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7
Blue Note Records / 2017
Con la música evolucionando gracias a la nuevas tecnologías, la estabilidad para algunos artistas se ha vuelto complicada. Para un músico como Ryan Adams que comenzó su carrera hace 26 años, la permanencia no ha sido un problema. Conocido como uno de los grandes exponentes del country rock alternativo de los años noventa, lanza su décimo octavo de estudio Prisoner, con el que espera que sus problemas personales exploten como una bomba en este LP y que el público se identifique con la situación.
Prisoner es el sucesor de ese mencionado trabajo con Taylor Swift en 1989 y es el complemento donde el multiinstrumentista hablará del dolor que la separación con la estrella de los noventa Mandy Moore le dejó tras un largo tiempo juntos, o al menos es la obvia idea que se tiene al ser el primer trabajo desde el desafortunado divorcio.
El track que apertura el compilado es “Do You Still Love Me?”, una pregunta que todos habremos hecho cuando las cosas se ponen raras y complicadas en una relación. La guitarra es la gran protagonista y en la mitad de la rola tiene sus segundos de estrellato con un solo poderoso. Sin embargo, no sería una buena rola para poner de inicio pues no es suficientemente catchy para atraer a quienes no son tan fans del músico.
La que da el nombre al álbum “Prisoner” es mucho más adecuada, romántica y un track muy sencillo en armonías. En la lírica, Adams clama ser un prisionero del amor pero afirma que el sentimiento puede tener tintes negativos. La armónica se roba los momentos que dan el término de la canción, muy atinado final.
Un detalle adecuado para la transición suave y perfecta a “Doomsday” donde el comienzo protagónico se lo lleva de nuevo la armónica, dándole un toque country dominante desgarrador; hay un ligero uso de sintetizadores, casi imperceptible. Las canciones más folk llegan con “Shiver And Shake” con un ritmo acústico; “To Be Without You” que es muy monótona y repetitiva y “Anything I Say To You Know” que deja ver influencias del rock clásico.
Completan la lista “Broken Anyway”, una canción que deja a la voz de Ryan en primer plano y no se necesita más. Las letras son directas y un tanto predecibles pero imprimen desamor e introspección. “Tightrope” es la rebelde que sale del molde con un solo de saxo, piano en el fondo y la guitarra como la gran acompañante. Cierra “We Disappear”, que logra dar un equilibrio al amor y desamor que va y viene por todo el álbum. Deja un sinsabor minimalista de romance para encarar los males momentos.
Para la crítica, el álbum no ofrece una gran evolución musical pues el sonido romántico y meloso que caracteriza al estadounidense sigue ahí desde hace unos cuantos años. Sin embargo, los 12 tracks logran un impresionante equilibrio entre el binomio amor y desamor, que dejan la sensación esperanzadora de superar los tiempos difíciles.