Con su debut, Nilüfer Yanya vende emociones y nos lleva por un precio a la catarsis.

Luego de convertirse en la nueva joya de la escena independiente del Reino Unido y que su música cruzara el atlántico, la cantante está lista para ir por todo y aventurarse con su esperado álbum debut. El disco es de suma importancia para la interprete, ya que es su carta de presentación ante el mundo y definirá su una nueva etapa como artista.

Lo primero que podemos notar es que se compone de 17 canciones, algo inesperado en un primer lanzamiento de larga duración. También, el inicio es un intro que parece solo aportar en lo estético, pero hay algo detrás. La grabación refuerza la idea de que Nilüfer Yanya no tiene miedo a arriesgarse con tal de materializar las ideas que concibe en su mente y satisfacer sus necesidades artísticas.

"WWAY HEALTH ™", es una compañía de salud ficticia que la cantante usa para satirizar, pero también nos lleva a su propio mundo distópico, donde las empresas tienen el control de la sociedad. Con una grabación que dura menos de un minuto, Nilüfer se convierte en una George Orwell o en Ray Bradbury.

La interprete londinense comienza con una de sus cartas más fuertes, "In Your Head". El sonido nos muestra una influencia directa por el indie británico de principios del 2000 con esas guitarras brillantes, pero Nilüfer Yanya añade su propio estilo con coros y sintetizadores. A pesar de ser una canción enérgica, la compositora refleja múltiples emociones en las letras y las expresa con una voz violenta y una actitud punk.

En los temas siguientes, esos riffs siguen contrastando con los delicados coros, pero el ritmo acompasado nos deja apreciar mejor los elementos. No tenemos presente la misma evocación pero la complejidad en la composición lírica de la cantante se hace notar cada vez más. Por ejemplo en "Angels" que, aunque parece más asequible y espontánea, tiene detrás una relación a la que se oponen fuerzas mayores.

Cada cierto tiempo la cantante incursiona en lo conceptual. Con "Experience?", nos presenta un paraíso sistematizado, donde lo que hay después de la muerte es un servicio, una experiencia que puedes pagar, calificar y comentar. Nilüfer Yanya pasa de ser Bradbury a un Aldous Huxley.

Canciones como "Paradise" y "Baby Blu"  bajan el ritmo, pero también la guardia del receptor. Su cadencia y sencillez nos ponen en un estado vulnerable, para dejarnos llevar por el encanto de Nilüfer Yanya. Su voz, aunque muy profunda, sabe tocar las fibras más sensibles y esa peculiaridad logra fascinar a cualquiera.

Una nueva grabación surge y aunque ya no toca la ficción, sí nos advierte de la siguiente parte del trayecto. Aquí es cuando muchos caen en cuenta de que este es un disco completamente conceptual, donde cada anuncio presenta un nuevo asunto que aqueja a la compositora.

El tono vuelve a cambiar y la amenaza de Nilüfer Yanya se hace realidad en canciones como "Melt". Tenemos un sonido más alegre, donde la cantante habla con detalle de las relaciones amorosas. Pero ella no se expresa con los ojos que romantizan la experiencia, sino que nos muestra un ángulo más humano. La artista logra contagiarnos su ansiedad y eso dice mucho sobre sus capacidades como interprete y compositora.

Llegamos de nuevo al centro de salud WWAY HEALTH ™ con ""Sparkle" GOD HELP ME" y nos acercamos a la etapa final del disco. Una encuesta nos revela las intenciones que tiene Nilüfer de transgredir a su público. Pero también que, a pesar de lograr dejarnos a flor de piel, ella parece ser incapaz de sentir algo más que frustración.

Es esa falta de emoción lo que se refleja en "Safety Net" y "Tears", pues los sintetizadores toman el control aludiendo a la razón robotizada de Nilüfer Yanya. Sin embargo, ese estilo electropop contrasta con las letras desgarradoras, como si se tratara de una batalla entre el sentimiento y la naturaleza de la cantante.

Es probable que en su segundo material la cantante siga con el mismo concepto, ya que en "Give Up Function" nos dicen que hemos terminado la primera fase del programa de WWAY HEALTH ™ y nos pregunta si estamos listos para seguir con la siguiente etapa. Puede que sea una simple alusión o puede que se trate de algo más. En lo personal a mí me gustaría ver qué más se puede sacar de esta peculiar idea donde la catarsis se vende como si fuera un tratamiento.

Finalmente, Nilüfer Yanya se hace un reconocimiento propio en el título, "Heavyweight Champion Of The Year", pero nos da una conclusión con la letra. Todo el proceso de Miss Universe y dentro de aquel centro de salud, fue para que ella o su personaje, se diera cuenta de que no debe esperar a nadie y que si te rompen el corazón lo único que puedes hacer es seguir adelante.

Con su álbum, la británica cubre una amplia gama de estilos y emociones, una prueba de que es una magnífica interprete. Pero lo más notable de este disco, lo que deja en claro que Nilüfer es una artista especial, son los momentos conceptuales. La cantante no solo cumple haciendo melodías pegadizas, también crea una historia y su propio universo, donde desarrolla todas las preocupaciones que la aquejan.

Miss Universe es uno de los debuts más ambiciosos que he visto en los últimos años, pues la cantante se aleja de un estilo que le había dado resultados y da sus declaraciones sobre los daños de la comodidad, la codicia, las aspiraciones y la obsesión con nuestro aspecto.