Tricky
Ununiform

¿Y el trip hop?

Como si se tratase de una mala historia de terror, llega la producción discográfica número 13 de uno de los íconos más representativos del trip hop: Adrian Thaws, mejor conocido como Tricky. Ununiform no es un álbum en el que el británico se desgarre las entrañas, ni mucho menos una puerta a sus delirios. Con una mezcla de ritmos electro pop, el músico concluye con un disco plano, bastante alejado de sus trabajos anteriores.

Después de un intro de 1:56 minutos, suena “Same As It Ever Was”, compuesta por coros y rimas cortas, sobre una base sintética aburrida y una melodía pegajosa, que a los pocos segundos quieres dejas de escuchar.

La voz de Francesca Belmonte, resuena en “New Stole”, un tema que, si no es del todo malo, tampoco refleja el espíritu de Thaws. Con tintes poéticos a la Leonard Cohen, teñidos sobre bases electrónicas con un toque de misticismo llega “Wait For Signal”, en donde el artista interpreta junto a la actriz, cantante y modelo, Asia Argento.

El disco también cuenta con su versión de “Doll Parts” de Hole. Bajo el título de “Doll”, los rasgueos de la guitarra son los únicos acompañantes de la voz de Avalon Lurks. Sin la mínima intervención de Tricky, resulta absurda la inclusión de este tema en el álbum. O quizás es que, en esta ocasión, Thaws se quedó corto en inspiración y optó por recurrir a una fórmula segura.

Es obvio que, con los años, los artistas maduren y, probablemente, sus composiciones no sean las mismas que cuando tenían 19 años. Asimismo, es lógico que algunos de los demonios atormentadores del pasado se vayan desvaneciendo, o simplemente dejen de ser recordados con la ferviente furia de la juventud. Sin embargo, pareciera que grandes prodigios, que han realizado grandes aportaciones a la música durante varias décadas, un día se cansan, entran al estudio, y pretenden entregar al público un trabajo que suene más actual, y como Tricky, terminan perdidos entre sonidos escuetos.

En compañía de su vieja amiga Martina Topley-Bird, Thaws finaliza su entrega con “When We Die”, tema en el que el artista se torna más nostálgico, mientras se cuestiona sobre el abandono. Sin llegar a relatarnos más sobre su fragmentada vida, ni adentrarnos en aguas turbulentas, el de Bristol dejó ver una cara que jamás imaginamos, optando por un sonido completamente alejado de su trayectoria.