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Seapony - A Vision

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Seapony - A Vision
Seapony - A Vision

Burrito Thirty / 2015

Artista(s)

Seapony

10/Ago/2015

Canciones ligeras para ir a la playa con Seapony.

Una de las características de los discos es que, así como los automóviles, están diseñados para viajar hacia alguna parte, y cada artista determina hacia qué destino quiere transportarnos. Para celebrar las casi extintas vacaciones llega Seapony con su tercer álbum de estudio A Vision, un viaje que mediante una hora nos dirige hacia la playa y el mar de una forma más introspectiva.

El álbum se compone de once tracks que se destacan principalmente por su sencillez, los temas apenas logran rebasar los tres minutos de duración, lo cual lo convierte en un disco fluido sin necesidad de ahondar en una propuesta más complicada. En resumen, A Vision, se siente como llevar consigo mismo once recuerditos de la playa, cada uno con su diferente matiz.

El disco comienza con “Saw the light”, canción que desde los primeros acordes de la guitarra nos hace sentir como si estuviéramos a punto de marchar hacia la arena y el sol; la vocalista Jen Weidl canta melodías dulces con una voz suave que, mientras avanza el disco, nos parece reconfortante.

“Bad dream” y “Couldn’t be” le bajan el ritmo al viaje y lo llenan de pasajes más tranquilos, al mismo tiempo en que nos muestran que las guitarras de Danny Rowland serán el eje principal de los temas de este álbum. “Everyday all day” nos regresa esa chispa de alegría mientras que “Hollow Moon” (otra vez) le baja dramáticamente la energía con un tema acústico que peca de ser demasiado monótono.

Y después de escuchar por un rato la voz de Weidl, ya no parece tan reconfortante, debido a la falta de melodías mejor elaboradas. Con “Let Go” no pasa absolutamente nada pero antecede a “A Place We Can Go” que resulta ser el mejor tema del álbum. La guitarra, por momentos nos hace recordar a Weezer mientras que la batería y el bajo se sincronizan perfectamente para darle más vida, color y frescura al disco.

Después de ahí, el álbum termina muriéndose entre temas grises cargados de nostalgia que no serán recordados por nadie. En resumen, el álbum cumple con su propósito de llevarnos a la playa y esos once recuerditos se convirtieron en memorias más tranquilas que alegres. Destaca la producción de las guitarras de Rowland, quien supo cómo orquestarlas para sacar un sonido ligero muy particular mientras que la voz dulce de Jen Weidl termina dejándonos un sabor muy empalagoso mientras pensamos de camino a casa, que la playa solía ser un lugar más divertido.