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The End Records / BMG / 2017
02/Jun/2017
Con la tecnología como una aliada y no como enemiga, tratamos de prolongar los buenos momentos con fotos y publicaciones, con recuerdos que queden grabados y con testigos que los avalen. Consumimos la añoranza del pasado al por mayor y traer de vuelta las experiencias positivas es invaluable; tras 25 años de su primera producción, regresa The Cranberries con Something Else, su más reciente LP que contiene nuevas versiones de los éxitos de antaño y tres tracks inéditos compuestos por la misma Dolores O’ Riordan.
Something Else es algo más que un agradecimiento, es un paso firme en la zona segura, sin arriesgar mucho. El álbum contiene 10 canciones con lo mejor que la banda de irlandeses nos ha dado en un cuarto de siglo, así como tres temas nuevos salidos de la pluma de O’Riordan que expresan mucho dolor, duelo y la madurez personal que llega con la edad. Los irlandeses cuentan con la colaboración acústica del Irish Chamber Orquestra en la Universidad de Limerick.
La primera prueba de esta antología musical es el súper éxito “Linger”, sencillo noventero que los llevó a la cima y cuya versión acústica se mueve en un plano seguro pero pone de manifiesto la madurez vocal de Dolores; la onda folk sigue estando ahí y parece que renovar esta canción era imperativo en lo profesional.
La segunda del compilado es “The Glory”, una de las nuevas canciones agregadas a este greatest hits y que encaja a la perfección con lo meloso de los demás temas; “Rupture” habla de la familia, que es uno de los temas comunes en esta producción además del duelo que vive la cantante irlandesa tras la muerte de su padre, la depresión es evidente en la lírica de los temas inéditos. En “Why”, la que cierra este viaje nostálgico, la melodía es pesada, un poco fúnebre y es la canción dedicada enteramente a su padre.
Es complicado tomar la decisión puntual de quitar sonidos que se han vuelto icónicos en la historia de la música, la apuesta es grande y en “Zombie”, sustituir la expresión de la batería desenfrenada por la voz estridente parece ser arriesgado y ha generado opiniones divididas y totalmente opuestas. Así mismo, para “You & Me” el clásico sintetizador se cambió por los riffs de las cuerdas que los invitados de honor dieron como regalo a este hit.
El compilado de los recuerdos contiene las versiones unplugged de “Dreams”, de su aclamado primer álbum Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We? (1993); “Ridiculous Thoughts” y “Ode to My Family” de No Need to Argue (1994) y cuyas versiones acompañadas de los violines de la orquesta son simplemente exquisitas. Completan el disco “Free to Decide” y “When You’re Gone” del álbum To The Faithful Departed (1996); “Just My Imagination” y “Animal Instinct” del Bury the Hatchet (1999).
La producción en general es bastante buena pero no ofrece novedades, ni sorpresas, los tracks inéditos se asoman tímidamente pero no destacan; Something Else no es nada nuevo, no da más de lo que había y parece un intento por calmar a los fans de la banda de rock irlandesa después de los problemas internos y de Roses (2012). Sin embargo, debemos reconocer que tras 25 años de carrera artística, la banda aún tiene a sus miembros originales.
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Capitol Records / 2017
31/May/2017
Por Fernanda Flores
Cold War Kids es un grupo que se ha ganado un lugar importante en la escena del rock alternativo. Con el paso de los años ha buscado cambiar muy poco la forma de hacer música. La banda se esfuerza por mantener un estilo similar; después de 13 años de carrera llega su séptimo álbum de estudio.
La Divine es un disco de 14 canciones que aborda distintos temas: desde las relaciones de pareja, hasta asuntos políticos. Asimismo, se siente como hogareño con ciertos toques de nostalgia y oraciones que rinden tributo a los orígenes de los integrantes de la banda.
Sin embargo, es un material que suena a grupos como Yeah Yeah Yeahs, Imagine Dragons, Portugal.The Man y muchas otras bandas fáciles de identificar en el microuniverso del indie rock. Los 44 minutos que tiene de duración son, hasta cierto punto, monótonos. Se ven interrumpidos por tres interludes.
Estos intermedios son los encargados de hacer que La Divine no sea un álbum repetitivo y, eventualmente, cansado. Inclusive, pueden hacer que la persona que está escuchando vuelva a retornar su atención a las canciones; en especial cuando suena ”Wilshire Protest”. El tema es un monólogo melódico que habla sobre un acontecimiento político del que fue testigo Nathan Willett. Esto no significa que sea la mejor rola del disco, sino que es la que apuesta por un nuevo experimento de Cold War Kids.
Entre las más sobresalientes están los singles “Can We Hang On?”; “Restless”; el tracks “Ordinary Idols”; el interlude “Camera’s Always On”; su continuación “Part of The Night”; y, por último, “Free to Breathe”. Estas canciones son más parecidas a lo que escuchábamos en sus primeros discos. Nos hacen pensar que, el ahora quinteto, está en una buena etapa.
Las otras siete canciones no mencionadas en este texto, no son malas. Son, más bien, un reflejo consistente, divertido y con mucho pop. Combinadas con las anteriores crean un álbum que sí tiene lógica; pero, se percibe raro al escuchar. Es cosa de darle varias oportunidades para entenderlo y aceptar que el grupo formado por Nathan Willett, Matt Maust, Joe Plummer, Mathew Schwartz y David Quon está buscando conseguir un cambio y una nueva madurez a través de la experimentación.
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