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RCA Records/National Anthem / 2016
Si echamos un vistazo al caldero de nuestras emociones, hay una impredecible masa que se pelea por definir nuestro día a día. La mayoría del tiempo buscamos ser “buenos”, pero lo cierto es que, a final de cuentas, una parte oscura también nos habita.
Hace no muchos años, en la efervescente ciudad de Los Ángeles, 3 chicas cruzaron caminos para descubrirse a sí mismas a través de la música. Encerradas en una alcoba sin mayor preocupación que entenderse sin palabras, poco a poco y de manera inesperada los sonidos improvisados las fueron arrojando al universo del pop. Así nació MUNA.
Sintetizadores, cajas de ritmos, guitarras y melodías pegajosas forman parte de este experimento que contrapone su espíritu danzarín con la temática del conflicto interno que existe en sus letras, cuyo objetivo parece que busca desnudar esa lucha que nos invade con frecuencia pero que nadie menciona, sobre todo en el pop, cuyos tópicos favoritos son el amor o el desamor, casi siempre abordados sin muchos matices.
En el 2014 un EP de cinco tracks llamado More Perfection sirve a la agrupación como laboratorio musical permitiéndoles encontrar cierta dirección en su sonido, además de ponerlas en el radar de la prensa especializada. Este año, el trío regresa con The Loudspeaker EP, recopilación de cuatro sencillos lanzados en su mayoría en 2015. La madurez musical y el nivel de la producción que la banda ha adquirido es más que evidente.
Hay que saber que ambos EP fueron compuestos, grabados y producidos por ellas, situación que, sumada a su interesante personalidad escénica, hace del futuro de estas jóvenes compositoras –cuyas edades oscilan entre los 21 y 23 años- algo absolutamente prometedor.
The Loudspeaker EP es un compilado de temas pop con esqueletos rítmicos firmes y poderosos y letras que involucran sentimentalmente al escucha. En composiciones aparentemente sencillas, sintetizadores texturizados se entretejen con guitarras libres de protagonismo y voces de armonías efectivas que incitan al baile. La filosofía interna que permea: "encontrar el coraje necesario para permitirte ser tu mismo y lastimarte en el proceso".
Resalta “Winterbreak”, único tema compuesto este año, con su estructura y producción impecable, donde el conflicto de sumergirse en la dependencia del amor malogrado y la densidad que ello produce se disuelve en una composición dance exitosamente confeccionada. No hay que dejar de lado “Loudspeaker”, tema inspirado en el poema “Not My Foult” de Staceyann Chin, una invitación a alzar la voz en pro de la liberación propia.