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Jewel Runners / 2020
Planeado para ser lanzado el 5 de junio de 2020, el álbum salió a la luz de manera oficial dos días antes ya que, en palabras de los mismos Killer Mike y El-P: "Al carajo, ¿por qué esperar? El mundo está lleno de mierda así que aquí les traemos algo crudo para escuchar mientras lidian con todo. Esperamos que traiga algo de alegría. Manténganse a salvo ahí afuera".
Con esto como premisa de lo que está por escucharse en un camino de 11 peldaños, las expectativas no pueden sino ser altas. Y vaya que el disco está a la altura. Desde el single, lanzado con un espectacular video, “ooh La La” o el track que se adelantó al resto del álbum, “yankee and the brave (ep. 4)” el material es claramente una obra de protesta, pero que funciona de una manera tan perfecta y simbiótica con los días que se viven que parece más bien el soundtrack perfecto para una realidad distópica como la que se gesta en estos momentos.
Siempre he tenido un problema con la música protesta, y es que me parece que el centrarse tanto en el mensaje termina perjudicando enormemente la calidad e inventiva musical: llámense discos de ska, punk, rap o folk. Pero en este caso tanto Mike como El-P logran hacer de RTJ4 una pieza de arte que puedes escuchar en un día normal, cinco años por delante cuando todo este caos sea solo una historia del pasado cercano, o que puede estar sonando durante las decenas de marchas pidiendo justicia para el caso de George Floyd e igualdad para las minorías oprimidas alrededor del mundo.
Y justo este último punto es dentro del que gesta en gran medida la construcción del LP, la muerte de un ciudadano negro a manos de la policía de Minneapolis, y por si necesitáramos una confirmación explícita de ello (porque nunca se sabe con qué cabeza dura te encontrarás al hablar de este nuevo clásico), en el track 6, “walking in the snow” se puede escuchar de manera clara en una de las líneas de K. Mike el que se ha convertido en un grito de protesta: ‘I can’t breathe’ mientras relata la escena en la que Floyd murió mientras cuestiona la apatía del mundo que mira cómo alguien es asesinado por el único crimen de ser negro.
El álbum es un clásico instantáneo, no hay más. La instrumentalización es simplemente magnífica: el boom-bap, los beats, las guitarras, los sonidos de la calle que se mezclan con los instrumentos… hay una especie de simbiosis entre las letras que van juzgando la hipocresía del mundo y la música que enciende ese fuego interior y que te hacen querer salir a quemarlo todo. Las colaboraciones, grandes nombres como los de DJ Premier, 2 Chainz, Greg Nice, Zack de la Rocha, Pharrell Williams, Josh Homme o Mavis Staples, pudiesen desaparecer y aún así el disco seguiría intacto; aunque claro que se agradece el poder escuchar a cada uno de estos. 11 temas es lo que toma querer levantarte de tu silla y gritar ‘I can’t breathe’, con el puño en lo alto mientras todo lo malvado, todo lo incorrecto se vuelve cenizas para dar paso a un futuro más brillante, porque como se escucha en “pulling the pin” desde la voz de Mike: ‘Fuck the political, the mission is spiritual’.