Sigur Rós
Route One

Route One: música para contemplar Islandia.

Este es el álbum más reciente de Sigur Rós, en el que se contempla el trabajo realizado durante su instalación audiovisual de 2016 en la que recorrieron Islandia durante 24 horas y musicalizando su entorno. El disco nos transporta musicalmente a conocer Islandia por medio de combinaciones sonoras.

Esta producción es en realidad un manifiesto a la música instrumental, pues lo que busca es demostrar que la sonorización de la vida se da en momentos particulares y que para construir una realidad sonora es necesario tener un contexto que le de sentido a la posibilidad de expresar sentimientos a través de la música.

No se trata de generar una pieza musical individual sino de generar todo un entramado sonoro que cree todo un escenario audiovisual. Si bien el primer momento de este viaje fue el crear una transmisión en vivo que le diese sentido a la música que creaban, el siguiente paso es generar la experiencia musical sin la necesidad de las imágenes.

Por medio de coordenadas, que son los títulos de las canciones, podemos ir develando el viaje que la banda tuvo en su tierra natal. Lo cual implica la generación de un hipertexto dentro del disco, pues al generar coordenadas reales, podemos referir a otro lugar que no se queda inserto en el disco en sí mismo sino que se comunica con el mundo y otros elementos tecnológicos, generando una obra que trasciende a la materialidad o al streaming y abriendo la posibilidad de comunicar la música con otros medios, como el experimento Biophilia de Björk que combinó música y aplicaciones móviles.

Los ocho tracks que conforman el álbum marcan diferentes regiones del viaje de Sigue Rós, por lo cual podemos armar un mapa de las 24 horas del viaje que tuvo la banda. Las piezas musicales son para escuchar en su totalidad y elegir las más destacadas sería traicionar la lógica del disco que es conformar una unidad de sentido de las conexiones musicales, dicho en otras palabras, el álbum es el vehículo que te transporta a conectar el sonido con la imagen. Ese es el mayor acierto.