The Used
Toxic Positivity

Nuestras máscaras se caen escuchando el último disco de The Used.

“La banda originaria de Utah nos obliga a ver que para que podamos brillar, tenemos que estar en oscuridad primero”.

Son las tres de la mañana y solo hay algo en lo que pensamos, lo que nos
angustia, eso de lo que no podemos escapar, que tanto nos atormenta: nosotros mismos. The Used siempre nos ha obligado a enfrentarnos a nuestros problemas para poder salir al otro lado. Toxic Positivity nos hace ver cómo muchas veces queremos dormirnos para olvidar que para que podamos brillar, siempre tenemos que estar en oscuridad por un tiempo.

La producción fue hecha completamente por John Feldmann, conocido por ser uno de los padrinos del pop-punk al haber trabajado con Good Charlotte, Panic! At the Disco, Avril Lavigne y Blink-182, por mencionar algunos, y por haber sido el principal colaborador de ella durante casi todos sus proyectos largos —excepto Artwork (2009) y The Canyon (2017).

La banda originaria de Utah quiso iniciar el proyecto con gritos y rugidos que se sienten viscerales, para mostrarnos lo mucho que todo duele y que nos pesa en “Worst I’ve Ever Been”. Una canción en la que las guitarras nos dicen que nadie nos va a salvar, que debemos hacerlo nosotros mismos. Esta es una temática que se repite en composiciones como “I Hate Everybody”, donde pone su peso en los sintes y en la
voz de McCracken, siguiendo la línea que ejecutaron en Heartwork (2020) y que se asemeja a American Beauty/American Psycho (2017) de Fall Out Boy.

La integración de cuerdas como violines y cellos que utilizaron en su último LP se encuentra en “Cherry” y “Dancing with a Brick Wall” en las que nos enfrentamos a una relación unidireccional, ya sea por nosotros mismos —como en la primera— o por la otra persona.

El sonido heavy característico del grupo está presente en temas como “Numb” y “Pinky Swear” donde los screams y los sonidos guturales continúan la vibra fuerte de las guitarras que se roban el protagonismo, lo que genera contraste en “Dopamine” y “Top of the World”, en las que el narrador finalmente puede sentir el amor del que tanto le hablaban los demás en “Headspace”, donde lo perseguían y abrumaban sus
pensamientos, de los que puede finalmente salir a la luz al aceptar que todo puede estar bien en “Giving Up”, una canción en la que finalmente podemos estar en paz con no tener control y avanzar a pesar de las adversidades.

Toxic Positivity es su propio enemigo, un disco en el que The Used puede sentir todo su lado oscuro para finalmente abrazar el de la luz, donde puede encontrar paz en el caos, tal y como todos siempre soñamos.