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8
2018
En un marco histórico sin precedentes, cuando la política mundial es tema de escándalo debido a la represión, el odio y la fuerte denuncia social, es de esperar que en este año y los venideros existan múltiples formas de expresión artística dedicadas a exaltar la paz, la hermandad y los derechos humanos. Brexit, el terror racista que impulsa Donald Trump y la general falta de humanidad en los procesos políticos son suficientemente represivos para detonar los movimientos sociales que experimentamos hoy en día. Campañas mundiales al ojo público como fue Me Too o la postura de los músicos ante la política son un claro ejemplo.
El título Broken Politics de la mano de Neneh Cherry inmediatamente nos remite a pensar que este álbum es un llamado a la rebelión, una crítica aguda e inteligente a la política actual, o la máxima expresión del pesar a consecuencia de los procesos que se viven en la humanidad. Pero no lo es del todo; más que una queja fúrica o un llamado a la anarquía, el quinto álbum de estudio de Neneh Cherry es introspectivo, muy libre y muy a su modo. Y sí, ya estamos a casi 30 años de su debut Raw Like Sushi y las cosas no pueden seguir tan crudas como entonces.
Por segunda ocasión, es Kieran Hebden (Four Tet) quien está detrás de la producción de Cherry, generando exquisitos paisajes sonoros para cada uno de sus discursos internos. “Natural Skin Deep” es un gran ejemplo de esto, donde combinan sinérgicamente las rimas de Cherry con los ritmos de Hebden, incluyendo un inesperado (y necesario) sample a media canción del genio del jazz: Ornette Coleman.
El característico sonido del Bristol underground se hace presente en “Kong”, canción donde colabora con 3D de Massive Attack. Igualmente, “Faster Than The Truth” trata sobre la desinformación social, y su slow jam inevitablemente nos recuerda a Tricky. En “Deep Vein Thrombosis” sobresale la música y arreglos de su esposo Cameron McVey, conocido por colaborar con grandes (también de Bristol) como Portishead y nuevamente, Massive Attack.
Pero no todo cuaja a la perfección como sucedía en Bristol, aquí el discurso es algo débil y confuso. Algunos tracks se sienten demasiado largos, debido a que sus rimas y melodías se caen por momentos o quedan muy lejos de la magia de Hebden. Los temas políticos como el aborto, las armas o los derechos de las mujeres se mezclan con sus reflexiones personales, en tracks como “Black Monday”, “Shotgun Shack” y “Soldier” respectivamente. Ejemplos de todo esto sobran, como ya mencionamos “Deep Vein Trombosis” donde compara su existencia con el dolor de una trombosis, o en “Synchronised Devotion” donde en vez de ahondar en sus “políticas rotas” nos expone que es del signo Piscis, del 10 de marzo para ser precisos.
Musicalmente muy interesante, Broken Politics es una introspección demasiado personal muy alejada del sonido y fuerza de su anterior Blank Project, pero digno de dar un par de vueltas en sus reproductores. Juzgue usted.