168514
Sonic Boom — All Things Being Equal

9

Sonic Boom
All Things Being Equal

Carpark Records / 2020

Artista(s)

Sonic Boom

19/Jun/2020

El ensoñador paseo de Sonic Boom 30 años después.

Peter Kember, también conocido como Sonic Boom, no escuchó Psychocandy por años por todos los artículos que comparaban la música que hacía The Jesus and Mary Chain con la música en la que participaba. En aquel entonces, junto a Jason Pierce formaba Spacemen 3. La primera asociación mental con el proyecto tiene que ver con las drogas. Tal vez porque nunca negaron su uso, incluso lo promovieron. Bastan algunas escuchadas para saber que algo hay de viajeros trascendentales en lo que hacían y también basta con leer la frase que se convirtió en una especie de motto: “Taking drugs to make music to take drugs to”. The Jesus and Mary Chain quizá tenían algo que ver con Spacemen 3. Ambos usaban distorsiones, feedback y tenían ambientes envolventes en sus canciones. Tal vez algo había de razón en ello, pero por aquel entonces Peter Kember parecía tener una personalidad diferente que lo hacía reacio a encontrar similitudes. ¿Era combativo? ¿Era arrogante? Lo que es cierto es que algo sucedió, Spacemen 3 se separó y fue entonces cuando comenzó la etapa de Kember en solitario. 

Spectrum o Experimental Audio Research (E.A.R.) se transformaron en sus nombres artísticos. Por algún tiempo, Sonic Boom quedó resguardado en la memoria de los que disfrutaban de Spacemen 3. Pero la relación con la música nunca se detuvo. En sus manos estuvieron trabajos de co-producción para su buen amigo Panda Bear o el Congratulations de MGMT, que tenía la complicada labor de definir la personalidad de la banda después de un álbum que se convirtió en un éxito mundial. Tres décadas habían pasado desde que Sonic Boom lanzara un álbum bajo ese nombre y, el 2020, vio nacer el All Things Being Equal

Peter Kember hoy vive en un parque nacional de Portugal y disfruta de cuidar sus plantas para despejar la mente. Cualquiera que escuche su música, podría relacionarlo con un hippie moderno. La idea de la libertad, la hermandad, el cuidarse unos a los otros. No obstante, dice que la razón por la que dejó de hacer música tantos años, es porque no estaba dispuesto a participar en el ciclo en el que la gente —con la Internet— puede bajar canciones sin necesidad de comprar el álbum. Para él, sería como regalar su trabajo. Quizá las plataformas de streaming que no necesariamente son iguales a la industria discográfica, fueron el incentivo para lanzar nueva música. 

All Things Being Equal es un trabajo que encuentra dos mundos. El analógico y el digital. Sonic Boom dice que cuando le mandó las maquetas analógicas a Tim Gane de Stereolab, le aconsejó sacarlo como estaba, que no necesitaba nada. Pero algo había por contrastar, algo le faltaba. La consigna para el álbum era sencilla: quería hacer algo positivo y con buena vibra, aspiraciones y cambios.

Definitivamente, el resultado final tiene algo de todo. Decir que es un viaje, sería algo burdamente cliché aunque parece inevitable. Tiene a Kraftwerk en las venas de canciones como “Tawkin Tekno”, pero también algo de Stereolab, que no se podría entender sin el otro. Los hipervínculos explorados resaltan en los matices de las canciones. Se nota que Peter Kember ama la música. “Just Imagine”, la canción que abre el disco es una oda a pensar positivo. Imaginarse cosas sin limitaciones. ¿Evoluciones? Sonic Boom dice que el código del ADN ha tenido cambios en los que hemos pasado de ser criaturas marinas a lo que somos hoy en día, y todo eso se ha producido con el mover de un switch en el código, acto equiparable a mover uno en un sintetizador. 

“Just a Little Piece of Me” y “Things Like This (A Little Bit Deeper)” casi podrían ser parte de una misma canción. Una tranquila progresión de elementos difuminados. Es de llamar la atención la habilidad de Kember para hacer melodías pop que no se ajustan a lo convencional. En algún momento te puedes encontrar tarareando estas canciones en situaciones cotidianas. El maestro del pop espacial. “Spinning Coins and Wishing on Clovers” presenta una pausa en el viaje. Una meditación. Frases solemnes entre sintetizadores retorcidos. Arreglos minimalistas, el sello de Sonic Boom. “My Echo, My Shadow and Me” es más oscura. Una turbulencia en medio de las buenas vibras que se ve absorbida por lo despejado, lo embelesador de “On a Summer’s Day”. Y así se puede continuar el análisis, con sensaciones particulares, imágenes que vienen a la mente y una sonrisa de que Sonic Boom esté de regreso.  

Tal vez Peter Kember sea una persona muy diferente a la que era hace 30 años que lanzó su último disco como Sonic Boom. Es probable que ya no le molesten las comparaciones, o quizá siguen calando en lo profundo. Lo cierto es que pocos en el mundo, gozan de las herramientas de narrativa y la sensibilidad para hacer música como las de Sonic Boom.

168457
GUM — Out in the World

8

GUM
Out in the World

Spinning Top Records / 2020

Artista(s)

GUM

18/Jun/2020

El vibrante viaje por el multiverso psicodélico australiano.

Si escuchas el nombre de GUM, es posible que no te suene. ¿Y si te nombro a Pond? Tal vez se te haga conocido. Pero si te menciono a Tame Impala, seguro lo reconoces. Jay Watson es el común denominador de estos tres proyectos, y su estilo es el hilo conductor que nos lleva por tres recorridos sónicos que, si bien tienen algunas similitudes, cada uno nos aporta algo muy particular.

En esta ocasión, Watson nos trae Out In The World, el cuarto álbum de GUM, su proyecto como solista. Un muestrario de texturas sónicas que nos reflejan sus inspiraciones y cómo ha sido su viaje por el rock psicodélico.

“Weightless in L.a” nos recibe luminosamente, como si entráramos a un retiro espiritual, todo etéreo, sin preocupaciones. Watson grabó esta canción mientras vivía en Los Ángeles, lo que lo motivó a capturar esa sensación de ensueño.

Airwalkin' nos aterriza con un beat pegajoso, no puedes sacarlo de la cabeza. Al más puro pop noventero, nos mete en escenarios bailables llenos de colores neón. “Out in the World”, el track que le da nombre al álbum, nos cambia las vocales por algo más profundo, algunos falsetes conocidos, y con unas cuerdas que nos llevan a un lugar más orgánico.

“The Thrill of Doing It Right” nos regresa a los sintetizadores, pero ahora una década más atrás, hacia los ochentas. Una canción que fácilmente podría ser de Tears for Fears que nos habla de la fuerza que se requiere para admitir nuestros errores.

“Many Tears to Cry” es una de las joyas del disco. Simple, natural, emotiva. La voz de Watson es la protagonista que nos lleva a un lugar alejado de los efectos y los grandes elementos de producción. Pero luego aparece “Alphabet Soup” sacudiéndonos con un bajo poderoso y un beat combativo, la psicodelia vuelve a aparecer y esto se llena de colores otra vez.

“Don’t Let It Go Out” sigue la misma línea, manteniendo el ritmo y la vibra, pero con cuerdas más finas. “Down the Dream” nos da una en sentido contrario y nos lleva por el rock setentero, rústico. Una pieza de genialidad que brilla por sí sola, pero que se siente un poco perdida dentro del storytelling del álbum.

“Low to Low” tiene como estrella las percusiones. Un ritmo latino y robótico nos sorprende de grata manera. “You Make Your Own Luck” cierra melodiosamente, de nuevo con la voz de Watson arrullándonos en medio de unas líneas que nos piden sacudirnos de nuestros temores para conseguir lo que queremos.

Out in the World es lo que podríamos llamar un álbum de fotos, un conjunto de hermosos momentos de Jay Watson que nos recuerdan dónde ha estado y qué lo ha convertido en el músico que es hoy. Son fotografías, algunas coloridas, otras en blanco y negro, que tal vez no nos cuentan toda la historia ni su desenlace, pero que definitivamente nos gusta admirar.

  1. Favoritos

    Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.

Sonic Boom — All Things Being Equal