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Fuzz Club Records / 2022
Después de la tormenta llega la calma y es justo lo que se aprecia en el mundo en la actualidad. Aunque todavía no termina la pandemia, al menos parece que de forma paulatina se retoman la mayoría de las actividades cotidianas. Han sido meses demasiado complicados para todos pero en especial para los músicos porque tuvieron que cancelar todas sus presentaciones. Pero dentro de todo lo malo, algunas cantantes como Tess Parks aprovecharon la adversidad para componer y grabar nuevos temas.
Como resultado de lo anterior y de cara a la Nueva Normalidad, el resultado de todos los meses de aislamiento fue plasmado en 10 melancólicos temas. Es notorio que la situación actual fue parte importante en la creación de todas las canciones. Pero el objetivo no fue solo caer en la depresión sino también recordar que todavía queda mucha vida por delante. Cuando se cierra una puerta se abre una ventana.
En ese tenor, durante casi una década la cantante canadiense pero que reside en Londres ha destacado por su tersa voz. Por eso no fue sorpresa que su álbum debut fuera publicado en 2013 por el sello 359 Music creado por Alan McGee. El mismo que a través de Creation Records editó trabajos de Primal Scream, My Bloody Valentine, Oasis y The Jesus And Mary Chain durante los noventa.
De igual forma, la carrera de Tess Parks obtuvo reconocimiento en 2015 gracias al disco que grabó junto al inquieto Anton Newcombe de The Brian Jonestown Massacre. Este tipo de colaboraciones son las que ayudan a impulsar a los jóvenes talentos para poder destacar.
Para demostrar que no todo ha sido producto de la fortuna sino del talento y la perseverancia, la cantante ahora presenta su nuevo material. Lo primero que llama la atención es que lo publica el sello inglés Fuzz Club Records. No es por completo de psicodelia como la mayoría del catálogo de la disquera sino que invitan a la introspección por medio de dulces sonidos que penetran en el inconsciente.
En ese tenor, “WOW” ofrece una cálida bienvenida gracias a un educado teclado que se funde con una batería que jamás pierde el ritmo. Con elementos tan sencillos se genera una lisérgica atmósfera que puede ser clasificada dentro de los terrenos del dream pop.
Por su parte, “Happy Birthday Forever” contiene todo el espíritu de The Beatles en su faceta influida por la cultura hindú. La voz de Tess Parks tiene el mismo poder de Beth Gibbons de Portishead para hipnotizar al instante. Gracias a la caja de ritmos que la acompaña es que podría formar parte de cualquier compilación de triphop.
En cambio, “Do You Pray?” representa la cara más cercana al rock de todo el LP. Una guitarra distorsionada es la encargada de romper el silencio y con su fuzz ofrece una luz en medio de toda la oscura ambientación que prevalece en el resto del material. Por lo tanto, en este caso hay demasiada influencia tomada de PJ Harvey. No solo en el sonido sino en la actitud para crear música sin importar las adversidades.
Con un balance entre la melancolía y el optimismo, el nuevo trabajo de Tess Parks contiene lo necesario para estos momentos de recuperación. No es comida para el cuerpo sino para el alma y su consumo es vital para combatir el estrés y ansiedad surgido durante todos los meses de aislamiento. Muchas veces con un elemento tan sencillo como la voz se pueden conseguir grandes cambios.