Sonido Gallo Negro
Paganismo

Sonidos de la periferia cósmica.

A veces puede resultar un poco peligroso encasillarse en un solo género por el estancamiento creativo que un grupo o cantante puede llegar a tener dentro de su carrera musical, ya que existe el riesgo de mostrar lo mismo, lo mismo y lo mismo en cada producción sin tener alguna evolución creativa. Sonido Gallo Negro es la excepción, no solo por que en cada disco logran explotarnos la cabeza con sus míticas cumbias psicodélicas, si no por su increíble capacidad de jugar con todas las vertientes de la cumbia implementando la estética de la psicodelia y sonidos de la música setentera.

Toda la esencia del baile de salón y el sabor de la música del caribe están de regreso con Paganismo, material para el cual Sonido Gallo Negro crea una nueva identidad a raíz de la exploración de nuevas ideas. Sintetizadores, guitarras cósmicas, flautas, congas y el clásico sonido del órgano crean un entorno llenó de movimiento y folclor, haciendo de Paganismo un álbum muy distinto a los demás, logrando amalgamar ritmos como el mambo, cumbia y sonidos contemporáneos.

La pista de baile se abre con “Bufo”, un tema perfecto para transportarnos a aquel México de 1950 en donde los recuerdos de la tradición de los bailes quedaban guardados en las paredes de aquellos salones en los cuales se bailaba al ritmo del danzón, chachachá y mambo. La colaboración magistral se hace presente con “Cumbia Triste”, tema que contó con la participación de uno de los máximos exponentes de la cumbia nacional Grupo Kual?.

El álbum también contó con la participación de la cantante haitiana Silvie Henry quien colaboró en los temas “Yanga”, “The Model” y “Fantasmagoría” canción en la que logran una fusión bastante vanguardista e innovadora. Otra cantante que también tuvo una participación fue la estadounidense Molly Lewis con “Tarántula” y “Silbadora”, una de las canciones más destacables y pegadizas cuyo silbido de Lewis te hipnotizará.

Paganismo es un hito a la periferia y a la cultura chilanga, queda bien marcado en canciones como “Mambo Del Fierro Viejo”, “Mini Skirt” y “Cumbia de las Plañideras”, en donde te es casi imposible no imaginarte la vida nocturna de aquella Ciudad de México antes llamada Distrito Federal.

En conclusión Sonido Gallo Negro se voló la barda creando un disco  que no se estanca y fluye con naturalidad, un álbum que en cuanto lo pones fácilmente te pone a bailar mientras vas sintiendo como tu cuerpo es abducido por el ritmo de la cumbia y los explosivos sonidos eléctricos que te prometen un viaje llenó de baile y música.