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Tindersticks - Waiting Room

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Tindersticks - Waiting Room
Tindersticks - Waiting Room

Rough Trade Records / 2016

Artista(s)

Tindersticks

21/Ene/2016

Waiting Room de Tindersticks: El sonido anacrónico de la oscuridad.

Cuando pensábamos que esta banda originaria de Nottingham no podría superarse a sí misma después de su muy elogiada producción The Something Rain, publicada en el apocalíptico 2012, llega Waiting Room (City Slang, 2015), el décimo álbum de estudio de los virtuosísimos Tindersticks. Al parecer el otoño es el kickstarter de la mayoría de sus producciones, y esta vez no podría ser la excepción. El pasado 10 de noviembre lanzaron "Hey, Lucinda!", el primer sencillo del disco, una pieza memorable hecha a dueto con la entrañable amiga del frontman Stuart Stapples, Lhasa de Sela, talentosa cantante mexicano-estadunidense que falleció en el invierno del 2010.

Waiting Room es una placa con once cortes, y cada uno estará acompañado de un cortometraje producido por La Blogothèque, (creadores de los famosos Take Away Shows), sumando a diversos directores reconocidos. El primero de ellos corresponde a "We Are Dreamers!", el décimo track de esta producción: un corte discreto envuelto en una atmósfera gótica, acompasada a las trepidantes vocales de la andrógina Jehn Beth, vocalista de Savages, dando como resultado una fascinante fusión.

El álbum sin duda es una pieza maestra. El sonido de Tindersticks es bastante clásico, y sin embargo proyecta una gama de delirio inigualable que nos incita a escucharlo de principio a fin.

El disco nos recibe con "Follow Me", una pieza cristalina, sin lírica, donde destaca la hipnótica melódica de Stuart Staples, antes de abrir paso a "Second Chance Man", envuelta en las oscuras vocales etéreas tan distintivas de este británico barítono, que nos evoca a las melancólicas voces de Nick Cave y Lou Reed. Después sigue "Were We Once Lovers?", un corte enérgico y vibrante, estructurado para desatar la sinestesia de cualquiera. "Help Yourself" es un virtuoso tema que se revela como una especie de soul entremezclado con los ritmos persistentes del R&B y armonías jazzeras. "How He Entered" se encuentra imbuida de paisajes oscuros que caracterizan al álbum, articulada en una narrativa que nos remonta a los orígenes de la banda. "The Waiting Room" es un tema pausado y sombrío que interconecta con "Planting Holes", un corte suave y minimalista completamente instrumental de ambiente completamente cinematográfico. "Like Only Lovers Can" es la manera más elegante de cerrar esta gran obra. La pieza se impone como una balada soberbia disfrazada de aparente simplicidad, dándole punto final a esta producción.

Waiting Room es un álbum prodigioso, anacrónico y bien estructurado. Definitivamente es el disco que necesitaba este decadente lustro.

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Ty Segall - Emotional Mugger

8

Ty Segall - Emotional Mugger
Ty Segall - Emotional Mugger

Drag City / 2016

Artista(s)

Ty Segall

Emotional Mugger: noise weirdo y psicodelia

Dicen por ahí que toda creación artística refleja el inconsciente de su creador. En el caso de Ty Segall, y su más reciente material Emotional Mugger (próximo a salir bajo el sello independiente Drag City), una idea asalta nuestra mente: absurdo emocional.

Desde que la noticia de su existencia salió a la luz, el disco ha estado rodeado de detalles poco convencionales, como hacerlo llegar a los medios especializados mediante una cinta VHS (formato en desuso y casi desconocido para las nuevas generaciones) y subir una serie de extraños videos a la página oficial (en uno de ellos es posible ver a Segall y a su banda tocando en vivo mientras portan mascaras con rostros de bebes siniestros), entre otros. Detalles que dan vida a un imaginario bizarro y lleno de sarcasmo.

La portada del disco, por ejemplo, muestra a una terrorífica muñeca de porcelana con las cuencas de los ojos vacías como si se tratase de  una imagen sacada del universo de los hermanos Quay, mientras que en el extremo inferior se observa un recorte circular con la leyenda “No man is good three times”, eslogan utilizado en los años 40 por los republicanos contra la tercera reelección de Roosevelt en los Estados Unidos.

Al hablar de lo estrictamente musical, podríamos decir que este material se aleja de toda estructura, estabilidad y asepsia creativa. Conduciendo al escucha hacia un lugar en donde toda representación inconsciente puede tomar la forma que le apetezca, un lugar habitado por personajes disociados que intermitentemente pierden y recuperan su cordura.

Guitarras extremadamente ruidosas, una voz sucia y disonante, sintetizadores ásperos y patrones rítmicos poco comunes arrojan a Segall fuera de su zona de confort. Irrigando su tradicional sonido con un caos imaginativo y fértil gracias a una producción delirantemente articulada, cada sonido tiene su espacio y los instrumentos mutan de personalidad de un track a otro.

Destacan temas como “Candy Sam” en donde se logra un balance entre lo experimental y lo digerible, mostrando uno de los mejores solos de guitarra del disco en conjunto con una  melodía envolvente y pegajosa; “Mandy Cream”, que muestra un sonido casi único en la discografía de Segall, y “Baby Big Man (I Want A Mommy)", en donde la voz delirante de Segall se desfasa y se reencuentra intermintentemente, mientras la batería cohesiona una composición desarrollada en la elasticidad de una armonía volátil llena de atípicas ideas musicales.

Si bien Emotional Mugger es un álbum que seguramente dividirá opiniones, lo más interesante es saber que existen artistas que obedecen a su necesidad creativa sin miedo a defraudar a la crítica, sin necesidad de demostrar nada a su público. Al final del día, es la honestidad quien mantiene a flote y valida el trabajo de aquellos se atreven a ser fieles a su propio llamado.

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