata de un pronunciamiento directo y claro en contra de la creciente ola de violencia racial en los Estados Unidos. Al ser de Atlanta, el rapero conoce las vicisitudes de ser negro y ser perseguido por cualquier acción que él haga; refiriendo a ellos Jeffery demuestra, una vez más, la igualdad que debe de imperar entre todas las razas, una declaración fuerte pero necesaria en una sociedad polarizada.
No solo basta tener un buen beat y una letra pegajosa, el hip hop va más allá de esas banalidades que se consumen día a día. Se debe tener una posición política y social, comprometerse con los escuchas que llegan a ti; en el caso de Young Thug no solo hay una composición sonora increíble, que va desde un beat clásico de freestyle hasta una mezcla con EDM, sino también un posicionamiento no solo como artista sino como persona. Las letras honestas son lo mejor de los 43 minutos de duración, demostrando así que los tiempos de crisis en el mundo son los tiempos más ricos para el hip hop.