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7
HAUS OF PINS / 2020
Esta es la tercera entrega de un larga duración por parte del trío de Manchester formado por Faith Vern, Lois MacDonald y Kyoko Swan. Es un disco divertido y lleno de sorpresas que se agradecen, pero que tampoco destaca a lo largo de los 10 tracks que terminan siendo disfrutabas, pero no memorables.
En realidad es confuso hablar del disco, pues por un lado se escucha poderoso, agresivo y lleno de una energía que traduce las guitarras distorsionadas y el sintetizador en un statement lleno de girl power; todo esto desaparece cuando dejar de escucharlo. La cuestión es que toda esa sensación de empoderamiento termina perdiéndose en el segundo después de que termina “Bad Habit”, el último track, y se convierte en un lejano recuerdo para cuando ya ha pasado un minuto. El tema más potente es, sin duda, el single homónimo “Hot Slick” que abre el álbum y nos deja una expectativa muy alta de lo que viene a continuación. Y no es que el resto de temas decepcione, o que no esté a la altura, en realidad cada una de las canciones es buena por sí misma y funciona dentro del marco del disco, pues comparten la misma sinergia, el problema es que no hay nada que realmente sorprenda o que se vuelvan parte de tu soundtrack diario (aunque soy consciente de que esto es completamente subjetivo).
Al final, el disco termina sintiéndose un poco superfluo, artificial. Pero eso solo es a nivel musical, pues la parte lírica del álbum es cruda, disidente… contundente. Y eso, esto, aunque no sorprende pues es algo que esperamos de las tres PINS, es algo que termina dándole esa fuerza necesaria al álbum para que no termine siendo solo un LP. El empoderamiento femenino, la crítica al heteropatriarcado y al capitalismo, la agresividad de las mismas letras… todo esto en conjunto levanta por completo al disco para que no sea plano. Sus letras se mantienen directas y al punto, no se desviven en un melodrama justificando su punto de vista o enmascarando su discurso real: van al grano y utilizan las palabras necesarias para que su postura sea escuchada, sin rodeos, y que la mismo tiempo se sientan fuertes y sinceras.
El álbum termina siendo bueno, pero nada espectacular. Se extraña la naturaleza experimental del trío de Manchester con la que nos enamoró hace ya varios años.