9
Brainfeeder / 2017
15/Mar/2017
Stephen Bruner es un músico originario de California que después de ser bajista en diferentes grupos, para fortuna de nosotros, decidió en 2011 iniciar su carrera como solista con el seudónimo de Thundercat. Además de tener una extravagante personalidad sobre el escenario, Bruner es realmente virtuoso con su instrumento, cosa que pudimos apreciar los que estuvimos en Ceremonia 2016.
En Drunk, Bruner vuelca toda su clara pasión hacia la música y el funk, en un material con una excelente producción, que además es extenso y con mucha variedad. Escuchar este álbum es como zambullirse en un helado río con agua cristalina, y crecer branquias, para nunca querer salir de esa frescura.
Algo que es inmediatamente notorio de este disco, es la irreverencia del compositor, que sale a borbollones con canciones como “Captain Stupido”, con una letra hilarante que incluso hace referencia al meme “Jesus take the Wheel”. Este humor también está presente en “A Fan’s Mail (Tron Song Suite II)”, que trata acerca de ser un gato y literal está repleta de maúllos, y por supuesto, en la envolvente y divertidísima “Friend Zone”.
Sin embargo, Drunk no es un disco tomado a la ligera, ya que podemos encontrar piezas en donde Bruner realiza una increíble interpretación en el bajo como en “Uh Uh”, con unas salvajes notas en dieciseisavos o la psicodélica “Tokyo”, con un slap bass hipnótico.
Por si no fuera suficiente que Drunk es un verdadero agasajo de funk por sí sólo, hay una plétora de canciones con colaboraciones de artistas de la talla de Kendrick Lamar, Flying Lotus y Pharrell Williams, echando a la mezcla una potente pizca de hip hop. Algunas de estas canciones son la suave “Walk On”, la tierna pero a la vez deprimente “The Turn Down”, e “Inferno”, oscura y mística.
Justo a la mitad, colocada ahí a propósito y representando el cenit de un disco casi perfecto, se encuentra “Them Changes”, una canción previamente publicada en el EP The Beyond / Where the Giants Roam (2015). Esta no solo es la mejor pieza de todo el álbum, es una de las obras definitivas de Thundercat. Intrigante, movida, con una letra pegajosa y por supuesto, con un bassline que te seduce, “Them Changes” es una verdadera joyita.
Es grato ver que la carrera musical de Thundercat continúa en ascenso, e incluso, ya ha sido merecidamente reconocida al recibir un Grammy en 2016. Nada más nos queda esperar que próximamente lo podamos ver de vuelta en nuestro país.
8
Casete / 2017
14/Mar/2017
Capo está de regreso en la escena nacional con Navegantes, su segundo álbum de estudio y apenas su tercer material –sumando su EP Florecer (2014)–. Este nuevo disco cuenta con 11 canciones y, según la propia banda, regresaron a un sonido más folk y country. Y sí, es verdad.
Este disco irónicamente inicia con “Al final”, una gran canción que realmente pone a pensar cómo es que Capo no está algunos escalones más arriba dentro de la escena. “Al final” es un tema cuya melodía sumamente folclórica, combinada con la suave voz de David Vargas, te envuelve completamente y de alguna manera coloca en tu mente escenas de bosques otoñales mientras el ritmo se va incrementando para finalmente consumirse cual fogata.
“Nada” continúa con el buen inicio siendo un tema menos denso y más directo que se combina muy bien con “Tiemblo”, antes de seguir con “Arena”, otra de las joyitas del disco. Esta canción, a diferencia del track inicial, cuenta con atmósferas mucho más producidas y revestidas –especialmente por la guitarra de Vicente Jáuregui– que te hacen mantenerte clavado en ella.
La segunda mitad del disco es ligeramente más suave sobre todo “Te necesito”, “Chent Lee” y “Déjame solo” que además recurren a riffs más alegres y campiranos. Sin embargo, la canción más fuerte en ese sentido country es “Gigantes”, pues su ritmo la hace una digna canción del sur estadounidense con todo y banjo.
Justo después de pasear por Alabama, “Laberinto” nos lleva a Texas, pues es un clásico y bien ejecutado western con la voz de David aún más suave. Este tema pudo ser un gran cierre del álbum, sin embargo, después llega “Hunting”, una balada que se va saturando de guitarras y la hace explotar de una manera eufórica, dándole al disco un cierre aún mejor.
Después de escuchar Navegantes en su totalidad, llega la respuesta a la pregunta que hago renglones arriba: con todo y que es un buen disco, bien producido y con canciones interesantes, el sonido de Capo tal vez no es taaaan amigable o taaaan entrañable, lo cual de alguna manera evita que ocupen el lugar que debido a la calidad de su música les correspondería en la escena nacional.
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