Yo La Tengo - Stuff Like That There
Yo La Tengo - Stuff Like That There

Decir que Yo La Tengo es una banda prodigiosa con una musicalidad envidiable, es como decir que hay una abundancia de baches en Paseo de la Reforma.

Sin embargo, otra de las obviedades de este trío de Hoboken, Nueva Jersey es su repertorio enciclopédico de covers. Si mal no recuerdo, lograron tocar el tema de los Simpson y el “Hokey Pokey” (el que también canta Tatiana) en un mismo toquín, con solos virtuosos de guitarra campechaneados por ahí. Uno de sus discos cumbre, el Fakebook, llevaba a cabo el concepto de realizar puros refritos de canciones con géneros y artistas muy diversos entre sí y darles un acabado “Yolatenguesco”.  Stuff Like That There sigue esa misma línea, celebrando 30 años como banda y poniendo en práctica su legendaria versatilidad.

Al igual que en Fakebook, los cortes tienen una esencia más acústica y directa que en trabajos anteriores, por lo que hay country, folk y pop garantizados. Ahí tenemos al clásico de Darlene McCrea, “My Heart’s Not In It” como inicio de un viaje en carretera; la icónica “I’m So Lonesome I Could Cry” de Hank Williams recobrando fuerza para estos tiempos con las suaves guitarras de Ira Kaplan, el mesurado bajo de James McNew y la incandescente batería de Georgia Hubley; “Butchie’s Tune” de The Lovin’ Spoonful consigue mantener la esencia del pop florido y sesentero de la original pero elevado a la décima potencia y su versión de “Friday I’m In Love” de The Cure convierte el frenesí ochentero del himno de Robert Smith en un lamento para los días lluviosos con la dulce voz de Georgia.

El disco también incluye un manojo de temas originales y reversiones de clásicos anteriores: la preciosa “Deeper Into Movies” del I Can Hear the Heart Beating As One ahora viene como canción de cuna y “All Your Secrets” del Popular Songs se despide de su alegría tipo Pixar para terminar como una melancólica balada.

Quizás es bueno que Yo La Tengo se tome estos intervalos tranquilos entre disco y disco para ofrecer otra faceta del grupo y que apreciemos más los debrayes psicodélicos, las atmósferas sombrías y los altibajos emocionales que prevalecen en su discografía. Sin embargo, a diferencia de Fakebook, no se siente tan fresco o inspirado y a ratos parece que es un mero punto de relleno o lados B que sobraron de algo extraordinario. Aún así, cualquier palomazo de este trío es formidable, y deberá calmar nuestras ansias para su siguiente bomba.