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Techni Labs / 2019
17/Jun/2019
Espíritu blanco. Un planeta desolado. Todo pasa por algo. El tiempo resulta incierto, dependiente de la relatividad. Imagina poder palpar las vibraciones provocadas por la música, poder sentirlas a través del sentido del gusto… traspasar el limite del sueño. Imagina también poder manipular a placer el tiempo en el que vives, sintiendo cada sensación no permitida en la supuesta realidad, y todo esto gracias a la música.
Mientras se encuentran los canales para la resolución de tal enigma podemos conformarnos con alimentar los sueños a través de la música, y posiblemente un buen conductor para dicho ejercicio lo tenemos aquí mismo, en nuestro país. Desde la búsqueda de identidad en Run… The Sun Is Burning All Your Hopes hasta la consolidación con Bahía Santiago, Technicolor Fabrics es actualmente una de las bandas más respetadas e innovadoras de nuestro país, fieles a su filosofía de “menos es más” regresa con Presente, otro placentero capitulo que deja la brisa veraniega para mirar hacia los futuristas paisajes de un planeta árido.
La nueva placa de la agrupación mexicana se pasa de la raya en la producción y en su propuesta musical y visual, logra un sonido maduro, apoyado en elementos retro a través de sus sintetizadores que aluden a la atmósfera lograda con el famoso moog que se popularizó a finales de los 60, llevando su ejecución a otro nivel. El equilibrio obtenido en los siete tracks que conforman el disco resulta ser un viaje análogo a través de paisajes áridos, solares y energéticos. Disfrutable de principio a fin.
Presente funge como un punto y aparte para los oriundos de Guadalajara, Jalisco. Resulta sencillo percatarse de tal sentencia desde su inicio con “Dale Calma”, donde se le brinda una mayor responsabilidad a los bajos, teniendo con esto una indicada inauguración a la experiencia sonora. Se podría abrir a debate si este trabajo fue pensado como un álbum conceptual o no, lo cierto es que cada canción es un mundo, autónomo, pero conjugado en un contexto único, lo que lo hace más interesante en su análisis.
Prueba de esto es el cambio drástico encontrado en “Levitando” donde encontramos una letra más superficial, pero con arreglos atractivos. De forma sorpresiva la bola disco y el poder del funk se entrelazan en “Mejor”, donde se puede notar como la banda pisa nuevos terrenos auditivos, sin olvidar el estilo forjado en sus anteriores trabajos. En consecuencia es una canción tremenda, cargada de energía para el dance floor a la media noche con jaibol en mano.
Sin escatimo llega “Trato”, montado como single y que ya cuenta con videoclip. Curiosamente hay ciertos guiños que recuerdan a algunos pasajes de Ideas, segundo material de la agrupación tapatía. ¿Será que “todo pasa por algo” como cita el ultimo verso?
Uno de los momentos más fuertes del disco lo encontramos en “Vente”, sublime instrumento de seducción, guitarras, beats y percusiones potentes. Esta pieza resume correctamente la evolución y experiencia que han logrado en conjunto Joako, Yogui, JP, Abraham y Dan Solo, llevando los elementos electrónicos a instancias extraordinarias, acompañados de una lírica incitante.
Pero las sorpresas no paran aquí. Para modular un poco las emociones llega “Distantes”, apta para corazones rotos, pero que no deja de irradiar energía con una batería de infarto y un estribillo empoderado. Queda claro que estas mentes creativas han llevado sus ambiciones a nuevos horizontes, y queda abierta la expectativa de poder escuchar como se desarrollarán las canciones en vivo, todo pinta favorable para Technicolor Fabrics.
Para cerrar el álbum de forma categórica nos encontramos con “Dos Mil Noches” que sigue la temática de su antecesora, pero con la diferencia que aquí nos encontramos con una experimentación en cuanto a tiempos e introducción de efectos. Esta pista termina por demostrar la calidad lograda en Presente, que es irónicamente el comienzo de un futuro logrado por los aciertos de un pasado prometedor. El álbum deja en definitiva la satisfacción de un buen trabajo, sin presión por el tiempo, con una propuesta solida y bien aterrizada. Pero nada es eterno, por lo menos para nosotros, El ascenso es temporal, es hora de regresar a la tierra para seguir viviendo nuestro presente, sincronizando nuestro espacio-tiempo desde nuestra trinchera.
8
ANTI- / 2019
13/Jun/2019
We Get By de Mavis Staples es un álbum que nos proyecta el alma de una persona y nos revela lo profundo de su sensibilidad. Cuando un artista ha tenido una larga trayectoria, tiene mucho que decir. Y este es el caso de la cantante estadounidense.
Estamos hablando de una mujer que ha estado en la industria musical por alrededor de 70 años. Comenzó su trayectoria cantando gospel con su familia, por ahí de 1950, hasta que en 1969 lanzó su primer álbum solista.
Toda está sabiduría, todos estos aprendizajes y todas estas historias, se reflejan en este disco. Sentimos su voz tan cerca que podemos escuchar sus suspiros, entre cada palabra.
En su página web Staples nos confirma lo siguiente. “Canto porque quiero dejar a las personas sintiéndose mejor que cómo las encontré. Quiero que se alejen y se queden con un mensaje positivo en sus corazones, sintiéndose más fuerte que antes. También me estoy cantando a mí por esas mismas razones”.
La primera canción “Change” nos atrapa desde la primera nota, esa guitarra que nos recuerda al gospel y que toma el papel protagonista en el álbum, junto con la voz de Mavis Staples.
Es aquí donde se destaca la personalidad activista a favor del movimiento de los derechos civiles de Mavis, la cual tiene desde que cantaba en la banda de sus hermanos.
Sabiendo esto podemos sentir junto con ella cada expresión de la canción, como cuando canta la frase: “Things gotta change around here”. Y llegamos a la conclusión de que muchas de las 11 canciones que conforman este álbum siguen este mismo sentimiento.
Como al escuchar “Anytime” nos queda grabada la frase “I'm a fighter, I'm a lover
There is no other way”, en tan solo 50 segundos de canción la voz de esta maravillosa cantante nos cala hasta los huesos.
Acompañada con la voz del productor Ben Harper, llegamos a la canción que tiene el mismo nombre que el álbum. En ella, nos cantan sobre determinación, concentración y sobre todo de no perder nunca la esperanza. Las canciones de Mavis Staples, se convierten en un diario de historias intimas.
Llegamos a uno de los espacios que ejemplifica perfecto lo anterior, la pieza “Heavy on My Mind”. Ahí canta para ella y crea su propio espació en donde no importa nada más que su voz. También da a conocer más sobre el dolor que tiene Mavis de haber perdido a una persona muy importante en su vida: su hermana Yvonne, a quien le dedica este álbum. Esto de igual forma se puede percibir en “Never Needed Anyone”.
Es impresionante la capacidad que tiene esta mujer para poder mostrar su sentimientos a través de su voz. En cada canción se siente un mood diferente, y esa es la parte que más me gustó de este álbum.
Dejamos la tristeza atrás y movemos un poco nuestros huesitos con “Sometime” , una canción con más ritmo que las anteriores. Incluso le da un respiro a la dinámica del álbum en si y otro a nuestros corazones.
Es aquí cuando las últimas canciones siguen este ritmo, acompañada de coros la voz de Mavis nos hipnotiza y nos lleva al final. Y aunque no es “Nina Cried Power”, una canción que realizó en colaboración con Hoizer, valdría la pena que le echaran un oído.
Me gustó la idea que la última canción se llamará “One More Change” ya que enfatiza de todo lo que está hablando este álbum, cambios por los que ella está atravesando y por los que todo necesitamos, alguna vez pasar.
Nos damos cuenta que no importa la edad que tengas siempre podrás cantar e inspirar a miles de personas: Mavis Staples es el ejemplo perfecto. Ha creado canciones que han marcado y inspirado el último siglo y, estamos seguros, lo seguirá haciendo.
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