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Matmos — Plastic Anniversary

7

Matmos
Plastic Anniversary

Thrill Jockey Records / 2019

Artista(s)

Matmos

30/Abr/2019

Una experimental reflexión sobre el plástico en nuestras vidas.

Nos estamos acabando el planeta. Lo contaminamos, lo quemamos, lo degradamos, lo sofocamos, lo presionamos, lo saturamos, lo asfixiamos. No miramos el porvenir, únicamente atinamos al instante, pero la basura ahí sigue y tardará muchos años en degradarse, mientras eso sucede nos complicará la existencia hasta que lo siguiente que agotemos sea la vida en su totalidad. Si bien es cierto que la exploración lunar y las posibilidades de habitar otros planetas es inerte a la curiosidad de saber qué hay más allá del cielo azul, también es factible que provenga del temor de que la Tierra deje de ser habitable en breve. Calentamiento global, extinción de las especies, nuevas enfermedades, mutación de los virus y espacios poco habitables complican la rutina cotidiana. Bajo la premisa de la relación individuo-plástico, el dúo de California ahora establecido en Baltimore, Matmos, presenta su nuevo álbum, Plastic Anniversary, un ansioso tratado electrónico sobre el plástico enmarcado en los 25 años de trayectoria de la banda.

En la paradoja de lo útil y familiar que resulta para la humanidad en tanto que dañino para el medio ambiente, Matmos explora la “durabilidad, portabilidad y longevidad” del plástico, produciendo su placa con sonidos provenientes de tubos de pvc, implantes de silicon, un escudo de policía, contenedores de polietileno y cualquier objeto inimaginable que encontraron en un centro de reciclaje de dicho material como grasa humana sintética. Plastic Anniversary tiene como antecesor el también experimental Ultimate Care II, cuya materia sonora era el ruido proveniente de una lavadora Whirlpool. El concepto del plástico como materia reconocible es adaptado al sonido IDM, experimental y glitch que la banda ejecuta perfectamente. Chasquidos, rebotes, chirridos y muchas percusiones forman el núcleo celular de las 11 de canciones que a ratos son juguetonas y a ratos dramáticas.

En una primera parte, Plastic Anniversary, onceavo álbum de M. C. Schmidt y Drew Daniel, es frenético, roto, divertido, pero carente de fuerza, extraviado, producido impecablemente, pero perdido en la experimentación del ritmo, es un deambular por sonidos “curiosos” de un material que inunda la vida en el siglo XXI. “Breaking Bread”, “The Crying Pill”, “Interior With Billiard Balls & Synthetic Fat” y “Extending the Plastisphere to GJ237b”, integran este divertido pero poco atractivo combo. Un montón de “ruidos” poco usuales sobre la melodía terminan por dominar el track. Si logran llegar a “Silicone Gel Implant” estarán entrando a lo más atinado y logrado de este experimento digital en donde jugueteo y fuerza se unen para lograr temas atractivos. Sigue existiendo el plástico como un sonido táctil, real, solo que en pistas como el homónimo “Plastic Anniversary” adquiere sentido y emoción, como el caso de “Thermoplastic Riot Shield” que aunque continúa dentro del ritmo fragmentado, es un intenso track volcando su agresividad y violencia en una compulsiva electrónica voraz. Es amenazante. Estruja, sacude y aprieta de nuevo.

En la parte que es más dramática por su complejidad en la composición y en la estructura, así como por la intensión, Matmos, toca las fibras del cuerpo. “Fanfare For Polyethylene Waste Containers”, una majestuosa ópera pop con unas sobresalientes percusiones y flautas equilibrada con melodía y ritmo; “The Singing Tube” es minimalismo conducente que nos prepara para la llegada del cuarto reino: el plástico. Más allá de lo animal, lo vegetal y lo mineral se encuentra el plástico ejerciendo su dominio hacia donde miremos. El cable de nuestro celular, la mica de este, el bolígrafo, la botella de agua, la mochila, la bolsa del supermercado, el plástico nos invade. Frenético, estresante, ansioso, “Collapse of The Fourth Kingdom” advierte en su caos y ruptura de la armonía la crisis que estamos viviendo hasta llegar a un desolado tema, “Plastisphere”. Ahí se acaba la vida, cuando ya no haya organismo sobre el planeta y reine una muerte sintética. Fin.