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8
Napalm Records / 2018
El "Dopelord" Monster Magnet y su onceavo álbum de estudio –el primero desde hace cinco años–. El increíble frontman Dave Wyndorf y sus colegas oriundos de New Jersey han lanzado 10 cortes de rock and roll sin complicaciones, definitivamente este disco es lo que los fanáticos de Monster Magnet estaban esperando: rock de la vieja escuela con un título perfectamente diseñado para llamar la atención. Las sorpresas pueden ser delgadas ante lo ya establecido propiamente. Es completamente su estilo y suena como una banda que se divierte mientras se esfuerza física y estéticamente. Mindfucker es una experiencia auditiva que crea una alegría absoluta.
El álbum abre con "Rocket Freak", canción que se convierte en un clásico instantáneo, ya que lleva claramente una amplia gama de sonidos que nos remontan a sus principios. Riffs pegajosos y solos psicodélicos con un hilo de vitalidad contundente. En "Soul" tenemos un sonido brillante, pero simple con una motivadora letra que combina muy bien con la batería inquebrantable de Bob Pantella. La variedad en los arreglos vocales de Dave Wyndorf ayuda a enfatizar momentos a lo largo de la pieza.
El corte "Mindfucker" es un stoner preciso con ganchos impresionantes y un equilibrio sólido, donde Dave Wyndorf detona su genialidad lírica. Se habla del maldito planeta, magnificencia y horror de estos tiempos, de la era en la que vivimos y no se equivoca... es abrumador.
"I'm God" viene cargado de un hard rock intenso y muy repetitivo que no cansa, eso se agradece. Una progresión ondulante hace bastante énfasis en su estilo de producción, la banda asegura que el nivel de energía es consistente con las piezas circundantes. Por el contrario en "Drowning" baja el volumen para ofrecernos una canción con sonido desértico y sabor a bulbos... ¡todo un viaje de blues cósmico!. Hay momentos en que parece extraño que las canciones se mantengan tan memorables como esta.
"Ejection" es un corte perfecto para la radio, suena bastante amigable y tiene un solo magnífico. Ninguno de sus discos pasados causaron el efecto que Mindfucker esta demostrando. En "Want Some" siguen con su línea happy y elocuente, no son tímidos en cuanto sus aspectos punk. Por otro lado, "Brainwashed" es una canción para principiantes y medianamente aceptable con un austero rock and roll, pero aún así perfecta para un día soleado en carretera.
El álbum cierra con "When The Hammer Comes Down", con suficiente del eje principal del álbum: stoner psicodélico que te deja una sonrisa en la boca. Los matices que aportan a sus giros progresivos prueban que si bien son heavies, no se precipitan en sonar siempre igual, lo que es una gran diferencia en el resultado general. Han logrado crear la brecha entre el boogie clásico y la intensidad inherente de la costa este de los Estados Unidos.
Aquí hay una gran influencia del proto punk de Detroit (MC5 y The Stooges), dónde el ritmo es el protagonista así como sus riffs galácticos, lo que hace que Mindfucker sea un tratamiento de alto octanaje.