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Domino Records / 2020
Fue a mediados de marzo cuando la agrupación anunció su quinto álbum de estudio y, desde ese momento, se sentía agitación en la atmósfera. Desde un principio todo parecía diferente, aunque es la misma banda en cuanto a intensidad, ahora se muestra como un ente extraño y enajenado.
Protomartyr cambia el pesimismo de Relatives In Descent por una sensación de hartazgo. Este ya no es un mundo triste y distópico, es un mundo sin esperanza y al que ya no le encuentran ningún sentido.
El fastidio se nota desde la primera canción, “Day Without End”. Este es un track que, a pesar de la letra desalentadora, contagia cierta ira, pues acumula tensión a través de los instrumentos y esta explota de manera breve e inesperada en la voz de Joe Casey. En esta primera sacudida, nos llevamos algo muy diferente a lo que esperábamos.
Le sigue “Processed By The Boys” y aquí es donde la crudeza y el caos se hacen notar. Es un track arrítmico, donde Protomartyr nos obliga a imaginar el fin de los tiempos, pero también nos hace ver lo cerca que hemos estado de un desenlace y lo insignificantes que es seguir con nuestras vidas, algo que también aborda “I Am You Now”. La verdad, es una canción de pesadilla y que alimenta la angustia.
Siendo un disco de Protomartyr sabemos que no hay descanso en las emociones fuertes. Sin embargo, con “The Aphorist” baja considerablemente el ritmo y el tono es más pesimista que ansioso, lo que la hace una pausa justa y necesaria.
Nos situamos en el claroscuro con “June 21” y “Michigan Hammers”. Estos dos temas destacan por ser los menos agobiantes del disco, aunque no podrían ser más diferentes: el primero es una canción que encuentra delicadeza en las vocales y un alarido en la guitarra de Greg Ahee; el segundo es enérgico e impulsivo, muy en la forma que ahora adoptó Fontaines D.C..
Llegamos a “Tranquilizer”, que es uno de los tracks más interesantes debido a sus elementos. Tenemos un saxofón frenético acompañando a Joe Casey en los primeros minutos y después una combinación estrepitosa que asemeja el aullido de un vendaval. A pesar de que el disco surge del hastío, Protomartyr mantiene la ambición creativa y la intrepidez.
“Modern Business Hymns” nos regresa a lo que pudimos escuchar en “Michigan Hammers”. Este no es solo una inyección de energía pura, también es un cambio fresco para del grupo, un cambio que reaviva la figura de Protomartyr y abre una puerta sobre cuál puede ser su futuro.
Este disco es una agitada tormenta, que nos golpea, nos envuelve en su juego y nos hace dudar hasta de nosotros mismos. Pero antes de que venga la calma, llega la última gran ola, eso es lo que la banda nos presenta con “Bridge & Crown” y “Worm In Heaven”. Con el primero, vemos una amenazante ola formándose a lo lejos antes de impactarnos de frente; el segundo es el bamboleo del agua en reposo, una señal de que lo peor ha pasado.
Con Ultimate Success Today, la banda logra dar un digno último grito en un mundo desalentador. El grupo muestra en esta resistencia una entrega de agudeza, madurez y habilidad.
En este álbum, Protomartyr mantiene la ambición creativa de su sucesor, Relatives In Descent. considerado por algunos (y me incluyo) como el mejor lanzamiento del grupo. La única diferencia es que este es un material difícil de digerir, pero no hay una forma sencilla de afrontar el sinsentido de la vida y el nuevo mundo,