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Three Lobed Recordings / 2022
Idealmente, el pasar de cualquier material sonoro por el oído crítico debe abarcar todos los frentes posibles; desde la matemática dura en los métodos de producción y record, hasta la parte más humana de la experiencia artística. Tomando siempre en cuenta la repercusión del lanzamiento en la interioridad histórica del proyecto ¿Cómo se relaciona con trabajos anteriores? ¿hacia dónde redirige el universo melódico? ¿Qué es distinto al finalizar el tracklist? Entre todas estas viñetas parece haber implícita una noción tan simple como necesaria para el sentir de lo musical, la banda debe estar viva. Y, para el pesar de muchos (incluyendo mi nombre en esta larga lista), Sonic Youth no lo ha estado desde hace poco más de 10 años.
In/Out/In, lanzado vía Three Lobed Recordings, se presenta como un material recopilatorio con grabaciones inéditas de Kim Gordon, Thurston Moore, Lee Renaldo y Steve Shelley durante la primera década del nuevo milenio. Fungiendo más como una síntesis sonora que exhibe la paleta de recursos que consagraron a los neoyorquinos entre lo más alto del underground, el riesgo metropolitano y la vanguardia en overdrive.
El larga duración nos recibe de guitarras abiertas exponiendo el lado menos abrasivo de la banda con “Basement Contender”. Dejando entrever la clara influencia de The Velvet Underground al core de los estadounidenses y dejándonos con la marcada sensación de soltura y jam presentes en la discografía a partir de Washing Machine (1995).
La suavidad armónica de poco más de nueve minutos en el track abridor desemboca hasta enfrentarnos con “In & Out”, efervesciendo hasta las sonidos del Rather Ripped (2006) con el desgarre de los amplificadores rendidos a la dulzura en la voz de Gordon.
El sueño de opio que parecía guiar In/Out/In se prende fuego de un momento a otro bajo la inhalación furtiva de “Machine”, exhalando los sonidos de estridencia que caracterizaron a Moore y compañía durante el periodo entre Daydream Nation (1988) y Goo (1990). Etapa en la Sonic Youth pasaría del clamor subterráneo al mainstream de sonidos intensos, condensando el caos de noise en sus inicios y aterrizándole en un sonido mucho más accesible.
Para quienes no se hayan empapado (como el sacro ruido manda) con la discografía del cuarteto, la siguiente pregunta lógica sería ¿accesibles comparados con qué?, la respuesta es “Social Static”. El penúltimo corte se abalanza sobre nosotros recordándonos el origen de la banda que redefinió el uso de cuerdas niqueladas inyectadas en electricidad, valiéndose de soundscapes despedazados, muros de feedback y atmósferas en blast constante para sumergirnos en la profundidades abisales del sonido. Rodeados de nada más que estática y aleatoriedad para contrastar, de la manera más cínica, con cualquier intento de musicalidad.
Cuando una sola expresión crece al interior de la cultura de la manera en que lo hizo Sonic Youth es fácil empezar a caracterizar el todo por sus partes. Mencionar los 16 álbumes de estudio, los 46 videos musicales y las innumerables presentaciones a lo largo de sus 30 años de trayectoria parecen decir poco más que repetir su nombre hasta lo absurdo. La música es lo único que alguna vez importó. “Out In” cierra el álbum pareciendo comprender esta única oración, atrapando el sonido más emblemático de la banda en un incendio prolongado de 12 minutos de duración, dejando morir el legado de la juventud sónica en el decay de bombo, bajo y Fender offsets.