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I U She / 2015
A ella no le importa si te sientes ofendido o frustrado. Tampoco le interesa si su música te perturba o te hace jugar bajo las cobijas. Lo que Peaches ha hecho desde mediados de los 90 es manifestar, a través de explícitas líricas y pegajosos ritmos, su ferviente anhelo de equidad y libertad sexual.
Fantasías y realidades convergen en Rub, un álbum de 11 tracks que más allá de ser poco convencional, invita a reflexionar sobre aquello que has mantenido oculto por miedo al qué dirán. No se trata de endulzar el oído de alguien, sino de dejar de ser presa de tus propios deseos.
El disco inicia con tambores pesados y las rimas lascivas de Kim Gordon (Sonic Youth): “Close-up”. La libertad con la que Merrill Beth Nisker (Peaches) habla sobre su vagina en “Rub” hace que este tema no solo sea sensualmente andrógino, sino que los rasposos beats y los agridulces coros generan oscuros y húmedos pensamientos oníricos, que para Freud serían oro puro.
El feminismo es para Peaches más que una imagen. Con raíces teatrales, la artista explora la sexualidad femenina de la misma manera en que los hombres lo han hecho por siglos. Para la canadiense no hay diferencia entre senos, traseros, penes y testículos cuando de erotismo se trata. “Dick in the Air” es un tema que inicia pidiendo que los lugares se inviertan, y sean los caballeros quienes hagan todo para subir los ánimos de las damas.
La estética sonora sigue siendo la misma en “Pickles”, y entre sintetizadores desquiciantes, Nisker pide que su deseo sea saciado, estando dispuesta a dar lo mismo a cambio. Asimismo, hace hincapié de su poder femenino al repetir incansablemente: “A principios del verano di a luz a una niña mala, sin la epidural”.
Su descontento político también se hace presente en “Sick in the Head”, una de las mejores rolas del disco, que nos revela más del espíritu combatiente de una mujer en busca de igualdad. Por su parte, “Free Drink Ticket” es un tema que nos regala una versión masculina de Peaches, en la que deja que su rabia fluya en una historia que parece ser bastante personal.
La siniestra dulzura regresa con “Dumb Fuck”, la canción más pop de esta sexta entrega discográfica, para cerrar el juego de fantasías sexuales y furia junto a Feist en “I Mean Something”.