White Lung
Premonition

White Lung regresa, para decir adiós

El trio punk White Lung, presenta su quinto álbum de estudio, Premonition, a través del sello Domino. Este disco marca su regreso luego de seis años del celebrado Paradise (2016) y también, como lo ha dicho la banda, regresan para decir adiós. Múltiples sucesos personales y sociales han orillado a los canadienses a tomar esta decisión, creyendo que es el mejor momento para hacerlo, pero no sin antes dejarnos este último disco, que es una declaración de principios en los que la banda establece irse bajos sus propios términos y sin renunciar ni un ápice a su estilo característico, mismo que podemos escuchar desde “Hysteric” primer tema del disco y que va directo al punto, sin dar ningún tipo de concesión; guitarras rápidas, baterías duras y voces poderosas. Aunque después de varias escuchas se dejan apreciar sus puntos más finos. Continuando en el mismo tenor tenemos a “Date Night”, que, sin el virtuosismo de la canción anterior, logra mantener la intensidad. Vertiginosa, se enfoca en el conjunto más que en hacer gala del talento individual.

Por otro lado, “Under Glass” difiere totalmente del resto del material, mucho más calmado y alejado del punk y trash en los que se manejan los demás tracks, tirando por el pop rock melódico, una licencia que se permite el trío, mientras que a nosotros nos deja tomar aire para lo que sigue. Luego de esta pausa podemos mencionar a “Bird”, tema que ejemplifica este segundo bloque del álbum, con un ritmo mucho más estable y con esfuerzos mejor dirigidos, presenta sonidos más claros, sin tanta fuerza, pero sí con mayor precisión.

Por último, resalta “Winter”, que también es la canción final del disco. Un cierre igual de potente que el inicio, riffs, tamborazos y coros, conforman este tema que, no deja de tener un aura de melancolía sobre si, y consciente de ello, presenta una fuerza distinta en su interpretación. En conclusión, es un buen disco, no es el mejor, ni el más propositivo, pero sí con la suficiente honestidad para cerrar una trayectoria de más de 10 años con la cara en alto. Muriéndose con la suya, White Lung trata de potenciar lo que mejor saben hacer, a veces con mejores resultados que otros, eso sí, no se les puede escatimar el hecho de que la entrega en cada tema es total. Obviamente, como cualquier despedida tiene un sabor agridulce, en la cual quedarán en el aire un montón de cosas que se dijeron o se pudieron decir, lo que se hizo y lo que pudo ser.