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Nonesuch Records / 2019
Directos y clásicos, así es The Black Keys. Dan Auerbach y Patrick Carney vuelven en Let’s Rock (Easy Eye Sound / Nonesuch Records), su noveno álbum, a los inicios del sonido garage, blues e influencias del rock and roll clásico que nos ofrecía con producciones como El Camino (2011) y Brothers (2010). Prometen hacer justicia a la influencia que dio nombre al disco: La frase que el primer ejecutado con silla eléctrica en el estado de Tennessee dijo antes de morir. La portada y la contraportada del álbum (la silla eléctrica y el cable que la une al dúo), los comerciales y algunas canciones como "Go" o "Lo/Hi" logran transmitirnos esa energía y potencia, pero que, al escuchar la producción por completo, solo se transmite en momentos clave. ¿El grito de Let’s Rock encontrará la dirección correcta?
La primera canción, "Shine A Little Light", parece ser la luz que nos guiará durante todo el disco. If evil lays its hands on me, shine a little light on my soul / Show me things I cannot see, shine a little light on my soul (Si el mal pone sus manos sobre mí, haz brillar un poco de luz en mi alma / Muéstrame cosas que no puedo ver, haz brillar un poco de luz en mi alma), suplica Dan. En la canción, él busca la orientación que necesita su vida ante su aflicción. Pequeños chispazos de The Rolling Stones se avecinan. La segunda canción, "Eagle Birds" nos recuerda al rock clásico de Lynyrd Skynyrd, ZZ Top e inclusive a Tom Petty and the Heartbreakers, eso sí, si le aumentamos la tecnología que poseemos ahora para producir. Los coros femeninos, la pandereta y el efecto de palmas le ponen más picardía a la canción y la vuelven bailable.
"Lo/Hi" nos hace sentir como en una montaña rusa, con una perspectiva un poco pesimista de la vida: Nobody to love you / Nobody to care / If you die, nobody will hug you / No one to answer your prayer (Nadie quien te ame, no hay nadie quien le importes / Si mueres, no hay nadie quien te abrace, nadie contestará tu oración), la letra parece responder a lo dicho en "Shine A Little Light".
"Walk Across The Water" guarda relación con "With A Little Help To My Friends" de The Beatles, pero en lugar de resaltar la amistad, lo hace con el amor. El solo de guitarra y los coros son el final perfecto para una canción totalmente dedicable. "Tell Me Lies" es la canción siguiente y la contracara de "Walk Across The Water". Su sonido recuerda a la mezcla del Mystery To Me y el homónimo de Fleetwood Mac, sobretodo en el inicio, los coros y el infaltable solo de guitarra, lo que puede saturar y obstruir el camino se sigue el grito que nos llama al rock. Es en "Every Little Thing" que ese camino se torna monótono y hasta un poco aburrido, aunque rememora, en algunos momentos, las antiguas producciones que llevaron a The Black Keys a convertirse en la banda más importante de rock alternativo en la actualidad. El dúo nuevamente nos pone a bailar con "Get Yourself Together", canción que perfectamente puede ser un homenaje al pionero del rock, Buddy Holly.
"Sit Around And Miss You" nos recuerda al éxito de la banda escocesa Stealers Wheel, "Stuck In The Middle With You". Dan y Patrick nos regalan una canción suave, tranquila, sin mayor atractivo que el parecido al hit setentero. "Go" es simple, de fácil escucha y perfecta para introducirse en el mercado y en las listas de radio. Aquí, sin novedad, el Let’s Rock planteado en el álbum se queda en lo medianamente bueno, "Go" se convierte en una subversión de "Lo/Hi", pero con letras más simples. "Breaking Down" encierra palabras de desamor, lo que se convierte en modo de desfogue cuando se canta. Entre riffs y cambios de ritmo nos reflejan el adolorido corazón del protagonista.
El Let’s Rock se mantiene vivo en "Under the Gun". Es una canción para escucharla mientras manejas en la carretera, como la letra lo señala: I drive the interstate, rode just like thunder shook, I’d get out from under if I could, Calling the sun down, I’m under the gun now (Conduzco la autopista interestatal, fui como un trueno, saldría de lo oscuro si pudiera, mientras llamo al sol, porque estoy a cargo del arma ahora). La música es el arma de The Black Keys. Nos sentimos poderosos, nos sentimos rock and roll.
La última canción, "Fire Walk With Me", es la combinación entre el exceso (a estas alturas del álbum) de solos de guitarra y de coros que parecen repetitivos. Los tambores incluidos en el pre coro (casi al final) dan el respiro que se necesita antes de llegar a los 38 minutos de toda la producción. Si bien se mantiene el grito de rock en el camino, se sigue a sus principios como banda, Dan y Patrick no encuentran el balance entre lo que hicieron en sus anteriores producciones y artistas o bandas de quienes fueron sus influencias para Let’s Rock. Los sonidos se duplican de forma disimulada, que si bien mantienen a la banda dentro del rango de rock alternativo, lo limitan. El grito se apaga, pero la pasión por la música sigue intacta.