8
XO, Republic / 2015
14/Sep/2015
"Los dos sabíamos que no podíamos ir sin ello, ella me dijo: nunca estarás solo", canta The Weeknd en su exitoso sencillo "Can't Feel My Face”. Todo apunta a que es una dedicatoria a la cocaína. En el video, una especie de figura con aspecto terrorífico avienta un encendedor que literalmente prende al cantante y logra contagiar al público con su música. Quizá sea el timbre de voz, quizá el cómo baila o la música, pero es inevitable relacionarlo con Michael Jackson. Es posible que el hype que se le ha hecho a Abel Tesfaye termine por resultar contraproducente, porque las expectativas son muchas, el talento existe, pero aún no podríamos afirmar que sea de tal calibre, y mucho menos podríamos sostener que esté listo para cargar con semejante peso, ser sucesor de El Rey del Pop. Pero hay que ser justos. The Weeknd existe por sí solo, aunque sea inevitable ver en sus canciones una influencia de Michael Jackson.
Su nuevo álbum está construido combinando ritmos, géneros y conceptos, de tal suerte que termina siendo una mezcla que puede atrapar a todos los públicos: hip-hop, pop, R&B y baladas pop llenas de historias retorcidas como abusos sexuales, drogas y prostitutas. Oscuridad y dramatismo en el canadiense. No es un álbum sólido, por el contrario, está segmentado para alcanzar diferentes momentos de lo que resta del año. Va y viene en intensidad.
La corriente principal de música ahora mismo es del hip hop y el R&B. El mundo es de los negros. Pero aún The Weeknd no merece ese trofeo. Al menos no con su "Belleza detrás de la locura" (Beauty Behind the Madness), (un título, por cierto, poco pretencioso)... porque si bien la primera mitad funciona muy bien con su producción pulida, con los coros, con las voces distorsionadas, agudas y cavernosas que sale de temas como "Often", o los riffs climáticos en "Tell your friends”, hacia el final del álbum alguien decidió que sería buena idea que hiciera dueto con Ed Sheeran, un fracaso total. Tema forzado como el del Lana del Rey. The Weeknd muestra su verdadera intención con este álbum.
La industria quiere exprimirnos el cerebro. Quiere que compremos todo y The Weeknd es su nuevo bebé: la estrella pop con un poco más de intención, surgido de la oscuridad y convertido ya en marca. Adiós al The Weeknd autónomo de la irregular Trilogy.
A Tesfaye le han ganado más las ganas de ser una estrella que la búsqueda de ser alguien con una trayectoria más sólida. Eso es Beauty Behind de Madness. Sigue siendo "El Caballero de la Noche", como lo ha llamado Pitchfork, pero un caballero que busca ser visto y reconocido, ya no el héroe anónimo. Aun así, hay canciones que conservan el balance perfecto entre ambas corrientes (el anonimato y la fama), como "Losers", "Often", el hitazo "The Hills", "Acquainted", "Can't my Feel Face", "In The Night" y la grandielocuente "Angel". Lo demás es la marca que nos quieren vender, muy lejana del The Weeknd de "KissLand", en donde homenajeaba a Portishead. Esta vez el Caballero de la Oscuridad dejó ver su rostro y ha desaparecido parte del misterio y el encanto.
8
Paper Bag Records / 2015
10/Sep/2015
En medio de la estridencia sonora de la ciudad, Teen Daze se plantea ser un escape momentáneo a un universo paralelo que promete estar lleno de una delicada pasividad que envuelve y refresca las emociones. Para "Morning World", Jaminson da un pequeño giro a su sonido, experimentando con una amplia gama de instrumentos, concentrándose en mantener melodías suaves con reminiscencias pop.
“Vallery of garden” da la bienvenida con el imponente sonido de un chelo que da pie a un juego de cuerdas que llenan de elegancia y sobriedad el entorno. Para describir aspectos melosos y románticos sólo hay un color que viene a la mente; “Pink” aumentando el ritmo y con la voz llena de sentimiento del productor echa mano de los aparatos electrónicos que mueven los sentidos.
Arpegios de sintetizadores combinados con secuencias suaves “Morning world” encuentra un balance entre el sonido de las pistas de baile y lejanos recuerdos de pop. Cargada de recuerdos psicodélicos “Live in the Sea” extrae la evolución de Teen Daze mezclando un esqueleto de caramelo rítmico con sonidos sintetizados y acordes de guitarra.
La lluvia trae consigo los momentos más melancólicos, con una impresión directa de estos sentimientos el tema “Post Storm”, atrae a los oídos por la manera en que se desarrolla, pareciendo de primera instancia una pieza instrumental cubierta de cuerdas graves, avanza y culmina con ritmos medios y una picadura de emoción en la única frase que le pone fin.
Con el ritmo subiendo y bajando como las olas del mar “You Said” y “Garden Grove” llenan de acordes limpios y precisos que destensan el cuerpo. Acercándose a una canción de cuna, con acordes de piano “Good Night” despide el álbum con un mensaje no apto para los corazones rotos.
Con once canciones Morning World no encuentra parentesco con su antecesor, All of Us, Together, aumentando la complejidad sonora y la creación de atmósferas que muestran las facetas más delicadas del productor canadiense.
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