Michelle Blades
Visitor

La mezcla que agradecemos.

Michelle Blades es un ejemplo de la multiculturalidad; nació en Panamá (es panameña mexicana), durante su infancia su familia se tuvo que mover a Miami, a los 18 años se mudó sola a Arizona y ahora radica en París. Para muchos es ese un marco ideal para crear música, y tal vez tengan razón, la mezcla cultural en tus raíces provoca una constante búsqueda sobre quién eres y que el arte sirva como medio siempre es una buena idea.

El primer acercamiento de Michelle con la música lo tuvo en la cuna con la salsa, su familia está conformada por distinguidos músicos del género (su papá Roberto Blades y su tío Rubén Blades), aunque como buena insurgente ella quería otros caminos y exploró otros géneros.

El destino la llevo a una muy prematura gira a Europa que le dio la estructura suficiente a su carrera y la llevó a ser una de las fundadoras de Midnight Special Records, disquera que ha editado sus siguientes producciones, incluida su más reciente llamada Visitor.

Michelle Blades es una cantante que se ha caracterizado por adoptar en su sonido el folk y lo experimental, sin embargo este nuevo álbum encuentra el punto medio de lo que ha hecho anteriormente presume el folk de Mariana y lo poderoso de Ataraxia, discos importantes en su carrea.

Vistor es una obra que pasa por diferentes estados de ánimo, y te monta en un placentero viaje de once canciones. “Politic!” es el track con el que empieza, un riff y unas líneas de bajo pegajosas te dan la bienvenida mientras que la voz Blades se deja amalgamar, lo que da como resultado una invitación al baile desde lo psicodélico. “Dr. Psych” o “Behind the Black” también son canciones similares, a veces recuerda a Messer Chups, a veces se pone latino, tiene melodías filosas, una mezcla que logra que sean de las más destacadas del disco.

“Dr. Psych sur la plage” es la canción más experimental, por momentos parecería solo ruido, pero la guitarra termina tomando el control, mientras el bajo y la batería acompañan, y el teclado también toma protagonismo por lapsos, una canción instrumental que se disfruta. Por otro lado “Kiss Me on the Mouth” y “Piri Piri” presumen de una estructura más “conservadora”.

El sonido más representativo de Michelle Blades se encuentra en la parte final de Visitor, “Behavior”, “Acid on the Hillside” y “Literally”, son canciones que juegan con el folk y algunos elementos, “Time and Water” es también un track destacado un paisaje de atmósferas que es parada obligatoria.

Visitor si no es el mejor disco en la carrera de Michelle Blades está muy cercano a serlo, ella se muestra madura, evolucionada, pero sin perder su esencia, la mezcla de todas las influencias que ha recibido las ha sabido canalizar y si bien su búsqueda puede seguir, el camino no solo lo disfruta ella sino nosotros también.