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Luminelle / 2021
Luego del lanzamiento de algunos sencillos y tres EPs, la canadiense Josie Boivin, mejor conocida como MUNYA, nos presenta su disco debut Voyage to Mars a través del sello Luminelle. Ligero, melódico y lleno de ritmos bien elaborados, son aspectos que describen este material, al igual que a la corriente de la que éste emana, el bedroom pop. Subgénero que en los últimos años ha tomado fuerza y mucha relevancia.
Bajo una filosofía DIY que en otros momentos instrumento la furia punk, la marginalidad grunge o el cinismo indie de principios de siglo, hoy lo hace con la melancolía millennial-centennial a través del pop. Proyectos surgidos desde el lugar más íntimo que puede tener una persona, su habitación, y que aprovecha los nuevos medios de producción para transformar un par de acordes de guitarra en una pieza de electropop.
Siendo este el proceso que siguió la oriunda de Quebec, quien escribió, produjo y hasta diseño el arte del disco desde su cuarto. Interpretado en inglés y francés, Voyage to Mars es un viaje, ya sea por lo narrado en sus letras con temática sci-fi, su recorrido por el sonido pop de distintas décadas o el de la misma Boivin que decide finalmente colocar por completo su voz al frente del proyecto MUNYA. Musicalmente hablando el álbum es un collage de mezclas, bases rítmicas, voces sutiles, que son difíciles de encasillar en un género, dado que tiene un poco de todo; desde el ye-ye, pasando por el dreampop, con toques de space rock y llegando hasta la música disco, mostrando el acervo musical con el que cuenta esta artista.
Ejemplo de esto es “Boca Chica”, lanzada como sencillo el año pasado, con unas vibras muy sesenteras, dadas sus resonancias de bubblegum pop, pero actualizadas de buena manera. Por otro lado “Cocoa Beach” suena mucho más moderna, con un beat que se apoya en un bajo y una batería que tienden más al soul, y con vocales más firmes por parte de Boivin que llega a trasladarse hasta la siguiente canción, “Pour Toi”.
Otro de los momentos destacados es “Dove”, que puede llegar a inscribirse en la tradición francesa de la chason, dados los trazos que evoca. En conclusión, durante sus 12 tracks, Voyage to Mars es un álbum que logra crear paisajes sonoros disfrutables, pero que por instantes se sienten vacíos y algunos tienden a repetirse, todo en pos de una coherencia sonora, talvez no tengan la espectacularidad de otros discos conceptuales, pero es interesante la forma en como estos artistas germinan una idea desde su cuarto.