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Octopus Electrical / 2016
Nacido en Londres, YAK es un trío caracterizado por sus intensas presentaciones en vivo en las que punk, noise, garage y psicodelia se suman a una alta dosis de crudeza e improvisación para generar un fuerte lazo con la audiencia, llevando la experiencia del concierto más allá de la simple interpretación musical. Compuesto por Oliver Burslem -guitarra y voz-, Andy Jones –bajo- y Elliot Rawson –batería-, en menos de dos años han logrado ponerse en el mapa, augurando ser una de las propuestas más frescas y sólidas de los últimos tiempos.
Con dos EP en su joven carrera, Plastic People y No -el último editado en la disquera de Jack White, Third Man Records-, el sonido de la banda puede definirse como una poderosa mezcla de géneros que, si bien han sido desarrollados y perfeccionados a lo largo de la historia del rock and roll, en sus manos se reinterpretan ingeniosamente.
Una muestra clara de ello es Alas Salvation, primer LP producido por Steve Mackey, quien además de ser bajista de Pulp ha trabajado con proyectos como M.I.A., Florence y Summer Camp. Grabado a un ritmo intenso -cuatro o cinco temas por día-, una de las grandes metas era capturar la naturaleza poderosa y cruda de los peculiares recitales de la banda, objetivo que sin duda se ve cumplido a lo largo de sus 40 minutos de duración.
Compuesto por 11 temas y dos interludios, Alas Salvation es un disco que lleva la visceralidad al extremo, dando como resultado una alquimia perfecta entre ruidosas referencias. A excepción de los interludios, no existen pausas entre temas, por lo que uno tras otro se imponen en los oídos sin tregua, evidenciando la perfecta y constante complicidad entre las potentes líneas de bajo de Jones –llenas de simplicidad e hipnótico trance- y las guitarras desbordantes de feedback de Burslem quien, con pocos acordes, ocupa un espacio musical caótico que se cimienta en las baterías sólidas de Rawson.
La voz frenética de Oliver va de un personaje a otro, recordándonos por momentos a Mark E. Smith, vocalista de la legendaria banda The Fall o incluso, en los cortes más tranquilos, pequeños gestos de Nick Cave, J. Spaceman o Julian Casablancas. Lo más exquisito de esta camaleónica personalidad es su capacidad vocal para controlar distintas formas expresivas que saltan de lo estridente a lo melódico sin mayor problema.
Destacan cortes como “Victorious (National Anthem)”, que en menos de dos minutos deja claro el universo desquiciante y múltiple que habita la agrupación; “Use Somebody” con su interesante toque de piscodélia y, por supuesto, “Alas Salvation”, canción que nombra este trabajo. En general, se puede decir que las composiciones breves son las que más impactan, induciéndonos al disturbio de forma descontrolada y avasalladora, como si el trío fuera un ejército entero. Basta escuchar “Curtain Twitcher” y su insaciable furia de dos minutos.
En el polo opuesto a la brutalidad del feedback se encuentra “Roll Another”, track en donde los decibeles bajan y la voz de Burslem nos muestra otro rango de su amplio espectro en una interpretación más próxima a Spiritualized que a los Stooges.
“Smile” nos sumerge en un paisaje western de guitarras reverberantes en donde la música viaja espasmódica entre la melodía y la disonancia. El disco cierra con “Please Don’t Wait For Me”, una especie de balada enfermiza llena de estados cambiantes y sobresaltos sonoros.
En Alas Salvation, imágenes de resentimiento, amor y deseo brotan de un interior enlodado y cínico. El menú: un maridaje perfecto entre riffs robustos y distorsionados, baterías sólidas y letras maliciosas.