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Self-release / 2017
Lanzar un segundo disco no debe ser fácil, mucho menos si el primer álbum recibió buena crítica. La presión y el “desgaste” mental que provoca esta situación lleva a muchas bandas o solistas a que nunca presenten más trabajos de estudio. No es el caso de Shamir Bailey, extrovertido cantante de 22 años oriundo de Los Ángeles.
Pese a que “iba a dejar la música este fin de semana”, según escribió al inicio de una nota sobre su nuevo disco Hope, transformó su desesperanza y amor por la música en un diario de 10 canciones, piezas bedroom-pop.
El disco abre con “Hope”, una melodía sencilla, llena de distorsión. Una fuerte batería va marcando el ritmo, mientras Bailey canta “and I found my heart in a fortunate way”, para después detonar con un solo vocal.
“What Else”, una balada lo-fi, envuelve toda la nostalgia detrás del disco. Shamir se muestra frágil: “I don’t know what I want, but I want what’s coming to me… “I don't have much to say, just wanna play my own way”.
“I Fucking Hate You” y “Like a Bird” son las más alegres. La primera posee un agradable toque veraniego; la segunda, tiene delicados sonidos de sintetizadores que crean una bonita armonía con su voz.
Contrastantemente, en “Bleed It Out”, Shamir canta crudamente. Se acompaña de una suave guitarra y narra el proceso de escribir las canciones del disco. “One More Time” es, para mí, la que más difiere con el trabajo anterior; por momentos llega a tener un sonido bastante alt-rock.
“Ignore Everything” refleja el proceso que vivió Bailey. Primero se muestra vulnerable, para después renacer con fuerza a través de los riffs de su guitarra. Shamir también realizó un cover a la canción “Rain” de Blake Babies; añadió un sonido más sucio, pero conservó la melancolía y la dulzura de la pista original.
Desde el comienzo, se nota lo casero en todos los sencillos. Este material fue escrito, compuesto, interpretado, producido y mezclado por el mismo Shamir en el transcurso de un fin de semana. Sin embargo, esto lo hace un trabajo más sincero y personal que el Ratchet (2015), su disco debut, ya que lo representa en un 100%, según ha dicho.
Hope es un álbum que a muchos no les gustará; otros, lograrán entender la idea del cambio. Pero, lo que a todos nos queda es la esperanza de que “aún hay más por venir”.