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Opeth — In Cauda Venenum

8

Opeth
In Cauda Venenum

Nuclear Blast / 2019

Artista(s)

Opeth

24/Oct/2019

In Cauda Venenum: Progresivo "Veneno en la cola" que también es antídoto. 

Opeth está de vuelta con un nuevo material de estudio; un disco sin precedentes, en cierto sentido, para la banda. Si bien el grupo ya había presentado algunos temas en su idioma natal, In Cauda Venenum se muestra como el primer trabajo de Opeth lanzado totalmente en sueco. A la par, una versión en inglés también está disponibleaunque la primera es, en palabras del cerebro creador de la banda (y único miembro original), Mikael Åkerfeldt, la mejor. Es interesante también que no todas las letras son una traducción literal del sueco al inglés. Ésta primera característica del LP roba nuestra atención.

El nuevo álbum de Opeth, concebido entre noviembre del año pasado y enero de éste, se grabó al sur de Estocolmo en Park Studios, bajo el cargo en producción, junto a Mikael Åkerfeldt, de Stefan Bomancuyo trabajo en las consolas está más familiarizado con bandas pop como los suecos Kent o incluso Backstreet Boys 

In Cauda Venenum (latín de “veneno en la cola”) nació paradójicamente en la intención de no hacer música, cuando Åkerfeldt decidió tomarse un descanso prolongado después del gran éxito de su antecesor Sorceress (Nuclear Blast/ 2016). Esta distensión, sin embargo, dio a Åkerfeldt inspiración y comenzó a gestar en su estudio de demos lo que se convirtió en el álbum número 13 de los suecos; un disco de 10 piezas progresivas que incluye arreglos de cuerdas, laúd y más. 

Joakim Svalberg, tecladista y corista que forma parte del grupo desde el álbum Heritage (2011), nos recibe en esta treceava entregacuya portada es obra de Travis Smith: recurrente colaborador de Opeth y artista gráfico que ha ilustrado a bestias como Death u Overkillcon “Garden of Earthly Delights” (“Livets trädgård” en sueco; título que también da nombre al majestuoso tríptico pintado al óleo por el Bosco). El tema instrumental que abre el álbum nos deja escuchar al final la voz de una niña que recita en sueco algo que podría entenderse como “por eso si dejas de pensar, te vuelves en un muerto”.

De inmediato, llega el estallido de los cinco músicos con “Dignity” (Svekets prins”); la última canción del LP en ser grabada. Metal progresivo en todo su esplendor que pronto da paso a guitarras acústicas que sirven de acompañamiento a otro verso en sueco. La historia de una joven violentada en un matrimonio forzado no es narrada en este corte poderoso de tintes épicos. 

"¿Quién demonios eres?" pregunta la voz de un hombre, nuevamente en sueco, justo antes de que escuchemos otra de las bombas del disco: “Heart in Hand” (“Hjärtat vet vad handen gör”); el primer sencillo de In Cauda Venenum. Se va abriendo un camino sincopado de potencia y técnica hasta que llegan los acústicos pasajes melodiosos que sirven de base para la voz limpia Åkerfeldt, esa que es capaz de jugar con estilos opuestos. En esa quietud y finura concluye el tema.

Llega “Next of Kin” (De närmast sörjande”). Un agasajo la guitarra acústica que sucede al coro. Los tintes teatrales de la canción destacan y nos llevan de un ánimo a otro. El órgano en fade out nos dice adiós. Åkerfeldt canta: "somos dejados en un mundo que está ardiendo, arrastrándonos a través de las brasas hasta la seguridad". Nos quedamos con esa frase. 

El también letrista principal y el tecladista Svalberg, en dueto, nos presentan “Lovelorn Crime” (“Minnets yta”). Se unen los suecos Fredrik Åkesson, Martin "Axe" Axenrot, y el uruguayo Martín Méndez en esta muy bella composición, sin grandes pretensiones técnicas, que funciona como un tipo de power ballad a 4/4 con un solo de guitarra más que ad hoc. Final melancólico que cierra con broche de oro. 

Sigue una de las canciones más interesantes de la placa: “Charlatan”. Tras el gran intro, dos voces discuten en sueco la existencia de Dios y acto seguido escuchamos, en la ausencia de guitarras, bajos distorsionados al máximo y afinados en tonos que rozan con el djent. Opeth entra aquí es su fulgor progresivo. Al final, retornan los cuestionamientos sobre Dios. El track se despide con cantos gregorianos. Pieza contundente que es, a entender de quien escribe este texto, la mejor del nuevo material. 

En “Universal Truth” (Ingen sanning är allas”), el grupo nos lleva a un vaivén de ritmos, sonidos y voces. Del ímpetu a la quietud, Opeth llena el ambiente de esas delicias del progresivo que pocas bandas como ella pueden darnos. La lírica es una cierta crítica a la devoción religiosa. Final acústico que de sedante puede servir. 

En esa línea acústica comienza “The Garroter” (“Banemannen”). Una guitarra española abre el tema que usa ese “garrotero” como analogía al abuso de poder y la violencia que recibe el oprimido. Se denotan las influencias jazzeras de los músicos. Las escobillas en la tarola acompañan al riff, que se queda en la cabeza. Hay drama en la lírica y sosiego en la música. Gran canción que da balance al álbum.

Sencillo y eficaz pattern en la batería que da inicio a “Continuum” (Kontinuerlig drift”). Se van incorporando los instrumentos mientras escuchamos: "entonces abrí mi puerta. Es muy tarde para preguntarse". Llega el trueno en el coro. Una vez que pasa la tormenta, hay una parte en la que recordamos esas dos voces que Åkerfeldt usa en una de la piezas clave del grupo: “Deliverance” (2002). Una flauta serena precede al gran solo de wah, en el clímax de la canción. El interludio y sus cuerdas dan paso al cierre, que en fade out liga a la pista final del LP.

El tema más largo del disco, “All Things Will Pass” (“Allting tar slut”), nos da un comienzo un tanto tétrico y nos prepara para más impactos de drama sonoro. Calma en el verso y siguen las descargas, solo para regresarnos a lo acústico y de paso, serenarnos. Y así, una y otra vez, hasta desvanecerse.

In Cauda Venenum, así, reitera a Opeth como una agrupación que al parecer solo se tiene a sí misma como referencia a superar. No hay nada que demostrar, más que seguir en el camino de la creatividad, sin ataduras reales. Metal, rock progresivo que rememora la finura de la década de 1970, jazz, arreglos de cuerdas, grandes solos de guitarra, voces que se adaptan a lo que la música necesita, letras que hablan de la muerte o con temáticas con políticas, sin tomar en realidad alguna posición firmeaunque Åkerfeldt ha dicho que en el fondo el disco, en ese rubro, trata de lo fascinante que le resulta la soledad,una amalgama en ejecución y sonido de respeto y una producción destacable. Esta obra bilingüe de Opeth es materia convincente, como nos tienen acostumbrados. 

 

In Cauda VenenumVersión en inglés

In Cauda VenenumVersión en sueco