Tei Shi
La linda

La linda: El mundo acuático de Tei Shi.

Después de la década de los 90, parecía que la popularidad del R&B se había esfumado para dejar al género escondido entre los esfuerzos de proyectos aislados. Casi 15 años después, la fuerza de la música urbana proveniente de América Latina tuvo una implicación particular para que artistas hispanohablantes se empezaran a interesar en esta corriente sonora. 

Dentro de esa camada, existe un grupo con una característica que lo diferencia del resto: músicos que toman ese origen latino y lo combinan con sus vivencias en culturas anglosajonas. ¿Ejemplos? Kali Uchis, Cuco, Coastcity, Omar Apollo, The Marias y sí… Tei Shi. 

Cantante, compositora y productora, Valerie Teicher Barbosa es la mujer colombiano-canadiense que está al frente del proyecto Tei Shi y que decide enfrentar el final de la década con La linda, el nuevo material de larga duración en su carrera y aquél que le permite asentar un sonido característico consistente. 

El proceso que empezó en Crawl Space (2017) plantea una segunda parte lógica en este disco. Sin olvidar por completo los recursos sintéticos, en esta ocasión decide equilibrar el protagonismo con una mayor presencia de instrumentos como el piano, las guitarras acústicas y las baterías jazzísticas. 

El moderador entre el mundo electrónico y el mundo orgánico resulta ser su reinterpretación de las emblemáticas estructuras encontradas en géneros más bailables para dirigirla a una versión downtempo del mismo, lo que construye una cadencia exquisita y el flujo ideal entre canción y canción. 

La influencia de Blood Orange es muy evidente. Más allá de la colaboración directa en "Even If It Hurts", la mano de Dev Hynes en el proceso de producción puede percibirse en la arquitectura de las armonías y el vaivén entre los instrumentos melódicos. 

Aunque la propuesta instrumental no pierde textura a lo largo del álbum, es la parte lírica la que adolece de giros disruptivos y matices temáticos, lo que contiene el trabajo de todo su potencial. 

Sin ser todavía la obra maestra de Tei Shi, lo más importante de este disco es la intención por adentrarnos en su mundo caracterizado de texturas acuosas y el R&B de dos latitudes culturales distintas, pero complementarias.