Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
9
Monkeytown Music / 2016
Un chico nos advirtió "voy a poner una de las canciones más importantes en mi vida" y puso "A New Error". Los que estábamos en la habitación nos miramos curiosos y desconfiados, unos segundos después sentimos la transformación del estado de ánimo. La pieza comienza con un sintetizador punzante que parece ir en reversa, en una marcha imprecisa, pero que advierte el peligro de que algo está a punto de suceder. Después entran otros synths con una fuerza impresionante -como si se tratara de olas a punto de arrollarte–, son unos zumbidos abrasivos combinados con unos sonidos chirriantes que contraponen el tema: sabes que tu vida está a punto de cambiar... A lo mejor no toda tu vida, pero entiendes que no podrás pensar el día a día de la misma forma, en medio de la rutina sentirás que te hace falta aventura y peligro. En el tema no hay línea o voz alguna, pero la música habla directamente, entablando un diálogo incitante. Después de dos minutos viene una pausa y de nuevo el zumbido, un bajo rápido creado por un sintetizado. Imagínalo a una velocidad considerable. Un bajo potente y veloz entrando en tu cerebro. Pensémoslo de nuevo, pero imitando una vibración en los graves. O mejor aún, escuchémoslo.
“A New Error” aparece en el primer álbum de Moderat, llamado simplemente I, y no se compara con algún otro tema que la banda haya grabado. Su nuevo material, III, no tiene una pieza con la misma fuerza, esa fuerza que te arroja al vacío sin pensar en el por qué. El trío integrado por unos monstruos de la electrónica moderna, Modeselektor –Gernot Bronsert y Sebastian Szary–, quienes construyen a partir de diversos géneros como grime, techno, dubstep, acid, hip hop, IDM- y Apparat –Sascha Ring–, desarrollando su música en horizontes de la combinación electrónica ambiental –IDM y pop–, presentan un álbum de nueve temas que se persiguen unos a otros, como si al finalizar cada track el que termina alcanzara al siguiente: no están unidos por un sonido, sino por un objetivo.
Si I fue la primera idea –la mezcla de dos estilos, que por momentos se perdió en las diferentes raíces de cada cabeza– y II era la propuesta inconclusa –porque no lograron toda la potencia–, entonces III es la simbiosis ideal del proyecto. Velocidad, siempre hay velocidad incluso en los temas lentos aunque no los haya del todo, se tratan de progresiones, los tracks empiezan abajo, con algunas percusiones, poniéndole forma a la pista, Apparat acompaña con su voz lánguida y unas vibraciones ascienden al finalizar cada frase de este. Así arranca “Eating Hooks”, un auto de montaña rusa que en su clímax se queda arriba, no logra descender, no cae en picada, simplemente va creando un tono general del álbum que nos hace pensar en la calma, en una electrónica suave, lenta. Pero no es así, sólo es el inicio.
Dinamismo y profundidad, no sólo es la velocidad lo que te arrastra a este cauce, sino la forma de ir acelerando, contrastando synths vertiginosos y sonidos lentos, en tonos graves y agudos, casi celestiales. “Running” es el auto de la montaña rusa cayendo, descendiendo poco a poco, cada vez más rápido, un poco más rápido, más, más, más, hasta alcanzar momentos de locura en una oleada de instrumentos, todos al mismo tiempo, percusiones, bajos, beats, flangers. Energía orquestal, “Intruder” se forma a partir de un drone místico, de percusiones y de un chirrido agudo con ecos. Entonces, poco a poco la voz de Apparat emerge como un descubrimiento que a su vez desvela una voz muy gruesa y alterada, acompañándolo en las líneas y después haciendo el coro que en el minuto 1:22 da pie a que la canción se descubra en su totalidad -este track es de misterios descubiertos que se muestran unos a otros- y se convierta en el huracán irrumpiendo con su violencia instrumental –beats secos, sintetizadores aquí, sonidos por allá, atmósferas en la base melódica– sobre un océano que hace unos instantes estaba en calma. Apparat se descubre nuevamente con un coro casi religioso infectando tu cuerpo, entrometiéndose en tus venas, contagiando tu carne, la voz agonizante, hablando desde un punto más alto, de una dimensión distinta: “When i sleep at night, they’re passing by, one after the other, on the left of my heart..., when I sleep at night, at night, at night, at night”. La canción sufre un nuevo cambio -de manos de Modeselektor, suponemos-. Las percusiones que golpean se convierten en unos synths distópicos, violentos y futuristas. De nuevo viene el huracán, la fuerza, olas agresivas sobre el mar, una orquesta digital acabando con la calma para dejar paradójicamente todo en silencio.
III no tiene la fuerza de “A New Error”, pero sí la energía en su totalidad; no tiene la sensación de peligro, en cambio tiene la complejidad de las emociones de la vida y la satisfacción de cada momento. Es de cierta forma un “A New Error” por el hecho de que no vivirás cada instante de la misma manera, quizá tardes en percatarte de ello, pero poco a poco lo descubrirás. Y será grandioso.