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Sicario Music / 2015
03/Jun/2015
Uno de los aciertos de este proyecto que lidera Ínigo Vontier, son las evocaciones, absolutamente todo te transporta a la playa, a los cocos y el tueste de la piel (obviamente de eso se trata, pero no es fácil lograrlo), lo único que le faltaba ya lo tiene, un disco que cosechara lo sembrado en estos años.
¿A qué suena? a electrópico, ¡fácil!, en una licuadora se mezcla house, ritmos tropicales y a Gorgio Moroder hasta tener una consistencia suave, se adorna con un poco de versos pegajosos y dembow al gusto; en realidad no hay una receta, o hay muchas, de igual forma se disfruta en la pista de baile.
En esta ocasión el proyecto enriqueció su sonido con algunas colaboraciones con otros artistas que logran darle frescura a Fandango. Un disco que parece llevarte por lugares soleados y placenteros dignos de una película de Mauricio Garcés, para acabar en alguna fiesta bailando como loco, va de menos a más.
La canción que da la bienvenida es “Gin & Coconuts” donde Caloncho canta, una buena invitación a no parar de escucharlo, Fandango sigue una línea parecida en los siguientes tracks y que sobresalen, “Familiar Faces” donde canta Priscilla Gzz de Quiero Club, “Bikini Lover” con Dan Solo, y “Fandango” que es la que bautiza al disco.
Da la impresión que el punto de quiebre llega con “Las Sirenas” donde Morenito de Fuego suelta sus acostumbradas rimas; ahí aumenta la intensidad, “Pomposa”, “Tropicalia” y “Chicagozabrosa” ponen a bailar hasta a un robot.
En general parece que la espera por un disco de Salón Acapulco ha valido la pena. Fandango puede resultar una muestra más de que la electrónica tropical va en ascenso, y que en Latinoamérica se puede encontrar una alternativa sonora atractiva y cada vez más sólida, para muestra un botón, el del global bass.
8
Spinefarm Records / 2015
03/Jun/2015
14 tracks integran este álbum en el cual se puede apreciar una evolución con respecto a sus anteriores trabajos, en lo referente a la forma de estructurar sus canciones, las cuales se sienten más elaboradas y muestran mayor inclinación hacia el aspecto melódico, como lo denotan temas como “Fabled World” (con el que abre el disco, y que es a la vez su primer sencillo) “Break Something” o “Believer”.
Las rolas más rudas, de mucho punch y energía absoluta son contadas: “The Great Divide”, “All of the Poison, All of the Pain” o “To Hell With Boredom” se cuentan entre ellas. Inclusive, la banda se permite experimentar con piezas donde la velocidad disminuye y se tornan un tanto reflexivas como es el caso de “Walk Away” o “Without End” la cual cuenta con Tom Morello (Rage Against the Machine, Audioslave y un largo etcétera) de invitado en la guitarra, y cuya participación en dicha canción no pasa desapercibida.
Por otro lado, hay un par de cortes que se perfilan para convertirse en verdaderos himnos de la banda, tanto por lo contagioso de la melodía, como por su fuerza interpretativa: “Brandenburg Gate” (donde Tim Armstrong de Rancid participa en las vocales) y “Sky Is Falling” (que es el segundo sencillo de esta producción).
Temáticamente, el grupo sigue conservando su postura política radical y contestataria, con líricas anti-imperialistas (“Fabled World”), anti-corrupción (“The Great Divide”), anti-guerra (“Brandenburg Gate”, “Sky Is Falling”)… en una palabra, anti-sistema, y en pro de una sociedad más igualitaria, incluyente y pacífica. De hecho, en su sitio web (www.anti-flag.com) se puede leer lo siguiente: “A culture indoctrinated with violence will see and fear violence even when there is none. Activism is not a competition. Art doesn’t have to be safe. Revolution doesn’t have to be bloody. Change comes from people, not politicians.”
American Spring es un álbum disfrutable. Punk rock agresivo pero a la vez melodioso. Mas de uno acabará tarareando alguna de sus canciones.
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