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ATO Records / 2021
23/Sep/2021
La contemplación de la belleza del silencio, puede convertirse en un refugio ante el desorden que la humanidad ha generado en este siglo dentro de sus relaciones sociales. El silencio es tan delicado y al mismo tiempo dice demasiado; es un respiro ante el constante correr de la vida cotidiana. Así es como se expresa en Beauty in the silence de SOJA.
Con su ya particular reggae “atemporal” que combina este género con un poco de rock, funk y pop, la banda originaria de Virginia tomó un largo tiempo de cuatro años para poder lanzar otro material discográfico. En conjunto, los integrantes crearon cada una de las melodías de este álbum mientras que Jacob Hemphill, vocalista de la banda, se encargó de escribir las letras, las cuales, por medio de arreglos musicales y colaboraciones con otros artistas como Collie Buddz, J. Boog, Rebelution & UB40, Eric Swanson entre otros, expresan inquietudes o vivencias del pasado. Experiencias vividas por los integrantes de la banda pero que también pueden ser similares a las de otras personas.
Las 13 canciones del disco son una serie de reflexiones ante la pérdida del contacto humano por el acelerado incremento del uso de la tecnología y más en el tiempo de la pandemia, el ajetreo constante que ha creado una falta de atención de las personas hacia las cosas simples, pero necesarias que componen la vida, cosas como la música, la fiel compañera de muchos.
Los miembros de SOJA (Soldiers Of Jah Army), al igual que muchas otras bandas no solo en Estados Unidos, sino en el mundo entero, se vieron forzados a terminar parte de este trabajo de manera remota debido a las restricciones de la pandemia y casi todos los colaboradores también trabajaron en solitario. Pero, este hecho no se convirtió en un impedimento para que Beauty in the silence pudiera lanzarse este año y ser un alivio para estos tiempos raros y turbulentos.
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Rhino Records / 2021
22/Sep/2021
Lindsey Buckingham está de regreso con un nuevo disco homónimo, grabado y producido por el propio músico. El álbum es el primero en solitario desde la publicación de Seeds We Sow en 2011.
Lindsey Buckingham fue miembro de la legendaria banda Fleetwood Mac en su momento cumbre, de 1974 a 1987, periodo en el que fueron publicados tres de sus discos más importantes: Fleetwood Mac, Rumours y Tusk. 10 años después, en 1997, Buckingham vuelve a la banda por segunda vez.
Para nadie es un secreto que Lindsey Buckingham fue una pieza fundamental en el éxito del Fleetwood Mac gracias a sus aportes como guitarrista, cantante, compositor y arreglista. Sin embargo, a pesar de los logros alcanzados junto a la banda, en 1981 decide lanzarse de forma paralela como solista, convirtiéndose en uno de los músicos más influyentes y aclamados de su generación.
Lamentablemente los últimos años no pintaron nada bien para Lindsey: en 2018 fue despedido de Fleetwood Mac; a esa salida inesperada se sumó una cadena de catástrofes como el ataque cardiaco que lo colocó al borde de la muerte, y que por fortuna esquivó gracias a una riesgosa operación a corazón abierto realizada en 2019. Por si fuera poco, el músico anunció hace tres meses su divorcio. Pese a dicha etapa turbulenta vuelve con un nuevo LP bajo el brazo, editado bajo el sello Rhino Records. El disco está integrado por 10 tracks que fueron grabados en el estudio de su casa de Los Ángeles, temas en los que una vez más, el multiinstrumentista hace gala de su virtuosismo.
Una a una en cada canción la guitarra marca el rumbo. Para los fans de su etapa con Fleetwood Mac será un deleite puesto que el sonido del álbum nos remite en automático a su etapa con la banda a finales de los años 70. Es en los primeros cuatro tracks donde dicho emparentamiento es fácil de identificar, y es justo ahí donde se concentra la música más sobresaliente del LP.
“Scream” y “I Don‘t Mind” son los dos temas con los que abre el álbum, en donde la voz, los coros y la melodía producida por la guitarra, nos conectan con el sonido Fleetwood Mac de la época de Rumours. En “On The Wrong Side”, Lindsey Buckingham demuestra el porqué la revista Rolling Stone lo situó como uno de los 100 mejores guitarristas de la historia, el solo con el que cierra es quizás el momento más conmovedor de todo el disco. De forma sorpresiva irrumpe el track número cuatro “Swan Song”, echando mano de un beat emergido de una caja de ritmos que se mueve en los márgenes del drum and bass, recordándonos que el californiano rompe esquemas cuando menos lo esperas, haciendo la música que le viene en gana, ya sea folk, pop, rockabilly o synth pop.
Lindsey Buckingham nos entrega un álbum que si bien no es el mejor de su discografía, tampoco puede considerarse una obra menor. Los fans tanto de su periodo con Fleetwood Mac, como de su faceta solista pueden estar tranquilos, el músico mantiene intacta su capacidad compositiva para producir buenos tracks.
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