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The Black Keys
Turn Blue
Nonesuch Records
2014
Qué difícil debe ser concebir un disco después de llegar a la cúspide mediática y de exposición comercial. ¿Será una sensación parecida a la que se obtiene durante el tedioso y complicado proceso del “segundo disco”?
Después de El Camino (2011), The Black Keys pasó de ser un grupo de media tabla a convertirse en una de las bandas más importantes de la actualidad. Y aunque desde Attack & Release (2008) ya mostraba avidez por mutar en algo más que un dueto graso de blues, es en Turn Blue en el que experimentan con distintas perspectivas sonoras. Su octava placa podría decepcionar a muchos por el desapego al sonido embarrado e impúdico de entregas anteriores, pero la realidad es que esta obra, con una portada influenciada por los hipnóticos Rotoreliefs de Marcel Duchamp, ofrece varias joyitas.
Danger Mouse, que tomó la batuta como productor por cuarta vez en la carrera del dueto, se encargó de pulir el sonido de una banda que hace 12 años salió de las alcantarillas, sótanos y clubs infames de Akron, Ohio. Esos días quedaron atrás, pero no crean que es el fin. Se percibe madurez y probablemente, sea el trabajo más fino de Dan Auerbach en las seis cuerdas, embellecido por el desempeño más monótono y uniforme en la carrera de Patrick Carney en las tarolas y platillos. Si a eso le sumamos el ensamblaje con teclados y bajo, el resultado seguramente se asemeja a lo que buscaban sus autores: sonar como una de las bandas más importantes de la actualidad.
Más de dos minutos tardan en explotar las vocales de Dan con “Weight Of Love”; temazo de apertura, lleno de pachequez y space rock que te remonta por momentos al Dark Side Of The Moon de Pink Floyd. Una fascinación que retoman con “Bullet In The Brain”, otro gran corte en el que regresan las referencias al legado de David Gilmour y compañía. ¿Plagios u homenajes?
Pero más allá de Pink Floyd, parece que The Black Keys estuvo desempolvando varias joyas para inspirarse. Desde galanteos con el southern soul en “In Time”, hasta otro buen viaje con un riff exquisito y psicodélico en “Turn Blue”. Desde un inicio descarado a la “Mr. Brownstone” de Guns n' Roses que muta en un tema de guitarras gordas e impureza bluesera en “It´s Up To You Now”, hasta “Gotta Get Away”, que nos hace pensar en los Stones durante Exile On Main St., o en los primeros trabajos de Neil Young.
Los puntos bajos de Turn Blue son aquellos temas durante los que las seis cuerdas no toman un papel preponderante y dan paso a coritos y melodías infames con una estructura más pegajosa y melosa. Esto probablemente influenciado por Danger Mouse, quien parece haber impregnado a los de Akron con su legado en Broken Bells. Lo peor del disco: “Fever”, “Year In Review” y “Lovers”.
Turn Blue es de esos discos que conmueve conforme le vas dando la oportunidad. No cautiva desde un principio, pero es mucho más que su decepcionante primer sencillo. Al igual que con su portada, se van encontrando pasajes hipnóticos que van del southern soul al space rock, de la psicodelia al blues y del pop más meloso a vestigios de impureza y crudeza que habitaba en el dueto.
Al diablo con los puristas, bien por The Black Keys.