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Elefant Records / 2016
Hace seis años, un dueto aparentemente inocente irrumpió con un video muy sangriento y bizarrro, donde le hacían bullying a un tipo disfrazado de panda. Se trata de “Oso Panda” y fue realizado por Adria Arbona y Paulita Demaiz, entonces integrantes de Papa Topo.
Después de mostrar un tontipop fantasioso con temas como “La Chica Vampira” y “Rotación y traslación”, el dueto se separo a raíz de que Adria se mudó a Barcelona, en donde se integraron Júlia Fandos (voz, y flauta), Óscar Huerta (guitarras y coros) y Sònia Montoya (bajo y coros), alineación con la cual rompen en parte con la ñoñez y editan apenas su primer largo, Opalo Negro, en el que la banda muestra madurez con géneros desde el punk y el electropop, hasta el jazz y el bolero, con el extra implementado por su productor Sergio Pérez, la mitad de SVPER.
El material inicia relajante con un tema instrumental de “Obertura”, para darle paso a “Opalo negro”, que con su italo disco y la letra de corte oscuro, parece extraído del Sangre Cita de Dënver.
Papa Topo no niega su tontipop de origen y sus letras raras combinadas con el punk, como en “Chico de Plutón”, de temática extraterrestre; “Akelarre en mi salón” con el estilo de grupos de la movida española como Kaka De Luxe; “Atormentada”, de corte enérgico y coro pegajoso que recuerda a Los Fresones Rebeldes o Cola Jet Set, y “Meteoritos en Hawaii”, un surf-punk loco para echar la diversión.
Siguiendo con temas elaborados, “Davall ses flors des taronger” es un boleto tranquilo y acústico interpretado en el dialecto mallorquin; “Enero” es un jazz que recuerda a Torreblanca o a Band Á Part.
En el bloque para la pista de baile, están “Sangre en los zapatos (Mi amor)” con lírica de humor negro, “Lágrimas de cocodrilo” que junta el funk sesentero y el pop de la movida española –al estilo de Alaska–, con la voz grave de Adria que muestra oscuridad, y “Je Suis Un Mostre”, un synth pop interpretado en francés de forma espectacular por Júlia.
La melancolía se hace presente con “El balcón”, tema de jazz en la que se nota la madurez sonora, para luego seguir con “Quédate cerca de mí”, tema potente en donde continúa la nostalgia, para terminar con “Joana”, un bolero para bailar pegado de guitarras españolas que también parece de trío cincuentero, como Los Panchos.
Opalo Negro es un material muy elaborado para deleitarse, Papa Topo muestra dotes de solidez y se ha vuelto un adulto, aunque no deja su estilo divertido, el “Oso Panda” está mas enterrado que nunca.