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RCA Records / 2019
Saves the World es la segunda entrega de la girl band de Los Ángeles, MUNA, y con ella, Katie Gavin, Josette Maskin y Naomi McPherson nos recuerdan en destellos neón y beats electrizantes, cómo se siente sentir.
El primer track, "Grow", es una melodía simple, casi acústica, que alude a la lírica de una Lorde adolescente y nos transporta a la inevitable melancolía que acompaña a la juventud. “I want to grow up, I want to grow old, I want to lay down, I want to let go”.
En contraste inicia el primer single del álbum, "Number One Fan", con tintes infantiloides, igual que su letra, que nos recuerda al amor de prepa, a la idealización limítrofe y a los besos en el coche. “I’m your number fan, (...) I would give my life just to hold your hand”. Ámame, desvísteme, y luego desvíveme.
Comienza "Stayaway" en azul eléctrico y violeta resonante, Katie Gavin nos cuenta en magníficos crescendos sobre la angustia del después; después de nosotros, después del recuerdo de ti conmigo y de mí contigo. “No one ever told me, leaving was the easy part, I gotta stay away”. En juegos de altura, Gavin habla del despecho catártico, del dolor revolucionario.
Nos movemos sacudidos hacia "Who", "Navy Blue" y "Never", un pequeño puente índigo, una fase más del duelo.
En beats electrizantes como si Lauv y Grimes colisionaran, inicia "Pink Light" a disertar sobre el “hubiera”, sobre la angustia de la incertidumbre, sobre si no me hubiera ido. “Maybe if I stayed, for an hour or two, when the sun came up, when I last saw you”. Damos vueltas a escenarios ficticios sobre qué pasaría, golpean en el cerebro y tensan las entrañas en rojo, rosa y azul neón.
Avanzamos adoloridos, el proceso de irse y el de la transformación de la pérdida al renacer incendiario no han terminado; así poco a poco los sonidos y los colores evolucionan, hasta que podemos decir “It’s gonna be okay, baby”, e igual que MUNA, en su track de cierre del mismo nombre, rondar en melodías liberadoras que anuncian el fin de una crisis.
Saves the World explora el éxtasis y el dolor con una honestidad tan simple que se vuelve catártica y con sonidos tan cuidadosamente producidos que en contraste a su lírica dolosa, se vuelven activos, melódicos, y pegajosos.
Así MUNA hace del amar y el superar un movimiento. Hacen del sentir un manifiesto.