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Ecstatic Peace! / 2017
Desde que Sonic Youth llegó a su fin, en octubre del 2011, sus integrantes han estado en búsqueda de un lugar al cual pertenecer.
La respuesta de Kim Gordon fueron un par de agrupaciones que se extinguieron tan rápido como llegaron: Body/Head y Glitterbust; Lee Ranaldo se ha ocupado de generar una serie de colaboraciones en conjunto con músicos como David Watson, John Zorn y Tony Buck, además de un par de discos bajo su nombre y el de su banda Lee Ranaldo and The Dust; por su parte Thurston Moore siguió con su carrera como solista y trató de levantar Chelsea Light Moving, una agrupación similar a Sonic Youth sin resultados, aunque el debut homónimo del 2013 haya sido una joya.
De entre todos los ex-integrantes de la agrupación neoyorquina es Thurston el que ha seguido siendo tan relevante como sorprendente. Su álbum pasado The Best Day (2014) tuvo una calurosa recepción gracias a la apertura emocional por la cual Moore tuvo que pasar para componerlo. Es una colección de relatos sobre su infancia y familia que en conjunto con la instrumentación melódica, quasi-melancólica, del mismo, lo convirtieron en un material imprescindible para sus seguidores y en uno de los mejores discos de su año. Eso sin mencionar que contiene varios de los riffs más poderosos, explosivos y pegajosos que ha compuesto en un par de décadas.
No es fácil mantenerse de pie tras haber entregado una sorpresa tan grande. Aunque Rock N Roll Consciousness contiene una carga emocional mucho menor al de su álbum pasado, logra dar otra cara de Thurston, una menos interesante y personal, pero que vale la pena apreciar.
El disco inicia con una pieza que fue presentada aquí, en México, dentro del festival de poesía en voz alta, se trata de “Exalted”, una canción de 11 minutos de duración que se mantiene de pie gracias a los movimientos de la guitarra de Thurston, viene acompañada en algunos momentos por un tambor y un solo de guitarra eléctrica a través del icónico sonido lleno de feedback que nos ha entregado a lo largo de toda su carrera.
En “Cusp” la voz de Thurston se escucha por primera vez en todo el disco, habla sobre la luz que generan las estrellas alrededor de la instrumentación de la canción; una pieza somnolienta que recuerda por momentos a “Isn’t Anything” de My Bloody Valentine, trabajo realizado por una de aquellas agrupaciones icónicas que nacieron de la raíz de los experimentos de Sonic Youth.
“Turn On” sorprende gracias a los rompimientos armónicos impredecibles que dividen la pieza en tres; los gritos de Moore respecto a los medios de comunicación y sus críticas sobre la forma en que la sociedad se distrae de la vida son interesantes, aunque he de decir que fuera del disco su actitud políticamente correcta empieza a ser cansada y hasta repulsiva. Es sorprendente que aquí se contenga un poco e interprete más sin reclamo directo.
Pasando los momentos dinámicos y enérgicos del álbum, llegamos a “Smoke of Dreams”, donde el cantautor nos sumerge con su guitarra en pasajes más fríos, pausados y relajantes. El aumento del tempo dentro de la segunda parte de la canción es uno de los momentos cumbres del disco.
Con tres golpes firmes inicia “Aphrodite”, una pieza que vale solo por recordarnos los tracks más agresivos de los discos Sister y Daydream Nation de Sonic Youth,
Rock N Roll Consciusness se establece como uno de los discos más interesantes para escuchar en el año, sobretodo si ya eres seguidor del trabajo de Thurston Moore o de agrupaciones similares de noise. Es un disco cerebral, mucho más lento que The Best Day respecto a la construcción de melodías, hace uso de estructuras más convencionales. Es un álbum rico que juega con un estilo que ha sido explorado por décadas, pero que sólo Thurston Moore hace sonar de esa manera, por eso vale la pena.