180024
Tash Sultana — Terra Firma

8

Tash Sultana
Terra Firma

Mom + Pop / 2021

Artista(s)

Tash Sultana

La australiana se mueve entre las arenas movedizas de la calidad y lo genérico.

La cantante australiana,Tash Sultana, tiene sin duda una de esas voces oníricas que te invitan a escucharlas por horas. Ese hecho, sumado a su juventud (nació en 1995) la colocan como una promesa a seguir. Sin embargo, si bien su nuevo álbum, Terra Firma, es dulce y lindo, y bien producido, por momentos parece demasiado seguro, repetitivo o genérico. Aún así vale la pena escucharlo pues lo que carece en originalidad lo compensa con dulces melodías. Contiene la clase de rolas que te encantan cuando las escuchas pero que realmente luego de un rato no recordarás más.

El viaje inicia con “Musk”, poco más de cuatro minutos instrumentales que dejan claro cuál será la atmósfera del resto de las 13 canciones en el disco;  sensual, alegre, con guitarras, distorsiones y un ligero cambio de ritmo a la mitad. “Crop Circles” es el primer tema donde la hermosa voz de Tash se pregunta a dónde va. Se trata de un tema nostálgico que sería bastante promedio si no fuera por la bella interpretación de la cantante. También resultan rescatables los arreglos del piano, muy jazzeados. Con una introducción muy radiable, “Greed” tiene un ritmo más influenciado por el R&B, que hace de su coro uno de los más pegajosos del material.”Pretty Lady” mantiene el mismo espíritu más comercial, sin que esto sea algo despectivo, mientras que “Beyond The Pine” tiene una onda noventera, como de quien creció escuchando lo mismo The Fugees que TLC y Janet Jackson.

Otro momento destacado del material es “Dream My Life Away”, pues en él la cantante es acompañada por Josh Cashman, el resultado es un tema cuya guitarra remite al viejo oeste, mientras las voces se funden en una sola, con el mismo nivel de protagonismo. Una vibra similar permea en las cuerdas de “Coma”, aunque esta resulta un poco más oscura.

“Maybe You’ve Changed” es una rola romántica que parece diseñada por el supervisor sonoro de Grey 's Anatomy y en ella es en una de las que más luce la voz de Tash. Más copera resulta la linda “Sweet & Dandy”, en que la cantante habla sobre cómo ella tenía la razón en un conflicto. Luego aparece un segundo dueto, en esta ocasión con Jerome Farah, quien prestó su talento para la rola “Willow Tree”, que destaca por sus trompetas y ritmo más apresurado pero exquisito. Completan la alineación “Vanilla Honey”, “Let The Light In” y “I Am Free”.

179977
Mogwai — As The Love Continues

10

Mogwai
As The Love Continues

Temporary Residence / 2021

Artista(s)

Mogwai

Mientras la mística permanezca.

“To the bin my friend, tonight we vacate earth”, un mensaje de despedida que también significa un comienzo, el conteo regresivo antes de la gran explosión que nos llevará a esos lares que la NASA nos presume en imágenes que capturan los enormes telescopios. La marcha sideral y las luces del norte, el viaje astral necesario, la apóstata ante el encierro, la soledad, y el triste cauce que ha tomado la vida cotidiana. Es apenas el primer track del nuevo disco de Mogwai y ya nos ha abrazado cual Ícaro con sus alas que no se derretirán ni ante mil soles.

“Here we, here we, here we go forever”, ritmos orgánicos que prevalecen, el ambiente constante que emula las escalas de las gaitas que resuenan en una calle en Glasgow invocando tradiciones imperdibles, la guitarra que destella ante la manipulación de un pedal de distorsión, tal vez no es la furia que nos procuraba el viejo Young Team, pero sigue siendo el candor musical el que nos mantiene al pendiente de cada nueva creación.

“Dry Fantasy”, los sintetizadores casi emulando pequeñas cajas de música, la manipulación de las perillas y tonos que dan el toque característico de una banda que sigue acrecentando su legado, una de las pocas que no se ha quedado en el camino gracias a la amistad que existe entre sus integrantes, el ímpetu por crear siempre algo distinto pero evocador, y el seguir hilando un intrincado telar en nuestra memoria. Hay canciones que ya nos suenan tan parte de la mística de la banda y esta es una de ellas. “Ritche Sacramento” fue la primera muestra de este décimo álbum cuya producción se desarrolló en el aislamiento bajo una dinámica completamente diferente pero sin falla. En palabras de Barry Burns, hasta cierto punto tuvieron más tiempo para trabajar en los temas y darles un enfoque diferente.

“Drive the Nail”, la calma instrumental que sigue su cauce a la gloria, poco a poco cada instrumento se integra ambientando el ritmo, la música como un todo y nada, el compás perfecto para el redescubrimiento en días de soledad y aislamiento, el dejar de recriminarnos para crear, el escuchar para inspirarnos, el renacer cuando aún no hemos muerto del todo. Pequeñas victorias sonoras de una banda que nos sigue alentando y aliviando, el estruendo de la distorsión que aviva el fuego que creíamos extinguido, esa delicada furia que siempre necesaria nos recuerda que tenemos muchas razones para permanecer en bienestar. “Fuck off Money” como uno de esos tantos statements instrumentales que Mogwai deja cual grafiti en la pared de nuestra memoria, el himno de la guerra por las cripto-monedas, la revolución de Reddit contra Wall Street, tantas cosas que parecen ser musicalizadas por temas como este llenos de complejidad y un sello característico, el que ha llevado al conjunto a ser la insignia absoluta del post-rock instrumental.

“Ceiling Granny” y su riff alegre que recuerda a los tiempos del Siamese Dream de The Smashing Pumpkins, ese fuzz con tinte grunge que nos hace querer formar un power trio, tener un cuarto de ensayo y un gran amplificador para molestar a los vecinos, y así desquitarnos con la guitarra por todo lo que nos aqueja. Otro sólido track que manifiesta la constancia que ha logrado Mogwai para permanecer en nuestro gusto e inconsciente.

“Midnight Filt”, pulsiones cual electrocardiograma que muestra una arritmia, vida al fin, aunque descontrolada, sonidos tales que nos hacen flotar y analizar. Un dejo de The Cure en su esencia, como si esperáramos que comenzara a cantar Robert Smith. “Pat Stains” y su impecable producción, la atención al detalle, casi como si viéramos mentalmente el accionar de la banda en vivo, una maquila perfecta, y luego “Supposedly, we were nightmares” para bailar y sacudirnos un poco, cerrar los ojos y devanear, aplaudir a su ritmo, llenarnos de vida con cada canal que va integrándose para iluminar nuestra mente, una fresca y amable forma de animar la psique y el fluir de la sangre, sentir el ritmo de la respiración, subir el volumen, figurar que controlamos los botones y perillas de cada secuencia que se va agregando para hacer de este tema una total explosión para los sentidos. Agradecidos somos por poder escuchar y apreciar canciones creadas en tiempos que parecen pesadillas.

“It’s What I Want to Do, Mum”, una larga y melancólica letanía para cerrar un nuevo ciclo en la historia de Mogwai y una nueva estrella en el firmamento de su obra que ya nos parece tan familiar, tan propia, irrepetible e inigualable. La mística que ha forjado la discografía tan sólida y las presentaciones tan inolvidables, hasta los títulos de las canciones nos parecen tan similares, y el sonido tan digno de colocarlos en un altar.

  1. Favoritos

    Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.

Tash Sultana — Terra Firma