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Ninja Tune / 2018
Young Fathers, el aclamado trío escocés que llamó la atención de muchos melómanos cuando ganó el Mercury Prize en 2014 con su álbum debut Dead y, que se popularizó por su colaboración en “Voodoo In My Blood” de Massive Attack; inicia, lo que parece ser, un proceso hacia un sonido más fácil de escuchar para el oído común con su recientemente estrenado tercer material, Cocoa Sugar.
Esta placa, mantiene las líricas complicadas y llenas de metáforas que han distinguido a sus canciones, así como lo ecléctico de su sonido que va desde el R&B y el gospel, hasta el trip hop y ritmos africanos.
La novedad sonora es que, en esta ocasión, el pop adquiere un papel más importante en su música, mismo que podemos notar desde el track inicial “See How”, el cual, te atrapa rápidamente con sus tonadas dulces y cantos pegajosos.
Cocoa Sugar no se diferencia mucho del sonido que pudimos escuchar en sus discos anteriores, Dead y White Men Are Black Men Too; lo que hace a uno preguntarse si el conjunto promesa de 2014 se ha quedado sin ideas o, si ese ligero cambio hacia el pop, es parte de un proceso en el que se debaten entre hacer música un poco más comercial o mantenerse fieles a su filosofía musical.
Entre sus canciones, destacan “In My View”, pista con un sonido que combina el dub, pop y R&B con un coro pegajoso que inevitablemente se incrusta en tu cabeza; “Turn”, con un inicio que recuerda a Die Antwoord y que poco a poco se va haciendo más y más agradable; “Lord”, que combina hábilmente el gospel y la electrónica con una lírica poderosa con frases como “This Is My Cross To Bear”; “Border Girl”, la rola con un sonido más comercial; y “Holy Ghost”, canción con ese rap tan característico con el que nos han deleitado por momentos en sus álbumes anteriores.
En resumen, Cocoa Sugar no es un mal disco, sin embargo, sí es un esfuerzo criticable para los músicos escoceses al no terminar de diferenciarse de sus trabajos anteriores. Es momento de que Young Fathers se atreva a correr riesgos más grandes en la búsqueda de una auténtica reinvención sonora, pues no basta con añadirles tintes pop o con tener un futuro clásico como lo es “In My View”.