79176
The Fratellis - Eyes Wide, Tongue Tied

8

The Fratellis - Eyes Wide, Tongue Tied
The Fratellis - Eyes Wide, Tongue Tied

Cooking Vinyl / 2015

Artista(s)

The Fratellis

The Fratellis aún hacen mover la patita.

En un concierto reciente en Birmingham, Jon se despidió con un “Gracias por dejarnos pretender que somos estrellas de rock. En 2014, The Fratellis, intentó producir un disco, pero decidieron matarlo y conservar sólo dos canciones para éste (producción de Tony Hoffer, quien también dirigió Costello Music). Quizá por ello tal humildad.

La portada de su cuarto disco es reveladora en modo singular: una chica mira un lienzo vacío con los ojos bien abiertos –suponemos- pero sin palabras: la obra puede ser todo y nada. Tal vez como se sintieron los reseñistas del mundo ante Eyes Wide, Tongue Tied, quienes nunca se pusieron de acuerdo.

Lo que para unos es una colección de canciones formulaicas, para otros –cof, cof, yo- es rock and roll sin pretensiones cósmicas pero de buen oficio: los escoceses jamás han prometido luna de queso ni revoluciones estilísticas. De hecho, la inclinación de John Lawler –verdadero nombre de Jon- por lo que los gringos llaman “Americana” no podía faltar.

El single “Me And The Devil” -inspirado en la novela de Nick Tosches del mismo nombre- abre con neblina y pianos taciturnos para enmarcar el camino de un sujeto lírico que amenaza con vender su alma, y al mismo tiempo engañarnos: lo que sigue no es así de dark, pese a que en “Slow” pide al amante “Si me vas a dejar, ¿lo harías lentamente?” y en la sesentera “Moonshine” aúlla mientras sangra. Al final, sin embargo, “se siente bien” pues se puede ir con “chicas de cabellos rizados y camas vacías”.

“Impostors” trae de inmediato cierto aroma al “british country” de Mark Knopfler y “Getting Surreal” –la letra de la que Jon se siente más orgulloso según su Facebook Q&A- recuerda, en la estrofa al menos, al groove de “Mary Jane’s Last Dance” de Tom Petty And The Heartbreakers.

Pero no busco similitudes de la nada. En realidad algunas son tan obvias que en mencionarlas no hay spoiler alert: “Dogtown” rinde tributo descarado a Stevie Wonder (“Higher Ground”) y The Beatles (“Come Togheter”) al mismo tiempo, mientras que en “Thief” escucharás inevitablemente el tema de “Ghostbusters”. Es tan evidente que “Baz”, el bajista, aceptó medio en broma medio en serio en el Q&A que por eso la canción se llama así.

Los once tracks son tan catchy que a ratos parecen estar a un paso del jingle. Incluso no falta quien los visualiza en un comercial noventero de Levi’s, pero qué diablos, como dijo Jon en entrevista: “El rock and roll existe para mover la patita* y por eso no hay que tomárselo en serio”. Amen to that!