Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
8
iota5 Records / 2020
Tanto tiempo sin escuchar un disco con una introducción instrumental, el feedback que precede a la furia de los riffs que tanto se extrañan y hacen falta, “Entropica”, la magnitud física que emana la necesidad de crear antes que destruir, la voz tan familiar y distante, cálida y atrayente, “Venus Lullaby”, el fresco arrullo del sonido de Puta Vulcano, digno de descubrimiento y apreciación. El candor del stoner rock que se fuga de los amplificadores, las evoluciones de las cuerdas dignas de headbanging, los estribillos poderosos, tinta negra para escribir un rabioso statement.
“First Light” y su ánimo punk thrasher, suciedad en tiempos de falsa belleza, los likes no hacen a los ídolos, y desde la tierra de Platón, ese género perdido llamado rock encuentra una pequeña flama para volver a arder en nuestros tímpanos. Euterpe se encuentra con Black Sabbath. “Black Box” en honor al arte perdido del grunge y sus acordes difusos que desatan en enojo, la voz de Anna Papathanasiou cual ángel y demonio, la cadencia del ritmo que muta como nuestro estado de ánimo permanente, la experimentación antes que la necesidad de crear hits.
“Sugar Cube” para regresarnos a rastras a la nostalgia por el ruido de la década de los 90, donde el nihilismo creaba obras de arte, himnos persistentes, y la influencia sigue en pie, esa lujuria por la amargura, y la delicada forma de transformarla en música. “Echoing Icons” como preludio instrumental a la alta causa de este tercer material de Puta Vulcano, el tema que hizo que volteáramos a ver esas efigies de mármol que más que recordarnos a las musas, nos evoca al poder femenino que en últimos tiempos ha encontrado la forma de gritarle al mundo que todo está mal: “No matter the distance I go, I’ll put my ear to the ground, my heartbeat drumming loud, a compass to home”.
“Apnea” y de nuevo el encanto del riff, el arte cada vez más perdido del punzar de los dedos en las cuerdas, el palm muting para controlar el ritmo difuso, la batería que marca el paso a la batalla anímica, la respiración que falla al dormir y también al despertar, pero también la bocanada de aire fresco en un panorama musical tan variado que no a todos alimenta por completo. Puta Volcano es aire fresco para los pulmones de acero, las mentes de fuego y las almas oscuras. “Torus” cual evolución de la guitarra de Dave Mustaine, la influencia del metal es evidente y evocadora, y esa voz que tan puede recordar viejos tiempos o bandas que quedaron en el olvido, también alimenta el ansia por el futuro encumbrado en el presente creativo y voraz.
“Space Blanket” en honor a la inspiración sideral en la música y el pensamiento, el descubrir nuevos mundos a través de los acordes y las frases, el ir más allá de los charts y las tendencias y salir de las mismas zonas de confort y que geográficamente dominan el panorama musical, desde Atenas con amor, “Kassandra’s Gift” y su delicada forma post rock ensoñadora para cerrar un nuevo ciclo y un disco que merece la escucha y apreciación gracias a su intempestivo gramaje de sensaciones y delicadeza sonora.