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False Idols / 2016
Tricky es un personaje que siempre ha estado ahí, tímidamente, conservándose al margen de lo comercial, hasta ahora, al margen de su cumpleaños número 48. En sus primeros años de existencia, el músico, productor, actor y director estuvo acompañando a también viejos conocidos como Massive Attack, Björk, PJ Harvey, entre otros, colaborando en distintos proyectos. Hoy, precedido de más de veinte años de carrera, el británico regresa con su doceavo disco de estudio, Skilled Mechanics (False Idols, 2016).
Tricky es reconocido por ser uno de los promotores más prominentes del trip-hop, un género que se distingue por su amplio espectro experimental, y este álbum no fue la excepción. El panorama cambia y a la vez se mantiene desde la trinchera personal de la creación. A lo largo de las 13 pistas que conforman este material, la voz del británico se diluye entre murmullos, incluso parecen, a veces, meros susurros. Tal es el caso de “I’m Not Going”, canción que nos lleva a un estado bastante pasivo gracias a su progresión acústica que logra gracias a una fina línea de guitarra. Con “Hero” el tono cambia, en donde la secuencia de sintetizadores se hace patente al abordar emociones negativas con un estilo hip-hopero, intención que se permea con “Don’t Go” y “Beijin to Berlin”.
Musicalmente se nota la solemnidad al hacer un par de covers tanto a Pomo for Pyros con “Diving Away” y “Bother”, pieza que le pertenece a Corey Taylor, vocalista de Slipknot: sin duda son temas que se disuelven en una fórmula que busca la simplificación de su proceso creativo, a comparación de las canciones originales.
Por su lado, “Boy” es la parada obligada a escuchar en este álbum. Inspirada por la infancia problemática de Tricky, caracterizada por la negligencia de su padre, el suicidio de su madre y su condena en la cárcel, el inglés nos remonta a dicha época con una peculiar acidez lírica, misma que la compara con un respiro asmático, en donde une estas experiencias con lo complicado que es conseguir un contrato con una disquera. Es en este recorrido por los pasillos de la memoria en donde Tricky le da el mismo peso a aquellas experiencias que lo marcaron de por vida, con situaciones un tanto más mundanas.
"Unreal" es la encargada de cerrar el disco, en donde nos lleva por una corriente lúdica surrealista bastante placentera que nos invita a dejarnos llevar por la alucinación, lo que confirma la tendencia de Tricky por explorar la diversidad tonal como forma evolutiva.