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Un sonido renovado, Mumford & Sons

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Un sonido renovado, Mumford & Sons
Un sonido renovado, Mumford & Sons

Universal Music / 2015

Artista(s)

Mumford & Sons

No hay duda de que la banda liderada por Marcus Mumford, ayudó a redefinir el folk rock y lo llevó a nuevos niveles gracias a lo que sus integrantes son capaces de hacer en el estudio de grabación y sobre un escenario, pero suenan algo diferente en su tercer disco y sólo el tiempo dirá qué tanto afecta esto al impacto que el grupo siga teniendo.

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Tal y como pasó en su momento con Kings of Leon, los integrantes de Mumford & Sons han cambiado su look y han reinventado ese sonido que tanto caracterizaba a su música. Wilder Mind marca el inicio de una nueva etapa en la carrera de la agrupación británica y parece que todo está puesto para que se haga de un lugar -todavía mejor al que ya tiene- en la escena del rock a nivel mundial.

El álbum abre muy bien con "Tompkins Square Park", tema en el que inmediatamente se nota que los intérpretes de “I Will Wait” ahora le dan un mayor peso a las guitarras eléctricas y han dejado en segundo término a instrumentos que eran fundamentales en sus canciones, como el banjo. El primer track funciona como un ejemplo perfecto de lo que sucederá en la mayoría de los 11 restantes.

“Believe” sigue en la misma línea marcada por la canción anterior, pero retoma algunos de los elementos más característicos del sonido de Mumford & Sons, logrando así un resultado interesante que va mejorando conforme continúa avanzando el disco.

La intensidad sube un poco con “The Wolf” y “Wilder Mind”, se suaviza con “Just Smoke” y “Monster”, luego llega una combinación bien lograda de ambos estilos en “Snake Eyes” y con "Broad-Shouldered Beasts" se alcanza uno de los mejores momentos del álbum gracias a su dramatismo.

La tranquilidad se hace presente de nuevo en “Cold Arms” y vuelve a quedar atrás en cuanto suenan los primeros acordes de “Ditmas”. Con “Only Love” todo regresa a la calma, pero de repente explotan los riffs de guitarra y los golpes a la batería para entregar otra pieza notable. “Hot Gates” marca el final del viaje y lo hace de una manera que resulta épica y nostálgica hasta cierto punto.

Al final, los cambios en el sonido son bastante notorios y le aportan algo más a la música de un grupo que cada vez es más maduro y que sigue mejorando con cada disco. Mumford & Sons se ha reinventado y es justo decir que el cambio le ha sentado bien.