7
Stones Throw / 2017
01/Ago/2017
Si hay una canción en el repertorio de Ernest Greene para la inmortalidad es “Echoes”. Ni “You And I” (Within And Without, 2011) con toda su magia y encanto de paisaje sublime, con el coro en loop escondiéndose (“decide”) debajo de un susurro que narra un mensaje de amor ambiguo, entre despedida y declaración, un entramado de pop de ensueño que parece algodón de azúcar. Tampoco es “Weightless”( Paracosm, 2013), con su groove musical en cámara lenta, una odisea ácido temporal de chillwave romántico, la canción que se contrae y expande al mismo tiempo. “Feel It All Around” (Life of Leisure, 2009) podría filtrarse por su brillante bajo retumbando, el cristalino synth que arroja destellos sobre un capa lo-fi que desaparece hacia la mitad de la canción dejando a la voz tomar control del tema. No, ninguna de ellas. Es “Echoes”.
Cuatro años después de haber publicado Paracosm, Washed Out tiene un nuevo álbum Mister Mellow, un circuito cerrado de chillwave y hip hop en casi 30 minutos de duración. Su música no es una letra que puedas ir siguiendo o un beat que puedas repetir, es en realidad una experiencia de sonidos y emociones sobre las cuales te dejas ir, te cubre y absorbe como una nube poniendo sombra encima de un árbol. Algunas veces la vivencia no es total, pero en este álbum ha logrado darle una forma narrativa que funciona. Un concepto, por lo menos en sonido y en video, que es completo.
El álbum se acompaña de un video con animaciones alucinantes, stop motion, recortes de fotografías, texturas coloridas, ambientes tropicales y estética vintage, aparece Kyle Mooney de Saturday Night Live haciendo entrevistas bastante extrañas a un Ernest Greene desconcertado ante la locura de su acompañante.
Para Mister Mellow el sonido ha cambiado, Washed Out dejó de lado los ambientes nostálgicos y la sensación de lo irremediable, lo irrepetible y lo pasajero para darle espacio a una vibra más bailable y colorida (“Get Lost”, “Zonked”), a un lounge tropical (“Hard To Say Goodbye”) que conserva los paisajes psicodélicos (“Instant Calm”) sin deambular por sitios desconocidos. El único momento de ensueño es el final del álbum “Million Miles Away”, un asentamiento -ritmo lento como si caminara en reversa- de lo que acabamos de escuchar para que se cierre el circuito con unas guitarras descontroladas. Durante el video, en esta pieza aparecen los créditos de cada participante dentro de la producción.
Distinto a lo que ocurría en las otras entregas Mister Mellow es difícil de escuchar, no es el bedroom pop con el que solíamos relacionar el sonido de este músico de Georgia que fluía naturalmente, hay momentos de espesor (“Down And Out”, “Time Off”, “Burn Out Blues”) sobre los cuales cuales hay que aprender a deslizarse.
“Echoes” (Within And Without, 2011) es una aventura de cuatro minutos y siete segundos que sucede en la vida. Un primer destello -que se repetirá continuamente- abre el track, se va desvaneciendo durante un segundo, enseguida los synths abren camino, bajo y batería marcan un ritmo a medio tiempo, la voz fantasmal en eco de Greene comienza a rodear la canción: “You can't reach out. Your world weighs down. You toll, they ran. Reverse, the day goes by”. A la batería le suman percusiones y un castañeo acompaña el chillwave que adquiere mucha fuerza. Cuando termina la canción no piensas que haya acabado, es un poco sorpresivo. Hay que estar ahí para verlo, para sentirlo. Desafortunadamente Mister Mellow no incluye ningún “Echoes” que haya que conservar para la posteridad.
10
Columbia Records / 2017
01/Ago/2017
Con apenas 16 añitos, Declan McKenna, un joven originario de Hertfordshire, Inglaterra, se convirtió en toda una sensación en el mundo del britpop cuando en 2015 ganó el concurso de talento emergente del festival de Glastonbury con el tema “Brazil”. Ahora, con 18 años y bajo la producción de James Ford, productor de Arctic Monkeys y Florence and the Machine, lanza What Do You Think About the Car?, un álbum con 11 canciones de su autoría, que abordan temas controversiales como la religión, la discriminación y sobre todo, los jóvenes.
El título del disco nace después de que Declan encontrara un video de la siguiente conversación que tuvo con una de sus hermanas cuando él tenía cuatro años:
—Dec, ¿qué piensas acerca del auto? ¿Te gusta?
—Pienso que es realmente bueno, y ahora voy a hacer mi nuevo álbum.
Dicha conversación se encuentra al comienzo de “Humongous”, pieza que abre el álbum. Esta es la favorita de Dec y la última que escribió para el disco. Inicio melancólico con un coro angustioso: “I'm big, humongous, enormous and small and it's not fair, that I am nothing and nobody’s there”. Sin embargo, pasando la mitad de la canción, un ritmo cósmico se apodera de ella, haciendo un viaje auditivo realmente adictivo.
“Brazil” se basa en una tonada bastante pegajosa con un mensaje crudo y directo sobre la corrupción –durante el Mundial 2014 en Brasil– por parte del expresidente de la FIFA (corporación que gobierna el fútbol mundial), Joseph Blatter. Curiosamente, otra de sus canciones (“Isombard”), forma parte del soundtrack del videojuego FIFA 17. Cosas de la vida.
“The Kids Don’t Wanna Come Home” versa sobre cómo ser parte de la generación Z y sentir que hay esperanza en un mundo roto. El sonido ayuda a que así se sienta: lenta en un principio, pero explosiva en el coro y en la parte final de la misma. La voz de una generación ignorada. Las siguientes en el setlist son la repetitiva, pero poética y movida “Mind” y “Make Your Queen”, que abre con una guitarra acústica, un piano y una voz que relata con tristeza: “I know what I mean nothing to you, babe”, para llegar al coro y darle un giro retorcido con: “So make me your queen”.
Otro tema polémico. En 1967, Martin Luther King Jr. dijo “If you can't fly then run, if you can't run then walk”. 50 años después, Declan McKenna canta “If you can't walk, then run” en “Isombard”, que habla sobre el desinterés de los medios por abordar la brutalidad policial y la xenofobia. El ritmo es rápido y el coro contagioso, combo perfecto para tenerla todo el día en la cabeza. El tema está inspirado en el poema Next to of Course God America I de E. E. Cummings.
Temas restantes. “I Am Everyone Else” o de cómo ser alguien que no eres, con una melodía armoniosa y cambiantemente atractiva. “Bethlehem” se centra en la religión vista como algo dañino, mientras la fuerza de la canción va in crescendo. ¡Brilante! “Why Do You Feel So Down” es una de las mejores canciones del álbum, con una cadencia notable y una riqueza en la letra. “Paracetamol” es un tema emotivo cuyo eje es el manejo negativo de los medios sobre la comunidad LGBTTTI. La apoteosis la marca “Listen to Your Friends”, suave con un violonchelo que cuenta con una parte hablada por Declan, en la que el mensaje es claro: “The problem is poor kids who want holidays in term time, the problem is poor kids who can’t afford the train fare (...) The problem is welfare (...) The problem is drugs, the problem is free love and free hugs”.
Todas las canciones del disco rebasan los tres minutos y medio, pero ninguna cae en lo aburrido, ninguna sale sobrando. Son canciones necesariamente largas para apreciar el mensaje de Dec en cada una de ellas, así como la gran composición musical que posee el muchachito talentoso de 18 años. What Do You Think About the Car? es un álbum que vale la pena escuchar de principio a fin, una y otra vez, solo o acompañado.
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