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Rough Trade Records / 2016
Cuando pensábamos que esta banda originaria de Nottingham no podría superarse a sí misma después de su muy elogiada producción The Something Rain, publicada en el apocalíptico 2012, llega Waiting Room (City Slang, 2015), el décimo álbum de estudio de los virtuosísimos Tindersticks. Al parecer el otoño es el kickstarter de la mayoría de sus producciones, y esta vez no podría ser la excepción. El pasado 10 de noviembre lanzaron "Hey, Lucinda!", el primer sencillo del disco, una pieza memorable hecha a dueto con la entrañable amiga del frontman Stuart Stapples, Lhasa de Sela, talentosa cantante mexicano-estadunidense que falleció en el invierno del 2010.
Waiting Room es una placa con once cortes, y cada uno estará acompañado de un cortometraje producido por La Blogothèque, (creadores de los famosos Take Away Shows), sumando a diversos directores reconocidos. El primero de ellos corresponde a "We Are Dreamers!", el décimo track de esta producción: un corte discreto envuelto en una atmósfera gótica, acompasada a las trepidantes vocales de la andrógina Jehn Beth, vocalista de Savages, dando como resultado una fascinante fusión.
El álbum sin duda es una pieza maestra. El sonido de Tindersticks es bastante clásico, y sin embargo proyecta una gama de delirio inigualable que nos incita a escucharlo de principio a fin.
El disco nos recibe con "Follow Me", una pieza cristalina, sin lírica, donde destaca la hipnótica melódica de Stuart Staples, antes de abrir paso a "Second Chance Man", envuelta en las oscuras vocales etéreas tan distintivas de este británico barítono, que nos evoca a las melancólicas voces de Nick Cave y Lou Reed. Después sigue "Were We Once Lovers?", un corte enérgico y vibrante, estructurado para desatar la sinestesia de cualquiera. "Help Yourself" es un virtuoso tema que se revela como una especie de soul entremezclado con los ritmos persistentes del R&B y armonías jazzeras. "How He Entered" se encuentra imbuida de paisajes oscuros que caracterizan al álbum, articulada en una narrativa que nos remonta a los orígenes de la banda. "The Waiting Room" es un tema pausado y sombrío que interconecta con "Planting Holes", un corte suave y minimalista completamente instrumental de ambiente completamente cinematográfico. "Like Only Lovers Can" es la manera más elegante de cerrar esta gran obra. La pieza se impone como una balada soberbia disfrazada de aparente simplicidad, dándole punto final a esta producción.
Waiting Room es un álbum prodigioso, anacrónico y bien estructurado. Definitivamente es el disco que necesitaba este decadente lustro.