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PIAS / 2022
Harry McVeigh, Charles Cave y Jack Lawrence-Brown regresaron con su sexto álbum de estudio As I Try Not To Fall Apart. Para la producción de este colaboraron con Ed Buller (The Psychedelic Furs). Así, tan cansados de la realidad, por 47 minutos podemos escapar a los 80s.
White Lies no sale de su zona de comfort, ¿Quién lo haría cuando lograron entregarnos un álbum debut que deleita a los nuevos escuchas? Sin embargo, nos regalan temas que reúnen los mejores sonidos de sus canciones más memorables para ver la luz entre lo poroso del concreto.
La mejorada ejecución de sus instrumentos presentan melodías impecables con sintetizadores brillantes que nos asientan en el contexto de los temas; el piano que llega a nuestras fibras más sensibles; un bajo groove que nos lleva a bailar; coros pegajosos y la guitarra alterna para no olvidarnos de la banda de rock alternativo . La comparación con David Bowie o Suede no debería sorprendernos.
El álbum comienza con 2 singles “Am I Really Going To Die” y “As I Try Not To Fall Apart” donde los sintetizadores nos presentan la dualidad de la incertidumbre; tenebrosa y cósmica. El mundo cambió por completo y ahora cargamos un terrible peso en los hombros, por ello aparece “Breathe” que nos da un baño de quietud para darnos cuenta que mirarnos en el espejo no está mal.
“I Don’t Want To Go To Mars” relata el “sueño” para las grandes corporaciones de llevarnos al planeta rojo entre un chirrido de guitarra, pero la distorsión y el enojo se hacen presentes hasta dejarnos en la incógnita. En “Step Outside” todo parece felicidad con melodías funk, hasta que llegamos al punte, especialidad de la banda, y nos sumergen en la niebla mientras baja nuestro pulso para despertarnos repentinamente con los sintetizadores.
El bajo de Cave toma partida en “Roll December” su distorsión hace juego con una guitarra estridente digna del hard rock ochentero; un tema que parecía frívolo se torna desenfrenado. “Ragworn” no pierde el tiempo retratando nuestra trágica realidad con la frase “si ganan los tiempos oscuros, desearás estar en el infierno”.
“Blue Drift” es un tema agonizante, que podría convertirse en un himno gracias a la potencia de la percusión y la profundidad de los coros. “The End” es fúnebre y lenta manteniéndonos con expectativa. El órgano nos hunde en la inmensidad de lo desconocido visitando planos nunca antes vistos.
Finalmente, “There Is No Cure For It”. ¿Recuerdan los hidden tracks? Este podría ser perfectamente uno de ellos, no nos proporciona respuestas al tema anterior, pero el saxofón nos relaja después de un viaje precipitado. Nos encontramos en la ciudad, bajo la luz de la luna y apantallados por las luces de los autos que aparecen en dirección opuesta hasta encontrarnos con el inesperado final…
Así es la vida. As I Try Not To Fall Apart no pasa desapercibido y nos hace reconocer a una de las bandas más importantes de la década.